De Taxista a Presidente

La prensa

Beto pasó media noche sin dormir. Aunque no quisiera pensar en el asunto y aunque no tuviera nada por resolver, en su mente seguían dando vueltas los hechos insólitos de aquella noche. De repente Miranda se movía en la cama y él se daba cuenta de que ella también estaba despierta, pero no se dijeron nada. No había nada que decir y no sabían qué iba a pasar. Ellos no habían pasado nunca por algo así. Nadie en el mundo había pasado nunca por algo así.

Pero a pesar de todo Beto se durmió.

Cuando se despertó fue como un día cualquiera por un rato. El despertador a las seis, el dolor en la espalda, las pantuflas en los pies.

Para cuando llegó el momento de la ducha ya había recordado la Cadena Nacional y la confusión de los números de documento. Pero a la luz de la mañana todo le pareció más simple. Pensó que cuando llegara al taxi y encendiera la radio escucharía que el error se había arreglado y que Castellar asumiría la presidencia como era debido en Diciembre.

Tomó un café recalentado y bajó en el ascensor marrón.

Cuando salió a la calle se encontró con cuatro o cinco periodistas munidos de micrófonos, algunos acompañados por camarógrafos, que al ver a Beto reaccionaron repentinamente y se le fueron encima. Lo rodearon y lo apretujaron desesperados, como si se tratara de la celebridad más esquiva, y empezaron a ametrallarlo a preguntas.

- ¿Va a ser presidente?

- ¿Sabía del cambio de DNI en la lista?

- ¿Usted trabaja para el gobierno de Aguirre?

La sorpresa no lo dejaba hablar, pero esto no hacía que los periodistas dejen de preguntarle cosas ni que dejen de empujarlo. Cuando la espalda de Beto chocó contra la pared su sorpresa se transformó en incomodidad.

- Paren un minuto... un minuto... – les dijo a los noteros, como si estuviera hablando con gente común, pero los ellos siguieron preguntando cosas, incluso repitiendo con naturalidad las mismas preguntas.

- ¿Va a ser presidente?

- Me están apretujando, un pasito para atrás... – insistió Beto.

- ¿Sabía del cambio de DNI en la lista?

Beto empezó a perder la paciencia, pero se contuvo.

- Si ya te escuché lo que pasa es que me estás pisando el pie... ¿puede ser un pasito para atrás? ¿Captan igual el sonido esas cosas, no?

- ¿Usted trabaja para el gobierno de Aguirre?

Beto estalló.

- ¡PERO BASTA CARAJO!!!! – Les gritó con una seguridad y una autoridad que hizo que los periodistas se quedaran mudos. Beto aprovechó el momento de silencio y arremetió sin pensar, sin tener conciencia de la cantidad de gente que lo estaba viendo por la tele, entre ellos por supuesto el mismísimo Alberto Castellar y el presidente Aguirre.

- ¡Les digo que me están apretujando! ¿No pueden dar un pasito para atrás? ¡No me voy a ir a ningún lado, les voy a contestar! Yo sé que están laburando, pero paremos con esa locura... ¿Qué les pasa? Un pasito para atrás, vamos.

Los periodistas, entre confundidos y avergonzados, dieron lentamente un paso para atrás y formaron un pequeño círculo alrededor de Beto, dejándole espacio para moverse.

- Ahí está... ¿Ven? Así estamos todos más contentos...  A ver, entonces... de a uno... empecemos por este lado.

Beto señaló al primer periodista a su izquierda, un joven que, algo desconcertado, toma la palabra.

- Castellar, usted va a...

Beto lo interrumpió con confianza.

- Me dicen Beto, todos me dicen Beto.

- Ah, bueno Beto entonces... ¿Va a ser presidente?

- ¡Pero no! Esto es una locura. Yo soy taxista.

Estas palabras provocaron un murmullo de desconcierto en los periodistas, que se miraron entre ellos, incrédulos, sorprendidos.

Beto lo notó y le afloró un tono indignado y burlón.

- ¡Ayyy!!! ¿Qué les pasa a las señoritas? ¿Se pensaban que era un licenciado? ¿Un abogado, un doctor?  ¡Soy tachero y no me da vergüenza! Me paso el día con el culo en el taxi para darle de morfar a mi familia para que ustedes vengan y digan “Ahhhhh... es taxista”

- Pero entonces ¿No tiene nada que ver con el Frente Argentino?

- Bueno, ahora que pregunta, fijesé... anoche estuve haciendo memoria ¿no?... y resulta que yo estaba afiliado a un partido que después pasó a formar parte del Frente Argentino... Se llamaba “Bandera Libre” era del sindicato de peones de taxi... y bueno... prometían aumento y me afilié... puede venir por ahí la confusión.

- Pero hoy por hoy habría posibilidades de que tenga que asumir como presidente...

- No creo, no... esto se va a arreglar...

- En todo caso ¿Cuáles son sus ideas políticas?

Beto dudó un segundo.

- No, no tengo ideas políticas yo...

- Por ejemplo ¿Qué opina del impuesto a las ganancias en los salarios?

Repentinamente Beto pasó a hablar con total libertad y hasta algo de pasión, como si estuviera en la mesa de un bar.

- Ah, eso es una cosa terrible... Mirá, yo por suerte me pude comprar el auto, pero en una época fui empleado. ¿Vos sabés lo que es ver que el patrón se llena de guita con TU laburo y encima que vengan del estado a sacarte una parte del sueldo? ¡Eso te envenena, te idigna!




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.