Demons (libro 3. Batalla Final)

¿Extraño?

De la manera más inconsulta y según su costumbre, Heylel había arrastrado a Varjan hasta un salón del castillo.

 

  • ¿Tienes idea de lo desagradable que te has vuelto?
  • ¿Tengo aspecto de que me importen las opiniones que puedan tener de mí?
  • Estoy bastante seguro que nunca te ha importado, pero…
  • Pero vas a contestar ahora mismo ¿Cuál es tu plan?
  • En el futuro inmediato, una botella de buen vino, una comida decente, pues llevo días comiendo porquerías, un buen baño, ropa decente, y por supuesto la compañía de…
  • ¡Varjan!
  • ¿Qué? Me preguntaste cuáles eran mis planes ¿no?
  • Los reales

 

Varjan se sentó, encendió un cigarrillo y lo miró durante un largo y exasperante minuto.

 

  • Samael me contrató para que encontrara a su hija, como ya sabes, porque Kell debió advertirte. Lo que olvidó decirme el muy cretino, fue por qué de pronto se interesaba tanto en su descendencia cuando sabemos que nunca ha sido así, de manera que si bien en un inicio no me interesó eso, me molestó cuando Andras apareció en Ajsthyr preguntando por Kell, eso me dejó claro que Satanael estaba involucrado en el asunto, así que una vez que averigüé que no habías enviado a Kell a Bayal, me dediqué a seguirlo a él por algunas cosas que fui recordando, y al final lo hallé, aunque un Velo muy bien elaborado me estaba impidiendo comunicarme con él y no quería violentarlo, porque no tenía ganas de caer en medio de una lluvia de Adiliks, pues también sabía que tú estabas involucrado en esta fiesta, aunque debo reconocer que lograste sorprenderme Virgil, porque no tenía claros tus motivos hasta hoy.
  • Bien, pero nada de eso contesta mi pregunta
  • No seas necio, hombre. Hace un rato le quité la cabeza a Sam
  • ¿Y eso qué? Yo quiero quitársela todo el tiempo – le dijo y Varjan se frotó la frente – ¿Por qué estás aquí?
  • ¿Por qué? ¿En serio tú me preguntas eso? ¿Acaso te molestaste en ver lo que le hicieron a Kell y el estado en el que quedó?
  • Es decir, que estás aquí porque estabas… ¿preocupado por Kellen?
  • ¿Tienes algún problema con eso?
  • Problema no, digamos que más bien me extraña, porque ese muchachito ha trabajado duro para hacerse odiar
  • Igual que Sariel, pero eso no impediría que te dejaras hacer picadillo por él ¿no? – preguntó de mal humor
  • Supongamos que te creo, aunque no es así – dijo por fastidiarlo, pues ciertamente y por bueno que fuese, no podía mentirle – eres un mercenario, así que… ¿Cuál es tu ganancia en todo esto? – preguntó, porque si algo tenía bien aprendido Heylel, era la desconfianza
  • Ya me pagaron por el trabajo, porque sabes que los complicados se cobran por adelantado independientemente de si tenemos éxito o no. Así que no persigo nada

 

Heylel estaba en la misma posición de Kellen con respecto a Varjan, es decir, compartían la esencia de su creación, así que siempre sabrían si alguno de ellos estaba mintiendo como se lo hizo notar en forma velada a Kellen el día que lo interrogaban acerca de Lil y él se negaba a creerle.

 

  • ¿Ya puedo marcharme, alteza? – preguntó Varjan en forma odiosa
  • No tienes que hacerlo. Aquí encontrarás todo lo que expresaste que querías, suponiendo que fuese cierto, por supuesto.
  • Cretino infeliz
  • Te ofrezco mi hospitalidad y así podrás estar cerca del niño problema

 

Aunque efectivamente procedían de un mismo núcleo y esencia creadora, no habían surgido al mismo tiempo. Los primeros habían sido Heylel y Sariel, después Raziel y Ramiel, luego Abe y por último Zaviel y Amiel, de manera que para los primeros, Amiel era el niño. Cuando cayeron, los dos que no lo hicieron con los primeros doscientos fueron Zaviel y Amiel, aunque no demorarían mucho en seguirlos. Pero independientemente de cuándo habían caído y sin importar lo mucho que se peleasen entre ellos o el tiempo que llevasen sin verse, Heylel y Sariel lo mismo que Raziel y Ramiel, o Zaviel y Amiel, sabían de manera inmediata cuando el otro estaba en franco peligro. Varjan había estado preocupado por Kellen desde hacía varios meses, pues había sentido que estaba en problemas, aunque no exactamente en peligro, y había sido esto último lo que le había impedido ir a buscarlo, porque si alguien conocía a Kellen era Varjan y sabía, que aunque la virtud con la que había sido creado Kellen era la piedad y la sentía por todo y por todos, aunque intentase ocultarlo, lo que no soportaba era que alguien la sintiese por él, y cualquier forma de preocupación parecía interpretarla de aquella manera. Ahora y en posesión de mayor información, Varjan había entendido por qué había estado sintiéndose de aquella manera, pero también concluyó que Kellen efectivamente estaba en peligro, porque también era un ángel guardián y Lil era su responsabilidad, de modo que si la muchachita aquella, quien por cierto tenía muchas posibilidades de morir, al final lo hacía, Kellen iba a sentirse devastado y terriblemente miserable por tiempo indefinido. Y sumado a todo lo anterior, de quien tenía que protegerla era no solo de su propio padre sino de Satanael, lo que agregaba peligrosidad a un asunto ya de por sí complicado. Llegados a este punto, Varjan decidió que lo mejor por hacer era aceptar la invitación de Heylel, ya que de ese modo estaría en posición de ayudar a Kellen en cualquier disparate en el que decidiese embarcarse.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.