-Revisado-
CAPITULO 1
-EL COLAPSO-
Ilena Samnon Brang
-!MUERAN! !PUDRANCE IMBECILES DE MIERDA!— gritaba frenética mientras le encajaba un cuchillo de cocina por todo el abdomen a mi querido padre mientras veía como les salía espuma por la boca a los demás cuerpos a mi alrededor después de poner veneno en la comida a mi querido esposo, mis padres y mi suegra—
-¡Manos arriba donde las podamos ver!— dijo un oficial entrando por la puerta de mi casa apuntando un arma a mi cabeza—
-YO NO FUI— dije, tirando el cuchillo de mis manos mientras yo estaba bañada de la reciente sangre que salía aun del cuerpo vivo de mi padre—
-Tiene derecho a guardar silencio y todo lo que diga será usado en la corte, oficial Ciro llévesela— dijo el señor bajando el arma mientras una señora con el cabello más grasiento que he visto me esposa levantándome del cuerpo de mi padre—
-¿Ciro? Así que es su apellido…- dije en voz baja—
-Súbanla— dijo el mismo joven que me apunto hace unos minutos el arma a mi cabeza—
-Si Coronel Bright –dijo la policía Ciro asustada—
-¿Qué hace un coronel en una escena tan insignificante?— dije ladeando mi cabeza viéndolo fijamente cosa que él no volteaba la mirada de su celular –
-Desde que alguien dio el comunicado de que una mujer loca estaba matando a alguien en su casa y resulto ser que uno de los muertos era amigo de mi padre— dijo sin mirarme y concentrado en su celular- que desperdicio de tiempo- dijo el chico volteando a verme, tenía unos hermosos ojos color gris claro, su piel parecía de porcelana, su mandíbula bien marcada y se veía bastante trabajado su cuerpo inclusive con el chaleco antibalas puesto, sin contar con su desordenado cabello que lograban darle un increíble aire de chico malo y sexy a la vez ,no pude mirar más ya que la maldita policía Ciro me metió a la camioneta—
Después de minutos de continuar en la camioneta de policía llegamos a la comandancia, a lo que sabía me meterían ahí hasta que el juez me juzgara por los crímenes que hice, yo sabía desde el inicio que no terminaría bien matarlos pero se lo merecían, no me arrepiento, solo suspire y salí de la camioneta aún esposada.
-Agente Ciro deberías lavarte el pelo, con esa grasa ya podría haberme hecho unas papas fritas- dije bajando del carro y hablando por primera vez después de que me subieran a la camioneta de policía—
-¡¿COMO DIJISTE?!— dijo gritando y yo rodé mis ojos y solo le sonreí, empezamos a caminar dentro y como me dijeron me dejaron en una celda en la comandancia, las horas pasaban y a mí ya me estaba dando sueño así que me quede dormida –
Estaba dormida algo cómoda en ese frio piso cuando empiezo a oler a café, me levante enojada a cubrirme la nariz, detestaba el aroma y una de las razones era que nunca estaba conforme mi suegra con el café que preparaba yo, sonreí al recordar como ella empezaba a temblar y a ahogarse en su propia espuma en la boca esa noche.
-¿Estás loca?— dijo un oficial viéndome y yo solo regrese a mi estado normal-
-No ocupo estar loca como para acordarme de algo gracioso- dije y el oficial ya se había dado la vuelta cuando concluí- Extrañare matarlos, ojala lo hubiera hecho antes— dije y el oficial se paró y volteando lentamente- fue demasiado fácil matarlos con su propio café y comida – dije viendo el café y la dona que sostenía el oficial, a pocos segundos el escupió todo e intento vomitar la dona mientras yo me reía frenéticamente— Que absurdo- dije aun riendo—
-Maldita – dijo alejándose del basurero viendo que solo era una broma—
-Gracias – dije y el solo se fue a los pocos minutos llegaron dos oficiales mujeres y me sacaron de la celda—
-El juez Siryu atenderá tu caso, te dieron el abogado de la familia, y tienes suerte de que tu caso sea procesado tan rápidamente— dijo terminando de ponerme mis esposas una oficial con pelo castaño más alta que yo—
-¿Por qué no vino el Coronel?— dije y ellas se miraron entre ellas mientras me subían en el carro—
-¿Qué coronel?— pregunto la que me esposo sentándose en copiloto—
-No tienes por qué preguntar por ningún coronel— dijo la que estaba en piloto y le hice mala cara—
-El coronel Bright— dije y ellas de nuevo se miraron—
-¿Por qué te interesa?— dijo la chica de al lado de la que me esposo y la que estaba en piloto del carro—
-Por qué me gusto ¿algún problema?— dije –
-Con nosotras no pero…. — no termino de decir la chica que me esposo cuando su compañera la interrumpió—
-Tiene esposa y a lo que sabemos no le gusta en absoluto que quiera algo con su hombre—dijo la oficial—
-No me interesa, el será mío— dije bajando y entrando en donde me pondrían en sesión para ver cuantos años y de más terminare en prisión- magnifico- dije rodando los ojos después de ver al inservible abogado que tenía al frente—
-Buenas tardes señorita Samnon lamento verla en estas circunstancias y lamento no haber ido a visitarla a su celda— dijo—
-No creo que tuviera siquiera el pensamiento de visitar, le conviene a el que yo me quede en la cárcel, así el dinero se va automáticamente a el— dije en mi mente—
-Bien—dije en voz alta sentándome al lado de el—
-¡EL CASO ENTRA EN SESION! –dijo un hombre sentándose en una mesa más grande al frente de mí, ni siquiera note su presencia, ni cuando todos se paraban, estaba tan sumida en mis pensamientos que ni siquiera estaba poniendo atención a lo que me decía el abogado—
-Bien señorita Ilena Samnon Brang acusada de matar a tres personas y…. —dijo el juez y voltee a verlo con gran sorpresa, tanta que no lo deje terminar—
-¡¿TRES?!— Grite frenética y enojada—
-Si señorita Samnon, y la cuarta está en el hospital en coma- dijo el juez y yo seguía sin poderlo creer. Tome mi cabello con fuerza y me tire en el asiento, ¿Cómo es posible que alguien sobreviviera?—dije en mi mente—