Un mes después...
Ha pasado exactamente un mes desde que falleció Ian y encontraron a Dante. Lentamente nos hemos ido recuperando por la pérdida de nuestro amigo, lo hemos ido a visitar al cementerio o pasamos tiempo con su familia. Ellas parecen estar algo más tranquilas, pero su vida ajetreada, ambas chicas estudian y su madre trabaja muy duro para ayudarlas.
Dante aun no despierta, y a veces pienso que nunca despertará. Lo vamos a ver todos los días, tenemos acceso para estar con él desde las diez de la mañana hasta las seis de la tarde y en ningún momento está solo. Sus ojos permanecen cerrados y la única manera de que respire es estando conectado a una máquina. Los doctores dicen que él estará bien, queremos creerles, pero no soportamos ver pasar el tiempo sin ninguna reacción. Dante está estable después de todo.
Caín y yo estamos más juntos que nunca, cuando éramos más jóvenes siempre corríamos cuando había problemas o también nos separábamos, pero ahora no es así. Tendremos una familia y nada ni nadie hará que nos separemos una vez más. Él me apoya en todo este proceso, es muy difícil tener a un familiar en las condiciones de Dante.
Zoe le habla, llora y hasta ríe contándole cosas. Ella lo único que quiere hacer cuando mi primo despierte es unos ricos panqueques de los que le gustan a él.
Mi tía está yendo al psicólogo una vez a la semana, está muy mal y dice que ya no le quedan ganas de seguir luchando, la mujer que la atiende nos comentó que ella estaba sufriendo una depresión, pero que saldría adelante si la ayudamos.
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-No te hace bien llorar todo el día -Me dijo Caín. Lo miré en silencio y rápidamente sequé mis lágrimas.
A veces cuando estoy sola no puedo evitar que las lágrimas recorran mis mejillas, yo simplemente no puedo soportar que mi primo no despierte y que se pierda todo lo que hay aquí afuera.
-Todo está bien -Me puse de pie
Iba a salir de la habitación y Caín me detuvo del brazo, sus ojos claros se quedaron mirándome fijamente.
-No me mires así -Reclamé molesta.
-Me daré una ducha para ir al hospital.
Asentí en silencio.
Thomas se había devuelto a Inglaterra junto a Anthony y su mujer. Necesitaba a mi amigo en este momento tan cruel porque realmente Thomas y sus chistes son más crueles que éste momento.
Encendí la televisión y estaban pasando las noticias, fijé mi atención en que estaban hablando de Caín y sus problemas. Estaba siendo muy mediático últimamente por haber sido visto en un bar y peleando con un tipo, también por la muerte de su mejor amigo y el retraso que está teniendo por estar quedándose en NY y no entrenando con Anthony en Inglaterra. También hablaron de mí refiriéndose a mi persona como "Cailín Taylor, la novia de Caín Bennet" diciendo que mi primo y mejor amigo del mejor boxeador nacional y próximamente internacional estaba en coma y estábamos pasando por momentos difíciles y de alto "estrés". ¿Cómo es que se enteraban de todo? Yo no sé si hay alguien siguiendo a Caín a todos los lugares o qué. La prensa no sabe que estoy embarazada y espero que no sepa hasta que nazca nuestro bebé. El día en el hospital fue como siempre. Ninguna novedad y sólo lágrimas. De mi parte ya no quedaban muchas, sólo hablaba con mi primo por largo rato contándole todo lo que había pasado día a día, le decía que Zoe estaba muy mal y que por favor viniera de vuelta al mundo porque en realidad habían personas que realmente lo necesitábamos para avanzar. Dante estudió educación física, y estaba desenvolviéndose con gente joven en un club deportivo en NY, tienen alrededor de catorce a dieciséis años, son de bajos recursos y por todo lo que me ha contado Zoe y lo que me pudo decir Dante antes de toda esta mierda, es que los jóvenes realmente lo querían y que se llevaban bien. Habían ido a campeonatos y hasta ganaron una medalla. He visto a jóvenes venir a entregarle regalos, otros lo saludan y se van, algunos se quedan más rato, pero terminan yéndose algo desanimados. Un chico le colgó en la pared una nota que decía "Regrese pronto profesor, sin usted el equipo no funciona". Me rompe el corazón entrar a la habitación de mi primo y ver cosas tan coloridas ahí y él durmiendo sin poder darse cuenta que realmente hay gente que lo necesita y lo quiere.
Soy una persona que cree en el karma y en que la vida es 360 grados, pero creo que no hemos sido tan malos para que todo esté saliendo tan mal.
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Llegamos al hospital a las nueve de la mañana, corríamos por los pasillos en busca del doctor que veía a mi primo. Cuando llegamos afuera de la sala en donde atendían a Dante sólo pude pensar en una cosa:
Dante despertó
El doctor salió con una sonrisa en su rostro, nos saludó animoso y nos informó que mi primo había despertado. Fue como si el aire regresara a mis pulmones, pestañé un par de veces escuchando la voz del doctor y mi tía muy lejos, hasta que la mano de Caín me regresó a la realidad. Había despertado esta mañana, estaba shockeado con lo sucedido, pero pronto podríamos entrar a verlo; Me sentía tan feliz.
Lo abracé con fuerza cuando lo tuve entre mis brazos, él aunque estaba algo débil, intentó abrazarme. Las lágrimas no caían por mis mejillas, pero realmente estaba muy emocionada. Sus ojos claros se encontraron con los míos y finalmente me regaló la sonrisa que siempre me daba, de tranquilidad.
Caín lo abrazó igualmente, pero no se dijeron nada.
Estuvimos contándole a Dante las cosas que habían pasado, pero no quisimos hablarle sobre Ian mientras estuviese en el hospital, por lo mismo le pedimos a Annie y Jaxon que lo visitaran cuando llegara al departamento.
Una semana después dieron de alta a mi primo con algunos medicamentos y con consultas en el hospital. Su salud estaba bien, todos los exámenes indicaban que él no había perdido nada ni que tampoco algo estaba fallándole. Aun así el doctor nos pidió que fuésemos delicados a la hora de contarle alguna cosa.