Déjame ser

CAPÍTULO 3: VEGA

El mensaje de Vega seguía ahí
Corto, sincero, cálido.

"Gracias por escribirlo. No estás solo, aunque a veces lo parezca 🖤"

Y cuanto más lo leía, el corazón se me aceleraba más

No sabía si responder o no.
No la conocía.
Pero había algo en sus palabras que… no sé. Me hizo sentir un poco menos invisible.
Después de unos minutos, me atreví.
Cogí el móvil con las manos temblando, y le respondí:

Gracias, no estoy acostumbrado a qué alguien diga eso— Nico

Pensaba que iba a quedar en un simple cruce de palabras, pero no
Un minuto después, la pantalla volvió a iluminarse.

A veces lo que más necesitamos es justo eso: que alguien nos lo diga... Aunque sea de un desconocido— Vega

Sonreí.

No porque estuviera bien.

Sino porque, por primera vez en mucho tiempo, alguien me estaba viendo sin máscaras.

Y así empezó.
Un mensaje, luego otro.

La madrugada se convirtió en un refugio.
Y Vega… en una especie de amiga inesperada.

Las horas pasaban sin que me diera cuenta.
Hablamos de música, de lo jodido que es el instituto, de lo mucho que a veces duele ser diferente.

Ella también había pasado por lo suyo.
No me contó todo, pero lo suficiente como para entender que sabía de lo que hablaba.

Yo también pensaba que no iba a salir de ahí-—Vega

Tardó unos segundos en mandar el siguiente mensaje

Pero luego te das cuenta que hasta la noche más larga acaba amaneciendo. A su ritmo, pero amanece— Vega

Me quedé leyendo eso una y otra vez.
Y por primera vez en mucho tiempo, no me sentí una carga.
No me sentí raro.
Solo… humano.

A las cinco de la mañana, nos despedimos.
Con un simple:

Buenas noches Nico, ojalá hoy duermas un poco mejor— Vega

Buenas noches Vega, gracias por dejarme ser yo mismo — Nico

Y dormí.
No perfecto.
Pero dormí.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.