Dejada en el Altar

Capítulo 10

Jenny sonrió en sueños sujetándose la mano en el vientre y cambió de lado para mirar hacia los ojos azules de él. Una sonrisa traviesa jugaba en el rostro de Jason y ella no pudo evitar devolverle el beso que él llegó a depositar en la comisura de sus labios.

—Buenos días, mujercita —su voz ronca resonó en su interior y ella no pudo evitar removerse. Apoyó la mano en su pecho fuerte y cálido y sonrió mordiéndose la boca.

—Buenos días —pero gimió cuando él se acercó a ella en el siguiente segundo.

Su cara se bañó en su cálido aliento, pero ella gimió sintiendo un fogonazo en su cara.

—Ah…

—¡Despierta! —Stella estaba de pie en su habitación y se sonrojó poniendo los ojos en blanco ante su sueño. Jason seguramente la estaba volviendo loca. Él podía escaparse en sus sueños en cualquier momento. Le estaba haciendo algo a su cerebro.

Ella comprobó su teléfono, pero no había mensajes de su lado. No es que fuera una cosa regular de todos modos. Pero desde que vivían en lugares diferentes, él solía dejarle un mensaje cada vez que podía.

Era un poco difícil de creer que hoy era el día de su boda. Estaba tan emocionada que se perdió el desayuno. Y, como Stella seguía repitiendo algunas cosas sobre la boda la tenía inquieta también. Algunos de los parientes lejanos que habían volado desde Corea para asistir a su boda seguían durmiendo.

Stella y Jenny condujeron el coche hasta el lugar de la boda con dos bolsas y su vestido ya estaba allí.

Jenny no pudo evitar sonreír cuando vio el lugar por primera vez. El personal parecía estar terminando los arreglos y ella no pudo evitar hacer una foto y enviársela a Jason.

—Chica, están haciendo su trabajo. Tenemos que prepararte. ¿Me has oído? —Stella le arrebató el teléfono y la llevó a la sala nupcial donde la esperaban tres estilistas. Uno de los fotógrafos también llegó a tiempo y Stella fue la primera en hacerse unas fotos con ella.

Jenny quería un look sencillo. Su vestido tenía los hombros al aire, era blanco puro y llevaba una humilde cola.

—Estás muy guapa. La novia más guapa del mundo —Stella sonrió y Jenny no tardó en preguntar.

—¿Jason ya está aquí?

—No lo sé, pero seguro que ha venido mucha gente —respondió Stella con indiferencia. Jenny no tenía muchos invitados, pero Jason le había dicho que le gustaría dar a sus padres la libertad de invitar a cuantos quisieran.

—Dame mi móvil — le pidió Jenny, pero entonces vio su teléfono en uno de los sofás y lo cogió. Había unos cuantos mensajes felicitándola por su gran día, pero el que más le llamó la atención fue el de sus informes médicos.

Hizo clic en el enlace y fue redirigida a los informes que tenían una línea roja al final que indicaba que estaba embarazada de tres semanas.

Perdió un poco el equilibrio antes de leer la línea con mucho horror. Ella recuerda a Jason usando el condón cuando lo estaban haciendo. La única vez que no estuvo en sus cabales fue su primera vez. ¿Pasó algo entonces? Se le secó la boca y Stella no tardó en preguntar.

—Por tu expresión… parece que Jason ha cancelado la boda —Y, Jenny gimió.

—No… Es... —No había manera de que ella le dijera esto. De hecho, era mejor que dejara esta conversación para más tarde.

Era un gran día para ella y Jason también. Y, ella no sabía cómo Jason iba a actuar con esta noticia, incluso por sí misma no sabía cómo percibir esta noticia.

Había soñado con una familia, pero sin duda esto estaba llegando demasiado pronto.

Exhaló audiblemente. No te preocupes Jenny. No es que no puedas permitirte un bebé. Este bebé es una bendición. Si nos casamos jóvenes es porque los dos podemos mantener una familia.

Miró la foto del lugar de celebración que le había enviado a Jason hacía dos horas, pero ni siquiera le había llegado y mucho menos había recibido respuesta. Sacudió la cabeza dándose cuenta de que él debía estar ocupado con las fotos familiares. Jenny se emocionó un poco por el retrato familiar que tendría hoy con la familia de Jason y la interacción con la tía Clara la hizo relajarse mucho.

Jenny posó con Stella sosteniendo un delicado ramo en la mano mientras el fotógrafo se apresuraba a preguntar.

—¿Dónde están el resto de las damas de honor? Me han hablado de cuatro —En lugar de responder al fotógrafo, Stella miró a Jenny.

—¿No es extraño? Tus primas y Kiara aún no han llegado —Jenny cogió su teléfono y marcó a Kiara sólo para encontrarlo apagado.

—Bueno, y lo más extraño… El novio aún no ha llegado. La boda empezará en media hora. Mi equipo está fotografiando a los invitados en general —Contestó el fotógrafo y ambas chicas compartieron una mirada.

Stella se apresuró a salir mientras Jenny buscaba esta vez el número de Jason. Fue un poco extraño encontrar su teléfono apagado también.

Ahora se daba cuenta de que no tenía los números del Sr. y la Sra. Wilson. Pero al recordar que tenía el número de Thomas, buscó el suyo, que también estaba apagado. Exhaló para calmarse y empezó a quitarse la cola del vestido. Uno de los estilistas la ayudó y ella sonrió:




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.