Aun sintiéndome sucio por lo que había hecho, arrastré ambos cuerpos bajo la mirada de Jaxon detrás, me detuve en frente del río y sin pensarlo los lancé a ambos.
Me sentía culpable, si, pero de no haber protegido a mi amigo, no de haber matado a unos hijos de puta.
Llamamos a la policía y a la ambulancia avisando lo que había pasado, pero antes nos deshicimos de todas nuestras armas lanzándolas al río.
Miré mi teléfono, el mensaje de Mike continuaba ahí "Mi jefe se dio cuenta que están ahí, ha mandado a tipos a dispararle a la casa, salgan de ahí". Borré el texto sintiéndome aún peor.
La policía y la ambulancia no tardaron en llegar, miraba a mi amigo en el suelo y sentía que me faltaba aire para respirar.
Los enfermeros que venían dentro de la ambulancia se percataron de que Ian estaba muerto y la policía se interpuso, llamaron a la brigada de homicidios y nos subieron al carro policial para interrogarnos mientras a Dante se lo llevaban en la ambulancia.
No quería creer lo que había pasado, mi cabeza daba vueltas y Jaxon estaba en el mismo shock en el que me encontraba yo. Mi mirada estaba perdida a través del vidrio del auto de los policías, sentía tanta rabia e impotencia por no haber actuado antes. Ian era diferente, pero el puto destino hizo que nos conociéramos para que terminara como lo ha hecho hoy. Nunca debió haberme conocido y nunca debí haberlo traído acá. Nunca debí poner en riesgo la vida de mis amigos, esa bala debería haberle dado a mi espalda, no a la de él. Yo merezco morir, no una persona tan buena y honesta como él siempre lo ha sido.
-No puedo creer esto -Escuché a Jaxon a mi lado.
Lo miré unos segundos. Jaxon creció como yo, tal vez nos parecemos mucho en este sentido, pero demonios... Ian no.
La policía nos interrogó alrededor de una hora, nunca admitimos que habíamos matado a personas, sólo confesamos que había un tipo que no sabíamos su nombre que había secuestrado a Dante por problemas que tenía conmigo, pero que yo no lo conocía, o al menos eso pensaba. La policía nos creyó, al parecer nos veíamos bastante afectados por la situación y en realidad lo estábamos.
Las chicas se encontraban todas en el departamento de Dante y la verdad no fui capaz de llamar a Cailín para decirlo todo lo que había ocurrido, necesitaba verla y que me contuviera porque iba a matarlos a todos cuando los tuviera en frente. Le pedimos a la policía que tuviera respeto y no hicieran público lo que había pasado y que nosotros nos encargaríamos de avisarle a las familias.
Llegué envuelto en sangre a casa, Jaxon no tanto, pero a ambos nos delataba lo mal que estábamos. Odio admitirlo, pero sólo quería llorar.
Abrí la puerta del departamento y todas que estaban sentadas en el living nos quedaron mirando.
-Caín -Escuché la voz ahogada de mi mujer. No aguanté más.
Comencé a golpear todo lo que había a mi alrededor y a gritar de impotencia, no me importó que todas estuvieran mirándome, estaba desgarrandome el pecho ocultar todo lo que tenía adentro. El primero que me detuvo fue Jaxon y los gritos de todas, caí sentado a la alfombra llorando, ella se agachó frente a mí también llorando desesperada.
-Calmate por favor mi amor -La escuché llorando. -Dime qué ocurrió Caín ¡¿Que paso?! -Comenzó a alterarse y a llorar aún más fuerte.
Jaxon no hablaba.
-Mataron a Ian -Articulé con impotencia. -¡Lo mataron! -Le grité con desesperación. -¡Lo vi morir en frente de mis ojos Cailín!
Ella cubrió su boca con ambas manos y comenzó a llorar, pero se estrelló contra mi cuerpo abrazándome.
Yo no sé quién más estaba en esa habitación, pero sólo escuché llantos desgarradores y gritos, luego que alguien salió corriendo hacia afuera. Annie y Jaxon se mantuvieron con nosotros.
-Ven Caín, ven -Escuché la voz de Cailín, se puso de pie y me tendió su mano. Me puse de pie y la seguí hasta la habitación, entramos al baño y ella cerró la puerta con pestillo. Ella estaba protegiéndome y protegiendo mi dolor. -Tranquilo Caín -Beso mi frente y luego tomó mis manos.
-Dante esta en la clínica -Le dije y ella no reaccionó. -Él estará bien.
-Lamento mucho todo lo que pasó -Lloró mirándome.
-Yo también, realmente yo también lo lamento. No puedo vivir así Cailín, no puedo Lloré mirándola a los ojos.
CAILÍN TAYLOR
Aunque quería sentirme feliz porque Dante estaba con vida y en la clínica no pude hacerlo, Ian estaba muerto y yo todavía no podía asumir lo que Caín me decía.
Se veía tan destruido, desprotegido y débil. Me miraba como si todo lo que hiciera estuviese mal, me convencía de que ya no podía seguir adelante así y yo intentaba mantenerme fuerte aunque la noticia me haya golpeado tan mal como a él.
-Si puedes Caín -Bajé la voz mirándolo a los ojos. -No eres el culpable de toda esta mierda.
-¡Lo soy Cailín! ¡Soy el culpable de que todo se vaya a la mierda! -Gritó desgarradoramente. -Y yo realmente quiero cambiar ¿Sabes? Me están destruyendo y yo no puedo más, estoy asustado de todo y nunca me había sentido tan débil
Realmente me dolió escucharlo decir eso. Caín es una roca y me he acostumbrado tanto a que sea inquebrantable que verlo débil me asusta y me desespera, pero no lo dejaré caer jamás.
-Ellos quieren verte en el suelo, quieren verte decaer y tu no eres débil. Eres la persona más poderosa que he conocido -Tomé su rostro con ambas manos -No eres el culpable, créelo.
-No debí nunca conocer a personas tan buenas ni entrometerlas en mi vida.
-Tu también eres bueno y siempre lo has sido, eres una gran persona Caín y sé que lo sabes -Lo miré con angustia.
-Soy igual a ellos -Bajó la voz y su mirada también.
-No -Lo detuve y él se quedó mirándome fijamente. -Tu sabes amar, Caín. Y ellos nunca van a poder hacerlo porque sólo tienen odio dentro de sus pechos, pero tu eres mejor que eso.