Decadentes

C13

 

 

CAÍN BENNET

Luego de lo que me contó Cailín, intenté encontrar a Will Roberts en todos lados, pero no puede hallarlo, su número de teléfono no era el mismo y en la clínica no podían darme información personal de él. Me parecía absurdo, estaba tan molesto por la situación que estaba pasando Cailín ¿Por qué ella? Sólo deberían hacerme daño a mí y ya, no deberían entrometerla a ella en ninguno de mis putos problemas.

Inglaterra no es como mi antigua ciudad en donde ponía un pie en la acera y ya sabía lo que pasaba en la calle, he cambiado y creo haber cambiado para ser alguien mejor, pero es como si constantemente quisieran devolverme a mi antiguo yo. Ellos creen que no podré defenderme, lo que ellos no saben es que nunca se me olvida de donde vengo ni cómo soy. Antes de venir había estado hablando con Anthony para que fuera mi representante, quería que hubiese un filtro en las personas que se contactaban conmigo y nadie mejor que él podría hacerlo, él aceptó como lo veía venir.

Llegué a la conferencia de prensa temprano en la mañana, saludé a algunas personas que trabajaban para la marca y luego me quedé a un lado de Rick. Esta vez también estaría Chloe en la entrevista, pero no la vi hasta que estuvimos sentados frente a los periodistas y algunos fanáticos que habían dejado entrar.

La conferencia de prensa fue bastante rápida, hablamos sobre la línea de nuevos productos, dónde encontrarlos y también sobre los descuentos y concursos que estaríamos realizando. Chloe habló sobre algunos proyectos futuros y la verdad es que los periodistas no dejaban de querer indagar en mi vida personal, pero Chloe en vez de insistir en que contestara, cambió el tema radicalmente protegiendo mi imagen comentando que algún día yo daría una entrevista sobre mi vida, pero no lo haría en ese minuto.

–Gracias por eso –Le comenté a mi jefa en cuánto salimos de la conferencia. –No hay problema, Caín –Caminó a mi lado por el pasillo que nos llevaba al estacionamiento. –Nadie puede obligarte a responder cosas de tu vida privada, no quiero exponerte.

–Pensé que te molestaría.

–No –Se quedó mirándome. –Todos tienen una mala imagen sobre cómo soy, no

los culpo, pero no soy tan mala –Rodó los ojos. –¿Cómo está Cailín?

–Está bien, gracias por preguntar –Sonreí.

–Genial, mándale mis saludos –Me devolvió la sonrisa.

La vi subirse a un auto amarillo chillón y luego se marchó. No era tan mala como me la dibujaba Rick.

CAILÍN TAYLOR

–¿Qué haces aquí? –Le pregunté en cuánto abrí la puerta del departamento.

–Supe que renunciaste –Me miró fijamente.

–¿Y? Te he dicho que te mantengas alejada de nosotros, Corinna.

–Dios, Cailín... –Se removió inquieta –Déjame pasar, necesito hablar contigo.

Respiré profundo y la dejé entrar al departamento, ella se sentó en el sofá dejando su bolso a un lado y yo me senté frente a ella.

–¿Qué tienes ahora? ¿Un cuchillo? –Fruncí el ceño.

–Cuéntame que te hicieron, Cailín.

–¿Para qué? Ya basta, ni siquiera puedo confiar en ti, Corinna –Bajé la voz.

–Claro que puedes confiar en mí, no quiero perjudicarte, en serio.

–Me han amenazado –confesé temerosa. –Cientos de veces en la consulta y renuncié, tenía mucho miedo.

–¿Quién?

–Su nombre es Will Roberts –Contesté y ella abrió sus ojos un poco más de lo normal –¿Lo conoces?

–Si –Bajó la voz. –Y necesito que tengas eso –Abrió su bolso y de ahí sacó un sobre lleno de balas.

–Corinna...

–Cailín, por favor. Es un hombre muy peligroso –Me pidió con desespero. –Dime quién es y por qué lo conoces –Fruncí el ceño. –Dime si no quieres que llame a la policía ¿Cómo quieres que confíe en ti después de esto? ¡Lo conoces!

–Las personas de las que habla Will, esas personas que quieren ver mal a Caín están relacionadas con las que secuestraron a Dante.

Fue como si se hubiese detenido mi corazón, intenté respirar luego de ese comentario mientras ella me miraba fijamente a los ojos intentando que le creyera.

–¿Cómo sabes sobre el secuestro de Dante? –La miré con desconfianza. –¿Sabes a caso quién es Dante?

–Sé que es tu primo, sólo eso –Respondió. –Prometo que cuando sea el momento indicado te contaré todo, todo lo que sé y porqué lo sé, pero debes confiar en mí, Cailín.

–¿Por qué confiaría en ti, Corinna?

–Porque no tienes nadie más en quién confiar.

–Sólo confío en Caín.

–Caín no sabe nada y yo lo sé todo, por favor créeme.

–Está bien –Acepté.

--

Caín llegó tarde, y cuando iba a contarle lo que me había dicho Corinna, se quedó dormido. Se veía tan cansado luego de entrenar.

Desperté a las diez de la mañana, Caín se había ido a entrenar y me había dejado una nota en el escritorio "Tal vez llegue tarde, Anthony quiere que lo ayude con unas cuentas en su departamento, en la tarde te llamo" .

Llamé a Thomas para que nos juntáramos a almorzar, él aceptó encantado, lo había estado extrañando mucho al igual que a Annie, pero es tanto el trabajo que debe hacer Thomas en la marca que está trabajando que apenas podemos vernos.

–Te extrañaba –Me abrazó con fuerza en cuánto nos encontramos en el restaurante. –Me encanta ver cómo se te está notando la panza –Sonrió.

–Yo también te extrañé –Apreté su cuerpo.

Nos sentamos en la terraza y pedimos lo que queríamos. La chica nos atendió mirándonos de reojo y luego se marchó a preparar el pedido.

–Estoy seguro que creen que soy tu amante –Soltó una carcajada y yo me incorporé riendo. –No sabes cómo odio las vaginas y cuántas he tenido que depilar –rió

–Estás hablando con alguien que tiene una, más respeto –Bromeé.

Él rodó los ojos y luego cambió el tema de conversación.




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