De las Cenizas

Capitulo 71  “jaque”

 

No esperaba mucho de el pero esperaba que le cara de gargajo cumpliera con su palabra y no porque la haya cagado se desquitara conmigo. Tenía aun plan B por supuesto pero el problema aquí era el que el margen de error aumentaba y me podrían tomar con un estúpido más.

  • Eh venido por mi pase – entre a su habitación.

El me ignoro y lo encontré recostado en su cama destendida mientras abrazaba la colcha. Pensé que estaba enfermo y me acerqué, pero estaba dormido. Lo sacudí y sus ojos asesinos me saludaron.

  • Mi pase – apunte alejándome.
  • Esta en la repisa – seguia encamorrado – tienes tres horas y tienes que llevar el grillete.
  • Lose – tome la tarjeta de la colección de fotos de sus equipos muertos – ¿estas bien?

Tal vez no me gustaría la respuesta, pero muy raro verlo de esa forma que daba un poco de miedo con lo estúpido y loco que es.

  • Si – me gruño solo quiero dormir.
  • ¿y porque no lo haces como acostumbras? – me acerque a la puerta – nos es normal verte aferrado…
  • Ella estuvo aquí – me interrumpió.

Ahora todo tenía sentido. Por eso cada vez que podía regresaba a su habitación y se encerraba hasta que se viera obligado a salir. No se desquito con Cruz por llevarse a Victoria porque el cabron se escondió aquí mientras él los buscaba como loco y ahora le estaba agradecido.

  • Tienes que decirle quién eres – le di un último vistazo – o cuando lo descubra lo tomara a mal porque tú siempre fuiste… olvídalo.

Sali de inmediato regalándome a mí mismo porque no podía dejar que esto continuara. Las cosas tenían un orden y el de esto no era el momento indicado. La traición debía golpearla y el debía de estar ahí para consolarla.

Caminé a la salida y mostré mi pase de tres horas. Me pusieron el grillete y seguí caminado para encontrarme con el infeliz que pronto se casaría.

  • ¿A dónde vas 4? – odiaba esa estúpida sonrisa en su rostro.
  • Iré a la joyería y a comer una pastelería – impuse serio mientras verificaba mi permiso.
  • Un regalo especial supongo para la novia de Laos.

Lo tolere ya que sabía que moriría en cuestión de horas. No me importaba si iba a ser a manos de su futura esposa o por los otros hijos de puta, pero si era una lástima no poder verlo retorcerse mientras pedía clemencia.

  • Algo así – tome mi permiso y pase por las dos últimas puertas de acero reforzado.

En cuanto las abrieron corrí hacia el bosque y me hice uno con mi naturaleza. Era mucho más fácil de viajar y rápido, además. En unos 15 minutos estaba en la ciudad así que fui a mi primera parada.

  • Buenas tardes – apunté y comencé a ver los collares.

Aquí el exceso y el lujo era evidente y no encontraba nada apropiado para ella. Debía de ser algo memorable y lindo para que me recordara, aunque no estuviera para ella.

  • Me pude mostrar este – señalé un cadena de plata que parcia ser bastante resistente.
  • Es un diseño muy simple pero muy hermoso señor – lo ignore.

Tome la cadena en mis manos y la jale un poco. No me gustaba el seguro así que le pedí que se lo cambiara y que también le pusiera el dije que le había pedido hacer hacia algunos meses.

  • Lo tendré listo en una horas – apunto.
  • Lo necesito dentro de una hora y media – puse el dinero sobre la vitrina – No me haga esperar más de lo necesario.

Sali de la joyería y camine a la pastelería. Vi el reloj y tenía tiempo de sobra.

  • Quiero pay de limón y de ese también – le señala a la anciana del mostrador.
  • Se lo llevaremos en un instante a su mesa señor – me contesto amable.

Me alejé y me senté en el fondo del establecimiento a la espera, pero los cabrones ya me estaban esperando desde antes jodiendo mi plan ya que no eran muy discretos.

  • Aquí esta – apunto una niñita que la hacía de mesera.
  • Gracias – le sonreí y la vi alejarse para ayudarle a su abuela.

Era la última vez que probaría esta delicia y quería disfrutarlo así que comencé a comer tratando de grabar en mi mente su sabor.

  • Señor Bayer – el sujeto se sentó frente a mí.

Hice una mueca porque tendría que parar de comer, pero después de todo debía de acabar con esto de una vez por todas.

  • Un gusto – apunte y tome otra cucharada de ese delicioso pay – espere que no le moleste si continúo comiendo.
  • Por supuesto que no siempre y cuando me conteste mis preguntas – me dio una sonrisa de lo más falsa el niño que jugaba a ser adulto.
  • Le escucho – mire a mi ruta de escape por si algo salía mal.
  • ¿Quisiera saber cómo consiguió la información? – este sujeto era tan predecible.




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