No esperaba mucho de el pero esperaba que le cara de gargajo cumpliera con su palabra y no porque la haya cagado se desquitara conmigo. Tenía aun plan B por supuesto pero el problema aquí era el que el margen de error aumentaba y me podrían tomar con un estúpido más.
El me ignoro y lo encontré recostado en su cama destendida mientras abrazaba la colcha. Pensé que estaba enfermo y me acerqué, pero estaba dormido. Lo sacudí y sus ojos asesinos me saludaron.
Tal vez no me gustaría la respuesta, pero muy raro verlo de esa forma que daba un poco de miedo con lo estúpido y loco que es.
Ahora todo tenía sentido. Por eso cada vez que podía regresaba a su habitación y se encerraba hasta que se viera obligado a salir. No se desquito con Cruz por llevarse a Victoria porque el cabron se escondió aquí mientras él los buscaba como loco y ahora le estaba agradecido.
Sali de inmediato regalándome a mí mismo porque no podía dejar que esto continuara. Las cosas tenían un orden y el de esto no era el momento indicado. La traición debía golpearla y el debía de estar ahí para consolarla.
Caminé a la salida y mostré mi pase de tres horas. Me pusieron el grillete y seguí caminado para encontrarme con el infeliz que pronto se casaría.
Lo tolere ya que sabía que moriría en cuestión de horas. No me importaba si iba a ser a manos de su futura esposa o por los otros hijos de puta, pero si era una lástima no poder verlo retorcerse mientras pedía clemencia.
En cuanto las abrieron corrí hacia el bosque y me hice uno con mi naturaleza. Era mucho más fácil de viajar y rápido, además. En unos 15 minutos estaba en la ciudad así que fui a mi primera parada.
Aquí el exceso y el lujo era evidente y no encontraba nada apropiado para ella. Debía de ser algo memorable y lindo para que me recordara, aunque no estuviera para ella.
Tome la cadena en mis manos y la jale un poco. No me gustaba el seguro así que le pedí que se lo cambiara y que también le pusiera el dije que le había pedido hacer hacia algunos meses.
Sali de la joyería y camine a la pastelería. Vi el reloj y tenía tiempo de sobra.
Me alejé y me senté en el fondo del establecimiento a la espera, pero los cabrones ya me estaban esperando desde antes jodiendo mi plan ya que no eran muy discretos.
Era la última vez que probaría esta delicia y quería disfrutarlo así que comencé a comer tratando de grabar en mi mente su sabor.
Hice una mueca porque tendría que parar de comer, pero después de todo debía de acabar con esto de una vez por todas.