Entro furioso justo cuando me estaba poniendo mi camisa. De inmediato Félix se atravesó frente a mi para evitar que me mirara, pero no tuvo suerte porque a pesar de que llevaba puesto su casco pude sentir su mirada, así como el cómo se giró me lo confirmo.
Sali detrás de él y me escaneo nuevamente. Eso me molesto y estove a punto de mandarlo al carajo, pero las palabras del entrenador y Camile resonaban en mi cabeza.
Vale que con el susto que nos metió la calentura se fue y el miedo se apodero, pero ahora que lo tenía enfrente estaba harta. Suficiente había tenido ya con el entrenamiento de mierda con armas y luego la bruja esa como para que me quitaran la oportunidad de desahogarme y estar con Félix.
Me sorprendió que se fijara en ellas. Esperaba que me contestara con alguna huarrada o algún comentario de mal gusto estilo entrenador, pero ya veo que me equivoque. Además, no se veía tan molesto ahora que estábamos en la misma habitación.
Mire a Félix aún más confundida y hasta con poco de miedo. Ese sujeto tal vez si era cercano después de todo. Debía ser un compañero de Gregory o mi padre de eso estaba casi segura.
No contesto. Pude ver como cerro sus puños con fuerza y como todo su cuerpo se tensó. Carajo íbamos tan bien y ahora se ve más molesto que fuera de la cámara.
Lo mire confundida mientras analizaba si lo decía de verdad. A el que más le daba o que carajos lo afectaba para que dijera esa estupidez.
Aquel gesto parecía divertirlo y su postura cambio de inmediato.
(Leonardo)
(esta puede ser mi sentencia, pero es un riesgo que debo de correr)
Me miro incrédulo y Félix me miro serio como si mintiera. Le regrese la vista y lo fulmine con ella para que no repelara por que le sabía perfectamente de la promesa que le había hecho así que no tenía por qué hacerse el tonto.
Retrocedí por instinto. Ahora si se le escuchaba mucho más molesto que antes y el ambiente era tan tenso que se podría cortar con un cuchillo.
Estaba en la puerta recargada despreocupada. Su nariz estaba muy roja al igual que sus mejillas y ojos. Parecía que había llorado a moco tendido por un rato, pero aquella sonrisa en su rostro como si no hubiera pasado nada me hacían dudar.
Lo dejo de lado y camino a nosotros. Me guiño el ojo y camino hacia a mí con alegría mientras caminaba brincando como una chiquilla.
Mire de reojo a Alpha y este salió de la habitación azotando la puerta. Sentí un gran alivio, pero al ver la cara de Félix de seriedad recordé que solo había pospuesto su interrogatorio o que le podría preguntar a Leonardo, pero de alguna de las dos formas esto no acabaría bien.