De Taxista a Presidente

El pan y el queso

El verano hacía insoportable estar sentado al sol, por eso los taxistas tenían una costumbre grupal de ir moviendo la mesa acompañando la sombra de un árbol. Ya ni necesitaban hablarse para hacerlo, cuando uno levantaba un poquito la mesa el que estaba del lado opuesto automáticamente hacía lo mismo y juntos la corrían hacia la sombra. Casi ni se daban cuenta de que lo hacían, porque tenían temas más importantes que discutir.

- Te juro que me quedaba dormido, un embole, no se puede jugar así viejo... dejá de hacer tiempo ¡Jugá al fútbol!- vociferaba Ramiro y Pepe le contestaba obstinado:

- ¿Se ganó o se perdió? ¿Eh?

- Así no vale la pena ganar.

- ¡Se ganó! ¡SE GA-NÓ!

- Eso no es fútbol. ¿No te parece Beto?

                Terminando de darle un mordisco a su bondiolita completa, Beto opinó con calma, seguridad y subjetividad, casi como un profesional de la opinión sobre partidos.

- A mí no me gustó el partido.

- ¿Pero para vos jugaron mal, Beto?

- No, mal no... jugaron para el resultado, a mí no me gustó.

Desde la punta Oscar soltó un comentario divergente y polémico.

- Para mí tendrían que cambiar un poco las reglas para que sea más divertido.

- ¿Qué decís?- reaccionó Pepe- ¿Como los yankees que querían hacer un arco de 14 metros pa’ que haya más goles?

Todos rieron. Siempre es gracioso hablar de los yankees y el fútbol.

- ¡No, eso es una pelotudez!- explicó Oscar- Pero por ejemplo, cuando yo era chico no podías hacer tiempo, te cagaban a pedos.

- Pero eso no es una regla Oscar, es una actitud – intervino Beto dándole otro mordisco a la bondiolita.

- Pero había otras reglas, como “Penal Gol Gol”.

- Eso es la ley de ventaja – dictaminó Ramiro.

-¡Bueno no sé! ¡Cuando yo era chico era más divertido!

- ¡Porque vos eras chico!- concluyó Beto y todos volvieron a reír.

Se quedaron en silencio un momento, tal vez recordando. El calor parecía provocar un zumbido grave.

- Estaría bueno que hagan “PAN Y QUESO”-soltó irresponsablemente Oscar.

- ¿Pero cómo van a hacer PAN Y QUESO??? – dijo Ramiro al borde de la indignación.

                “Pan y queso” era un ritual infantil para determinar quién era el primero en elegir jugadores para su equipo. Los dos mejores futbolistas caminaban uno hacia otro en pasos cortos, tan cortos que apoyaban el talón contra la punta del pie anterior, y a cada pisaba uno decía pan y el otro decía queso. Cuando los concursantes se juntaban, aquel que con su pie pisaba la punta del contrario resultaba ganador y elegía primero. Esto era importante porque daba la posibilidad a elegir al mejor jugador de los presentes.

Esto es lo que Oscar estaba proponiendo y tuvo que explicarse ante la mirada transpirada de los comensales.

- Y ponele un partido de exhibición, a beneficio o algo así... ponés 22 jugadores de primera y que dos hagan “PAN Y QUESO” y vayan eligiendo a los que quieran...

                A Pepe pareció gustarle la idea:

- Ah sí, estaría buenísimo... Messi para acá, Agüero para allá... jajajaja...

- ¡Claro, algo así digo yo!

Nuevamente se quedaron en un silencio caluroso. Beto perdió la mirada en los árboles y pensó qué bueno era poder volver a hablar de aquellos temas.

Despiste terminó de comer su sánguche y se quedó mirándolo.

- Che Beto...

- ¿Qué? – contestó como despertando de una siestita.

- ¿Al final no vas a ser presidente?

Todos estallaron en una rotunda carcajada.




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