dead in life

N✨️

Me encontraba en mi cuarto, preparándome para mi primer día de clases en este nuevo instituto donde estudiaría inglés. Esta vez no arruinaría nada. Todo en mi vida parecía marchar perfecto: iba a estudiar, no lo que más me gustaba, pero sí algo que me serviría para lograr lo que realmente quería hacer. Estaba con la persona que quería estar; no sabía si era el indicado, pero todo parecía señalar que sí. Y, por primera vez, creía estar enamorada.

Me apresuraba a buscar algo que ponerme lo más rápido posible, porque
No podía llegar tarde. Aunque, para ser sincera, sabía que eso difícilmente sucedería; me conocía y sabía lo mucho que demoraba escogiendo ropa, y esta vez no sería la excepción. Abrí el armario y comencé a revolver prendas, probándome una y otra vez distintas combinaciones. Nada me convencía del todo.

Mientras me miraba al espejo, tratando de decidirme, escuché el leve timbre de un mensaje en mi celular. Me acerqué y lo tomé sin prisa… pero cuando vi el nombre en la pantalla, el corazón me dio un vuelco. No era él, no era nadie que esperara… y sin embargo, ese mensaje cambiaría por completo mi día.

.......

Me quedé mirando la pantalla unos segundos, dudando si abrir el mensaje o no. Finalmente lo hice.
Era de un número desconocido: "Nos vemos pronto".
No había más. Ningún nombre, ninguna pista. Fruncí el ceño, sentí un pequeño escalofrío, pero lo dejé pasar. Ya tendría tiempo de averiguar quién era.

Guardé el teléfono en mi bolso, tomé la primera ropa que me pareció medianamente decente y salí de casa apresurada. El aire fresco de la mañana me despejó un poco la mente, y al llegar al instituto, el bullicio de estudiantes entrando y saliendo terminó por hacerme olvidar el misterioso mensaje… al menos por un momento.

En el salón, el profesor nos dio la bienvenida y comenzó a presentarnos. Fue así como conocí a Eli, una chica risueña con una risa contagiosa; a liz, tranquila y algo tímida, pero con una mirada curiosa; a Alex, un bromista que no parecía tomarse nada en serio; y a Max, callado, pero con una sonrisa que transmitía confianza. Poco a poco fuimos rompiendo el hielo, y para cuando terminó la clase, sentía que, tal vez, este nuevo lugar no sería tan extraño después de todo.

Al final del día, regresé a casa algo cansada, pues el instituto no es nada cerca está a una hora y media de donde vivo bueno también dependiendo del trafico. Después de unos segundos me puse cómoda, encendí la lámpara de mi escritorio y me sumergí en los deberes que nos habían dejado. Mientras escribía y repasaba apuntes, no podía evitar que mi mente divagara hacia un pensamiento constante: lo mucho que anhelaba estudiar aquello que realmente me apasionaba. Lo que estaba haciendo ahora era solo un paso más, un escalón hacia ese sueño.

Pero, en medio de esos pensamientos, mi celular volvió a vibrar.
Era otro mensaje del mismo número desconocido: "Más pronto de lo que imaginas".

Esto ya me estaba colmando la poca paciencia que me quedaba, así que decidí bloquear el número. Seguramente era algún desocupado intentando molestarme.

De pronto, mi teléfono volvió a vibrar. Esta vez sí era un mensaje de mi novio:

"Hola, preciosa. Discúlpame, sé que he estado desaparecido toda la mañana; solo he estado ocupado en el trabajo."

No estaba del todo molesta, para ser sincera. Con todo lo nuevo que estaba ocurriendo en mi vida, apenas había tenido tiempo de pensar en él durante el día. Después de todo, entre la emoción, los nervios y las caras nuevas, mi mente había estado en otro lado.

Tras una larga charla por teléfono, en la que me contó sobre su día y yo le relaté mis primeras impresiones del instituto y de mis nuevos compañeros, sentí que mi ánimo se relajaba por completo. Su voz, como siempre, me transmitía calma.

Cuando colgamos, quedé en silencio por unos segundos, observando el techo de mi habitación. La luz tenue de la tarde comenzaba a colarse por la ventana. Tenía deberes por terminar, pero no podía evitar pensar en lo rápido que todo estaba cambiando. Era como si mi vida estuviera tomando un rumbo distinto, uno que me asustaba y emocionaba al mismo tiempo.

Me senté nuevamente en el escritorio, dispuesta a concentrarme… hasta que, de reojo, vi la pantalla de mi celular encenderse.
No era mi novio.
No era un número guardado.
Y lo más inquietante: yo juraría haber bloqueado ese contacto.

El mensaje decía: "Bloquearme no servirá de nada."

Ya empezaba a preocuparme. ¿De verdad existe gente tan desocupada como para perder su tiempo molestando a alguien solo por un rato de diversión? Pues no lo sé, pero de algo estaba segura: yo jamás me dejo intimidar.

—Y a mí no me interesa. Sea quien sea… búscate una vida. Adiós, bloqueado.

No tenía ánimo de seguirle el juego a quien quiera que fuese, así que decidí mejor irme a dormir.

A la mañana siguiente, traté de arreglarme lo más rápido posible… y lo logré, porque en un abrir y cerrar de ojos ya iba camino al instituto. Estaba a bordo del autobús, un poco mareada. Tal vez no estoy tan acostumbrada a viajar en transporte público, o quizá eran esos mareos frecuentes que a veces me daban. Supongo que eran consecuencia de mis malas decisiones del pasado.

Después de un buen rato, llegué al instituto. Las clases pasaron más rápido de lo que pensé. No fueron tan estrictos, quizá porque aún estábamos en los primeros días y todos seguíamos adaptándonos.

Esta vez hablé mucho más con mis compañeros, especialmente con Liz y Eli. Nos quedamos conversando después de clases, sentadas en una banca del patio, mientras el sol de la tarde nos daba en el rostro. Compartimos risas, anécdotas y un poco de nuestras historias personales.

En algún momento, Liz me preguntó si tenía novio. Sonreí y respondí con un simple “sí”, sin entrar en detalles. No era el momento ni el lugar para hablar mucho del tema, así que lo dejamos pasar.



#502 en Joven Adulto
#5593 en Novela romántica

En el texto hay: romace, historia, dolor

Editado: 28.08.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.