En cuanto llegue supe de inmediato que había miles de preguntas nada agradables y aunque ninguno dijo nada sabía que ya sabían. La única que parecía estar feliz por mí era Raquel que me abrazo mientras Eva seguia buscando el mejor punto para mandar el muro al suelo.
Varios meseros salieron de la nada con charolas y charlas de copas para el brindis. Tomamos una somo los demás, pero como dijo el entrenador no bebimos y tomamos nada. No sabíamos por qué no lo había dicho, pero todo lo que nos decía era por una buena razón.
El sujeto del reloj gigante vestía un traje negro con un micrófono llamando la atención de todos y los reflectores sobre el dejando a la sombra sus acompañantes que se escondían en la oscuridad.
La copa casi se cae de mis manos cuando vi a esos tres del otro lado del sujeto como esfinges. El temor se apodero de mí y las dudas comenzaron a brotar en mí.
¿Y si el Antonio que conocía no existe y me entrega a ese maniático para que permanezca aquí?¿si de verdad los trato como unos hijos y por eso le son leales? ¿si lo que dijo el entrenador era mentira y si no hay salida de este maldito lugar después de todo?
Mire alzo demás y ellos a mí. Todos estábamos impactados por el discurso del futuro prometedor porque sabíamos que era posible y tenía conque. Dediqué un último vistazo al balcón e hice de tripas corazón.
Nadie me iba detener y mucho menos ese trio que brindaba a gusto. Me destrozaría el corazón, pero si tenía que olvidarlos una vez más para regresar con mi familia y estar de nuevo juntos, aunque mataran me consolaría en la tumba el que siguen vivos lejos de esta mierda.
(Es hora de comenzar a actuar)
La música comenzó a resonar con mucha más fuerza y nosotros seguimos en nuestras posiciones cubriendo a Eva que estaba en suelo pegada en la pared. Tardo unos minutos, pero cuando encontró el punto correcto no los hizo saber.
(¿Leonardo vienes por voluntad o tengo que ir a secuestrarte?)
Volví a intentar comunicarme.
(Ya vamos así que no te enojes)
Al escuchar su respuesta un peso de encima se fue de mí. Miré a los demás y asentí para tomaran posiciones. Deje la copa en bandeja de un mesero que trataba de recuperar las que pudiera ya que muchos las estaban lanzando al suelo para romperlas.
La tensión era palpable y aunque tenía unas ganas inmensas de quitarle el casco y pedirle una explicación me contuve. Cerré lo puños y le di un último vistazo. A estas alturas él sabía que era yo y que yo sabía que era el pero no era momento de hablar.
Asentí y me quité uno de los guantes mirando alrededor. Le di un vistazo a Félix y el me asintió dándome el apoyo que necesitaba. Me abrí paso en donde estaba Eva y me arrodillé mientras los demás de paraban detrás de nosotros.
Ella me tomo de la mano y la coloco sobre la pared indicándome en donde tenía que colocar mis raíces le asentí y coloqué mi otra mano.
(Voy a comenzar)
Cuando dije eso pude ver como pequeñas chispas saltaron del cuerpo de Ezequiel listo para el ataque dando por comenzado el plan.
Cerré los ojos y dejé que el calor se apoderara de mí. Estaba vez fue con violencia debido a todas la emociones que había contenido que me costaba enfocarlo por lo que abrí los ojos y vi mis raíces abrirse paso por el cemento. Eso me dio un poco de confianza y los cerro de nuevo recordando todo la mierda que me habían hecho este lugar. El dolor y rencor me alimentaron y escuche como los muros empezaban a caer.
Sonreí aliviada lista para lo que segua cuando el impacto me sacudió.