La noche que Samael y Heylel quedaron al descubierto ante Lil, y una vez que habían abandonado la propiedad del primero, se volvió larga y sangrienta, pues los hechos de naturaleza violenta que protagonizaron los dos bandos en conflicto fueron en verdad cruentos. Pero si la noche había sido aterradora, los shedims respetaron poco la luz del día y el mundo sufriría las consecuencias no solo ese, sino los subsiguientes, porque aunque la última cosa que habría querido Samael, era informar a Satanael de lo sucedido, lo que no podía era evitarlo, de manera que la noticia desataría la violenta ira de aquel ser, misma que repercutiría de la forma más injusta en la inocente población mundial.
Por supuesto, todo lo anterior se había atraído la atención e intervención de los Guardianes, algo que eran malas noticias para ambos bandos, porque a pesar de que los Guardianes y en medio de conflictos como aquel, se preocupaban más por proteger a la humanidad, no por eso dejaban de perseguir y atacar tanto a unos como a otros, circunstancia esta que había llevado a Heylel a sostener que los muy cretinos no tenían criterio y eran incapaces de discernir que los Shekhiná también luchaban en contra de aquellos desgraciados.
Con las cosas así, nadie sabía cómo iba a terminar aquel capítulo de la historia de la humanidad que estaba en pleno desarrollo.
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Editado: 24.07.2021