KAROL
Me encuentro alistándome para salir. Hoy tengo que hacer las compras de la casa. Ya saben: artículos de limpieza, comida, lo que vea que me guste, etc.
Seleccioné una camisa negra holgada larga, un mini short negro y unas botas de cuero corte alto. Me dejé el cabello suelto y ahora dirijo mi trasero hasta la puerta para irme.
Bajo las escaleras y paso por la cocina para llevar las bolsas de compras.
(…)
Paso por la caja para pagar y por un momento, pienso que no eché la cartera.
Hasta un chico tuvo que ayudarme a buscar entre el montón de compras. Por fin, irónicamente la cartera estaba en el bolsillo trasero de mi short.
-¿La encontraste? –Pregunta el chico
-Em… sí –digo un poco nerviosa
-¿Dónde estaba? –Pregunta mirando la cartera en mi mano
-En mi… bolsillo –digo mientras me sonrojo de la pena y vergüenza
-UGH –dice mientras hace una línea con sus labios
-Lo siento –digo agachándome para colocar las compras nuevamente en las bolsas
-No te preocupes –dice agachándose y ayudándome a recoger todo. –Ten –dice con una sonrisa dándome una pequeña caja y una rosa roja
*Me levanto, pago y voy saliendo del lugar a su lado*
-Gracias. Nunca nadie me había premiado por mi torpeza –digo haciendo que estalle a carcajadas-
-No digas eso, linda. A cualquiera podría pasarle –dice mirándome
*Sonrío y miro al suelo*
-¿Quieres que te lleve? –Pregunta conduciéndose al estacionamiento
-Em… no gracias. Debo ir a otra parte antes de ir a casa –digo despidiéndome con la mano y saliendo de allí.
Voy rumbo a casa, y al pasar por la parte más sola de la calle que me lleva a casa, alguien me alza por detrás y tapa mi boca con una de sus manos.
Esto es un secuestro.
-¡Suéltenme! –intento decir.
Cuando intenta tirarme a un carro, me suelto de su agarre fuerte y bruscamente y me volteo para ver quién es.
-Hola, bombón –dice sonriendo
-¿¡Carson!? ¿¡QUE RAYOS TE OCURRE!? –Grito enfurecida acercándome a él, dejando las bolsas a un lado y dándole puños en el pecho
-¿Me extrañaste? –dice cargándome en brazos y plantando besos en mis mejillas
-AY… YA, PARA –digo empujando su cara hacia un lado
-¿Por qué estás así? ¿Qué te pasa, bombón? –dice mirándome
-¿Enserio quieres una respuesta? ¿No te parece poco lo que hiciste? –digo molesta mirándolo fijamente
-Perdóname, bombón. Yo sólo… *Lo interrumpo*
-Tú nada –digo bajándome de sus brazos. Me voy a casa. Adiós –digo cargando las bolsas y alejándome de él.
-No seas así, bombón. Si quieres yo te llevo –dice abrazándome por detrás
-Es una oferta prometedora… Acepto –digo yendo hacia el carro
Cuando voy llegando a éste, Carson me arrebata las bolsas de la mano y abre la puerta del copiloto por mí.
-Gracias buen hombre –digo subiendo al auto
- *Ríe en voz baja, arruga su entrecejo y cierra la puerta*
Nos conducimos a casa. Inesperadamente, Carson da un girón de volante y cambia de dirección.
-¿NO se supone que íbamos a casa? –pregunto mirándolo molesta
-Íbamos, bombón –dice riendo
-Llévame a casa AHORA –grito mirándolo
-Relájate, bombón. Iremos a mi casa un rato. Mamá te extraña… siempre habla de ti –dice mirándome y volviendo a voltear su cabeza al frente
-Aish, está bien. Pero sólo un rato –digo asintiendo con la cabeza
-Ujum… sólo un rato –susurra
-¿Eh? –pregunto
-Nada –dice sonriendo
Llegamos por fin a casa de los Davidson. Y Carson toca el timbre.
*Abren la puerta*
-¿Hijo, por qué no abriste con tus llav…? ¡Mi niña! –dice abrazándome fuertemente. Tenía tantas ganas de verte, ¡no sabes cuánto te extrañé!
-El sentimiento es mutuo Sue –digo correspondiendo su abrazo
-Pasa, mi niña. Recuerda que estás en tu casa –dice ignorando a Carson, que la saluda con la mano
-Gracias Sue –digo adentrándome en el gran hogar.
Voy con Harry *Carson* quien me hace señas para subir a su habitación.
-¿VES? Siempre que vienes mamá se olvida de mí. De su hijo favorito –dice haciendo puchero
-Claro que no –digo mirándolo
-Simplemente me ignoró y ni me saludo –dice lanzándose a la cama
-¿Lo siento? –digo acostándome a su lado y abrazando uno de sus brazos
-Ay, bombón… -dice mirándome
-¿Ay, qué? –pregunto para saber qué es lo que quiere decirme
-Yo… te am… quiero –dice acercándose a mi rostro
-Yo también rubio –digo abrazándolo
Qué macizo está mi flaco
*Corresponde mi abrazo*
-Estuviste haciendo ejercicio últimamente ¿No es cierto?
-*Ríe* Sí. Te extrañé mucho ¿Sabes? –dice acariciando mi espalda
-Awww, ¿Enserio? –digo mirándolo
-Muy enserio, bombón *besa mi frente*
Nuevamente, lo abrazo. Pero esta vez, acurruco mi cabeza en su pecho.
De la nada, siento un sueño inmenso y me olvido del mundo.
*Unas horas más tarde*
Cuando ya termino el quinto sueño, por fin despierto. Miro hacia la ventana y me doy cuenta que ya es de noche.
-¡Santo Cristo bendito! –digo apenada. Ya es muy tarde, debo irme *me siento en la cama*
-Um… no te vayas, bombón –dice mirándome fijamente
-Debo ir a casa. Mi madre debe estar preocupada –digo para levantarme de la cama-
Justo cuando mis pies pisaron el suelo, el condenado rubio me agarró por la cintura y me sentó en la cama.
-Quédate conmigo está noche –dice poniendo una de sus manos en mi muslo descubierto