Beto entró a su departamento de la manera más rutinaria posible. Su mujer y su hijo estaban juntos en el sillón, concentrando sus miradas sobre la pantalla de la netbook que le habían dado en la escuela a Esteban. Al ver a Beto saltaron como dos resortes nerviosos.
- ¡Llegaste!!!!
- ¡Tenías el celu apagado Pá!!!
Beto se dejó caer sobre otro silloncito y exhalo algunas palabras.
- Es que me llamaban periodistas todo el tiempo, me volvían loco, no sé como consiguieron el número...
- Ay, se los di yo. – dijo Miranda.
- ¿Por qué?
- ¿Y por qué no? ¿Qué tiene de malo que te hagan unas notas?
- ¡Es que no me dejaban trabajar tranquilo!
- ¡Pero papá! ¡Sos trending topic!!! – interrumpió Esteban, anormalmente entusiasmado.
Beto lo miró un instante, tratando de encontrar en su cara alguna clave para traducir los sonidos inconexos que acababa de escuchar.
- ¿Es algo en inglés?
Miranda tomó las riendas de las explicaciones.
- ¡Quiere decir qué todo el mundo habla de vos en internet!
- Ah... ¿Y hablan bien?
Esteban le sonrió y le alcanzó su netbook. En la pantallita gastada se veía una página de twitter. El dedo de Estaban le señaló a Beto las tendencias.
- ¡Fijate!
En la pequeña lista de frases azules sin espacio entre letras y encabezadas por un signo numeral, podía leerse: #PeroBastaCarajo #CastellarvsCastellar #DeTacheroAPresidente.
Beto la miró en silencio. Miró toda la página. Se tomó unos veinte segundos.
- No entiendo un carajo hijo.
Esteban manoteó torpemente la netbook y abrió una página de youtube. Ahí se veía un video sacado del noticiero de la mañana donde habían entrevistado a Beto en la puerta del edificio. El título del video era simplemente “PERO BASTA CARAJO!”
- Mirá papá, tiene casi 200.000 visitas en un día, es impresionante.
Beto miró, todavía confundido, como Esteban reproducía el video y se veía el momento en que los periodistas lo estaban empujando contra la pared y él los frenó en seco gritándoles “PERO BASTA CARAJO!”. En el video ese momento se repetía una y otra vez desde distintos ángulos. Esteban se rió un poco.
- Jajaja está buenísimo.
Beto miró alternativamente a Miranda y a Esteban, esperando alguna clave para entender lo que estaba pasando. ¿Qué tenía de interesante ese video? ¿Por qué su hijo sonreía como en Navidad a los seis años?
- Les juro que no entiendo una mierda.
- Beto... sos famoso.
- Pero... ¿Por qué?
- ¡Porque vas a ser presidente tarado!
Beto, abrumado, dejó que su mirada se perdiera en la nada por un momento, pero sus pensamientos no se ordenaban. Repentinamente se paró, caminó con pasos largos y rápidos hacia el baño y cerró con fuerza.
Miranda y Estaban se quedaron estupefactos, algo decepcionados.
Al momento Beto asomó la cabeza desde el baño.
- Me voy a comprar otro chip para el celular. ¡Y no le tienen que dar el número a nadie!!!!