A veces la necesidad de tener a alguien a tu lado, es muy esencial, tanto como respirar, sentir el apoyo y la ayuda incondicional de alguien. Un ancla humano.
Una mano amiga, un beso, un abrazo, una caricia de consuelo, en los momentos malos, pésimos y horribles de nuestra vida.
Esos momentos en los que no cualquiera se queda contigo...
Esos momentos dónde te das cuenta la cantidad de hipócritas en la que te encuentras rodead@...
Esos momentos dónde te das cuenta, quienes son tus verdaderos amigos, se quedan contigo, te apoyan y no piden nada a cambio.
Esos momentos dónde elijes una y mil veces darte cuenta y conocer realmente a las personas que te rodean.
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