El fin de semana pasó volando.
Estaba súper nervioso.
Pasé todo el sábado pensando qué ponerme y el domingo preparando mi maleta.
Camisetas, calcetines, cepillo de dientes y... lo que no podía faltar: mi binder.
Ya lo tenía todo preparado.
Las maletas estaban en el suelo, las mochilas de zapatos encima de la silla...
Todo estaba listo para el gran día.
Me miré por última vez en el espejo de casa y pensé:
¿Me verán como un chico?
¿Volverán las burlas?
¿Tendré el nombre cambiado en las listas?
Tenía mil inseguridades, pero si algo tenía claro, era que no iba a estar solo.
O, al menos, después de la presentación, podría quedar con Vega en persona.
Me tumbé en la cama y le mandé un mensaje:
Hola, ¿Como estás?—Nico
¡Hola Nico! Bien ¿y tú?— Vega
Nervioso— Nico
Ya verás como todo va a salir genial
Y mañana nos vemos ;) —Vega
No me falle— Nico
Eso nunca— Vega
Justo entonces, sonó mi alarma de "modo dormir".
Domingo por la noche. Tocaba descansar.
Me tengo que ir a dormir, mañana nos vemos :)— Nico
Buenas noches Nico, hasta mañana 🫶🏽—Vega
Hasta mañana 🌙— Nico
Apagué el móvil, cerré los ojos... y recé, en silencio, para que todo fuera bien.