Dejada en el Altar

Capítulo 1

Jenny.

 

—¡Jenny! ¡Lo siento, llego tarde! —Gritó mi amiga Kiara entrando en el restaurante antes de ponerse el delantal a toda prisa. Ignorándola me apresuré a coger el pedido para la mesa cuatro. La cafetería era la más concurrida los fines de semana, pero no me importaba porque sin duda significaba más propinas.

No me faltaba dinero. No cuando ya había desarrollado el hábito de ahorrar y ganar dinero. Pero todavía estaba en el primer año de mi universidad. Y, estaba haciendo todo lo posible para no tener un montón de préstamos estudiantiles al final de la misma. Trabajar y diseñar vestidos había sido mi pasión, pero por mucho que intentara solicitar esas prácticas nunca obtenía respuesta. Pero todavía estaba en el primer semestre de diseño de moda y tenía un futuro tan brillante por delante. Así que no me preocupé mucho por ello. Al menos no ahora.

Kiara me guiñó un ojo al pasar por delante de mí y yo puse los ojos en blanco. Llevaba cinco meses trabajando aquí y mi reputación ante el dueño de este café, Jiang, era muy fuerte. Mientras que Kiara era mi mejor amiga y venía aquí por recomendación mía. Era la tercera vez en la semana que llegaba tarde. Y, para empeorar las cosas, era un fin de semana.

Volví a la cocina para coger el pedido de las bebidas que había pedido para la mesa número seis cuando consigo tener unas palabras con Kiara.

—Sé que no necesitas este trabajo. Pero alguien más podría necesitarlo. ¿Es toda una broma para ti?

—Lo siento... —Ella gimió—... Sabes que me encanta pasar tiempo contigo. Además, no necesito este trabajo —Incluso anoche llegó tarde a la pelea ilegal que se desarrollaba en la parte trasera de nuestra universidad.

Me pregunto si se metió en malas compañías porque la jugada era realmente peligrosa, además nunca podía aceptar que el boxeo y la lucha libre eran deportes.

—¿Kiara? Para ti, este trabajo es una forma de demostrarle a tu madre que eres una cosa menos de la que preocuparse. No olvides que tienes que hacerlo. Se lo has prometido —Pero ella sólo suspiró.

—Y, ¿quién es el responsable de eso? Tú. Ella te mira y piensa que hacerme camarera es una forma de hacerme humilde en la vida. Sólo tengo diecinueve años. Tengo toda mi vida para experimentar —Sacudí la cabeza ante ella. De ninguna manera iba a suplicar a Jiang si decidía despedirla ahora. No es que se vaya a morir de hambre o algo así.

Conocía a Kiara desde el instituto. Éramos tan diferentes incluso entonces. Pero después de ese desafortunado accidente, llegué a conocer a la madre de Kiara. Fue su madre la que de alguna manera conocía a mi madre y le daba algo a Kiara para pasármelo a mí. A partir de ahí nos llevamos un poco bien. Al principio, noté lástima en sus ojos por mí, que finalmente se convirtió en admiración.

Y, así es como me responde todo el mundo cuando me conoce. No sé si estoy hecha para grandes cosas, pero lo menos que podía hacer era enorgullecer a mi familia, que me veía desde arriba.

Tenía una madre cariñosa, un padre rico y un hermano pequeño que sólo tenía tres años cuando los perdí a todos en un desafortunado accidente. Venían a recogerme al colegio cuando ocurrió y yo no estaba allí con ellos. Estuve pasando por el dolor más insoportable durante mucho tiempo.

No todos los días pienso en mis padres. Pero cuando lo hago, me aseguro de visitar sus tumbas el fin de semana.

Oí un alboroto y antes de que pudiera girarme para darme cuenta me encontré con que Kiara se acercaba a mi izquierda y me apretaba el brazo.

—¿Qué? —La miré.

—Jason está aquí. ¿Sabes qué? Anoche estuvo increíble. El tipo de juego que nos dio anoche... —Por supuesto, yo sabía quién era Jason. Todo el mundo en nuestro campus lo conocía. Tenía alrededor de treinta y cinco millones de seguidores en TikTok.

Había creado un montón de tendencias y también hacía vídeos para Facebook. Su padre era un famoso productor de la industria del entretenimiento. La familia dirige todo Hollywood en Los Ángeles.

—¿Por qué no vas a tomar su pedido? —le pregunté a lo que ella me miró sorprendida. Porque él estaba sentado en una de las mesas que yo iba a entretener.

—¡Te quiero! —Chilló antes de besar mi mejilla y salir corriendo.

Jason tenía unos cuantos amigos con él y Kiara parecía estar encantada. Me fui a la mesa cerca de ella, y mientras garabateaba los detalles, un niño corrió hacia mí.

Mi lápiz y mi bloc se resbalaron.

—Lo siento —le dije a la pareja que estaba esperando y me bajé a recoger el bloc, pero algo me golpeó la cabeza—. ¡Ouch! —levanté la vista para contemplar unos ojos azul oscuro y no pude evitar aspirar su aroma.

Por supuesto, era Jason. El chico más sexy del campus por una razón. La reacción de mi cuerpo ante él se explicaba bien. Pero sabía que era mejor no perseguir a nadie sólo porque es famoso y puede hacerte babear.

—Gracias —cogí el lápiz que había escogido para mí y nuestros dedos se tocaron sólo por la millonésima parte de un segundo. Y, aunque sentí que saltaban chispas por todas partes, supe que él no debía sentir lo mismo.

Me puse de espaldas a él y traté de concentrarme en lo que me decía la chica, pero tuve que preguntarle.




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