Delitos del alma

Capítulo 17

-16-

El consultorio del doctor se sentía acogedor, imágenes de mujeres embarazadas y de bebés pequeños eran el centro de atención de Marco, entre sus manos podía sentir las pequeñas manos de su esposa que se sentían frías y sudorosas.

- Estas nerviosa Gia… amore, debes calmarte. -dijo con dulzura al oído de Giannina.

- Estoy calmada. -aseguró.

- Y entonces ¿por qué te sudan las manos? -exclamó lleno de complicidad.

- No puedo ocultarte nada…

- No.

- Es nuestra primera ecografía.

- Será maravillosa, ya verás.

- ¿Y si no se ve nada? ¿y si se ve algo malo?

- Y si mejor tratas de disfrutar la experiencia… está todo bien Gia, el que estés nerviosa le hace daño al bebé.

- Tienes razón. No voy a pensar en cosas malas.

Minutos después la pareja había entrado a la sala de ecografías, una vez adentro una joven especialista los abordó presentándose y explicando lo que sucedería a continuación, Marco tomaba a su esposa de la mano en todo momento ofreciéndole su apoyo.

- Bien, la señora debe recostarse en esta camilla. -dijo señalando la pequeña cama situado a un lado de un moderno aparato con varios monitores e instrumentos de diversas formas.

Giannina hizo lo indicado por la profesional.

- ¿Está bien así? -preguntó una vez acostada.

- Si. perfecto, ahora por favor súbase la camisa y baje un poco su pantalón.

Marco ayudó a la tarea, las manos temblorosas de Giannina hacían ver esa sencilla acción como algo bastante complicado.

- Gracias. -dijo la sonriente ecografista -ahora voy a poner este gel sobre su vientre, ¡está algo frio no se sorprenda Por favor! – luego dijo dirigiendo su mirada a Marco- ¿podría apagar la luz?

- Si, por su puesto. -dijo buscando con la mirada el interruptor.

- Detrás de usted.

- Claro… ya lo vi.

- Es normal que estén nerviosos, es la primera ecografía ¿verdad? -preguntó.

- Si. -se apresuró a responder Marco.

La ecografista hacía anotaciones en el teclado de la máquina, datos incomprensibles para Marco que se esforzaba por parecer tranquilo frente a su esposa cuando en realidad se cargaba más y más de ansiedad con cada segundo que pasaba.

- Ahora si estamos listos. -aseguró la profesional colocando el pequeño aparato que tenía en sus manos sobre el vientre de Giannina que ya se comenzaba a ver abultado- aquí está…

En los tres monitores diferentemente posicionados apareció una imagen que dejó perpleja a la pareja, en colores sepia se podía apreciar claramente la imagen del pequeño ser humano que crecía dentro de Giannina, una creación perfecta de ambos que gracias a las imágenes en cuatro dimensiones podían apreciar con claridad cada detalle en el cuerpecito de su hijo no nacido.

Dos piernas, dos brazos, dos manos, una cabeza con rostro lleno de gestos que se movían saludando a sus padres recordándoles que los milagros si existían, y que la vida les estaba dando una nueva oportunidad de ser felices.

- Vamos a escuchar su corazón. -dijo la especialista.

Un segundo después el pequeño cuarto se inundó de un maravilloso sonio, un latido fuerte, regular y maravilloso proveniente del corazón el bebé.

Giannina se sintió embriagada por una sensación desconocida hasta ese momento para ella, una sensación de alegría y gratitud  se apoderó de todo su ser haciéndola sentir grande, fuerte y capaz de enfrentar lo que sea por esa personita que crecía en su interior, por el contrario y contra todo pronóstico fue Marco quien se quebró en llanto, por primera vez en su vida lloró en público sin importarle que la ecografista pudiera pensar que hacía el ridículo, o que Giannina lo creyera débil, era su sueño más grande por fin realizado, tendría un hijo con el amor de su vida, su esposa. Por fin serian una familia.

Minutos más tarde y ya más calmados, con el espíritu lleno de esperanzas para el futuro el matrimonio recibía un CD con la grabación del ultrasonido junto con las observaciones pertinentes.

- Todo está muy bien. -aseguró la especialista en ecografía- el bebé se ve sano y acorde con las semanas de gestación que usted tiene.

- Dieciocho… -agregó Giannina.

- Exacto. -sonrió- ya está casi en la mitad del embarazo.

- ¿Alguna recomendación especial? -preguntó Marco.

- Las recomendaciones se las dará su médico obstetra, pero creo que no habrá mayor cosa, todo parece estar según lo esperado.

Días más tarde el obstetra corroboraba la impresión de la ecografista.

- Todo está muy bien, te felicito Giannina lo estás haciendo excelente. -aseguró el medico al final de la consulta.

- Doctor… ¿tiene alguna recomendación especial para Giannina? -preguntó Marco un poco nervioso como cada vez que acompañaba a su esposa a una consulta con el especialista.

- No Marco. Las recomendaciones son más para ti que para ella, debes estar tranquilo, todos pensábamos que al llegar este día sería Giannina quien estaría nerviosa, o angustiada, pero no. Eres tú quien esta angustiado todo el tiempo.

Giannina sentada al lado de su esposo no pudo reprimir su hilaridad, reía con ganas mientras lo miraba burlona.

- Amore… el doctor está diciendo que todo está bajo control. ¿Por qué tienes que insistir?

- Lo sé Gia… solamente quiero asegurarme de que hagamos todo bien.

- Quédate tranquilo, lo que Giannina tiene que hacer es seguir alimentándose balanceadamente, descansar, y tomarse las vitaminas que le receté y por supuesto asistir cada mes a sus controles.

- Y con respecto a su enfermedad doctor…

- Yo me siento muy bien Marco… debes dejar de preocuparte por eso. -aseguró Gia.

- Marco, a veces durante el embarazo los síntomas pueden exacerbarse, pero en otras ocasiones como parece ser el caso de tu esposa, también pueden apaciguarse. No te digo que no puede amanecer deprimida un día de estos, o por el contrario eufórica, pero hasta ahora Gia se ha mantenido estable así que no debes preocuparte por cosas que no han sucedido.




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