Demons (libro I. Y Cayeron)

El extraño

Después que Lil se había calmado lo suficiente, había decidido que todo se reducía a que algún ladrón había intentado asaltarla y que Kenny lo había noqueado, así que llamó a Muareen contándole exactamente eso. Sin embargo, cuando se acostó, volvió a repasar con cuidado y quedaban muchos vacíos, porque por ejemplo, había estado segura que eran por lo menos dos los supuestos ladrones, y aunque Kenny se veía fuerte, dos tipos que posiblemente fuesen armados no era un asunto fácil de enfrentar, y aunque se planteó que se hubiese confundido y que fuese solo un ladrón y la otra presencia fuese la de Kenny, por una parte estaba bastante segura de haber visto caer dos cuerpos, y por la otra que aun suponiendo que así hubiese sido y que Kenny los hubiese abatido a ambos, aun subsistía el asunto de la rapidez y el silencio, ya que todo había sucedido en cuestión de segundos y sin ruidos, y sumado a ello, que Kenny hubiese tenido tiempo de recoger no solo su mochila, sino su móvil, ya era como mucho, y como corolario ¿cómo sabía Kenny dónde vivía ella? Pues era seguro que ella no se lo había dicho. El hecho de que él se hubiese negado a hablar del asunto no contribuía a aclarar nada, pero eso ya era más propio de él y ella sabía que no diría nada si no se le antojaba, pero aun había una cosa más de la que estaba menos segura aun, y era la actitud posterior de Kenny, ya que parecía esperar algo mientras conducía. Finalmente Lil se quedó dormida, pero seguía sintiendo que las caóticas ideas en su cabeza no encontraban acomodo.

 

A la mañana siguiente y mientras revisaba su mochila, escuchó que llamaban a la puerta, y cuando abrió se encontró con Maureen y con Tony, pero la primera se le fue encima y la abrazó como si quisiese romperle todos los huesos.

  • ¿Estás bien?  --  le preguntó, pero no la dejó responder  --  Claro que no, ven siéntate. Tony prepárale un té o algo para calmarla --  ordenó
  • Maureen, en verdad les agradezco que hayan venido, pero estoy bien, y Tony  --  lo llamó cuando él iba hacia la cocina  --  ya tomé café, así que vámonos o llegaremos tarde a clases
  • ¿Quién se preocupa por una estúpida clase?  -- preguntó Maureen que era la que parecía necesitar calma --  En este momento lo importante es que tú estés bien, y después de esa horrible experiencia no…
  • Maureen  -- la detuvo Lil  --  cálmate, ya te dije que en verdad estoy bien

Aunque ella no parecía muy convencida de eso, igual salieron. Hasta ese momento Tony no había dicho ni media palabra, pero una vez que se subieron al auto, él miró a Lil con más seriedad de la que la había mirado nunca.

  • Tony de veras…
  • ¿Cómo sabemos que Prince no está detrás de todo esto?  --  le preguntó
  • Él me ayudó, Tony
  • Pero Tony tiene razón, linda  --  dijo Maureen  --  nosotros pensamos que pudo haberlo planeado todo
  • Pero eso es… absurdo  --  dijo ella  --  ¿Con qué fin haría algo así?
  • Para asustarte  --  dijo Tony
  • No exactamente para asustarte, sino para quedar como el héroe del asunto  --  aclaró Maureen, pero Lil la miró como si estuviese loca  --  Escucha, sé que suena extraño, pero el tipo es extraño y nosotros creemos que todo esto es para atraerse tu atención y alejarte de Andras
  • ¿Qué les sucede?  --  preguntó Lil mirándolos a ambos en forma alternativa  --  ¡Prince me odia!
  • Cálmate, linda  --  dijo Maureen  --  Sé que suena muy loco, pero no por eso es menos posible
  • Piensa un poco Lil, toda esa… antipatía, puede ser fingida --  dijo Tony
  • Espera, espera  --  lo detuvo Lil  --  nada de lo que están diciendo tiene ningún sentido
  • Créeme Lil, lo estuvimos analizando y sí lo tiene, porque si no fuese así, entonces explícame cómo es que Kenny siempre aparece en los lugares a los que vas con Andras, y aparte de eso, siempre lo mira como si quisiese matarlo  --  insistió Tony  --  Lo entendería de Andras porque tú eres su chica, pero…
  • ¡No soy la chica de nadie, Anthony!  --  exclamó ella

Tony y Maureen se miraron y la última le hizo un gesto negativo, de manera que dejaron de argumentar y Tony se dedicó a conducir mientras Maureen cambiaba de tema como solo ella podía hacerlo. Llegaron a la universidad, y aunque Lil había considerado el no decirle nada a Andras, Maureen ya había cubierto esa parte, de modo que él ya lo sabía, pero a diferencia de los otros dos, no lucía tan preocupado y solo miraba con odio concentrado a Kenny, quien ni siquiera había volteado a mirar cuando ellos entraron a la cafetería.

Al final de las clases de ese día, Andras se ofreció a llevarla, ella se lo agradeció pero le dijo que estaba bien y que se iría en su coche. Maureen que no conducía ni bajo tortura desde que en su clase de manejo se había estrellado contra la defensa, fue con ella y todo marchó bien.

No obstante, aquella complicada semana no había terminado, y el jueves en la tarde después de dejar a Maureen en su casa, Lil decidió que no quería ir a la suya y se fue a un tranquilo pub, pidió un chocolate y sacó la libreta con sus notas, pues quería estudiar de nuevo el plan que tenía para invadir la propiedad del príncipe que según Maureen, estaría en Francia hasta ese fin de semana, porque el sábado tenía lugar un evento al que sin duda asistiría. Llevaba rato en ello cuando escuchó una voz que no había escuchado nunca antes.

  • ¿Me permite?




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