-Revisado-
CAPITULO 5
EL PEQUEÑO JUEGO
Mateo Bright Shiner
Podía sentir como la chica que me acababa de intentar besar me perseguía lentamente mientras yo caminaba, llegamos al piso de los que trabajaron en el narcotráfico secuestros entre otras cosas, todo esta vacío, todos están comiendo, camine directo a las segundas escaleras al final del pasillo el cual me llevaron a la zona negra, es mejor que esa chica no vaya a acercarse a las celdas si no quiere traumarse, seguí mi camino al área gris, como su nombre lo implica, es un lugar sombrío, el piso de la zona negra es diferente a esta, en la zona negra las puertas están conformadas por 3 seguridades y hay un enfermero afuera de cada habitación y dos guardias que solo les importaba su trabajo (los presos de su piso asignado) no sé qué quería de mi esa chica que me estaba persiguiendo y no me podría importar menos ,pero no le gustara mucho a Aise, así como a mí no me gustaría que alguien más la estuviera siguiendo, solo de pensarlo me dieron ganas de matar a cualquier persona que la persiga- seguí mi camino hasta la zona roja, algunos estaba fuera de sus celdas y cada quien hacia lo que se le pasca, seguí mi camino a la celda del fondo, donde las rejas son de un color carmesí , al llegar la puerta de metal se abrió siendo abierta por la persona de afuera-
-Vaya pero si es el espectacular Coronel Bright ¿Qué lo trae por aquí? – Dijo sarcásticamente la chica al frente de mí, tenía aparentes ojeras, más delgada de lo que la vi la última vez que vine, se ve cansada, es una chica con una altura de 1.63 y es bastante pequeña para lo que yo mido, mido 1.89 –
-¿Por qué te has saltado tus comidas?—pregunté y una risa con malicia, enojo y sarcasmo salió de sus labios cual ha estado mordiendo en señal de ansiedad—
- Así que fue la Teniente Romer– dijo sonriendo y yo la mire con una ceja alzada y sonreí—
-¿Cómo lo sabes?— dije sonriendo y ella dejo de sonreír y se acercó a mí—
-Dure dos malditas semanas viendo con que puta teniente te habías acostado y por fin supe que zorra fue y ¿solo eso dirás?—dijo enojada—
-Sabes lo que me calientan tus celos— dije acercándome a ella poco a poco hasta sentir su respiración—
-¿Así como te calentó la polla tu querida teniente Romer? – dijo enojada y yo reí, y en dos segundos me puse serio y en un movimiento rápido, tome su cuello con mi mano haciendo presión en mis dedos desplazándolos hasta su mandíbula y atrayendo su rostro al mío para tener su mirada fija en mis ojos—
-Así como te calentó tu coño el oficial Dawson—dije con enojo yo también y ella sonrió—
-¿Cómo supiste de Dawson?— pregunto sonriendo abiertamente mientras me veía a los ojos—
-¿Cómo supiste de la Teniente Romer?— pregunte sonriendo y ambos sonreímos por dos segundos y después la acerque a mi rápidamente dándole un beso hambriento del cual no me podía separar- Te extrañe- dije separándome de ella y ella sonrió—
-Yo más – dijo sonriendo y yo soltándola de mi agarre— ¿Cómo te enteraste con lo de Dawson?- volvió a preguntar y sonreí—
-El llego a la casa llorando y con flores en mano creyendo que saliste de aquí— dije –
-Que estúpido—dijo recostándose en su cama mientras sonreía—
-¿Cómo te enteraste lo de la teniente?— pregunte elevando una ceja mientras pasaba mi mano por mi mandíbula—
-Varias rondas y varios días, monitoree las veces que venias y las veces que sabias que no comía o algo por el estilo y me di cuenta que te informaban pero lo que no sabía es que te acostabas con ella cuando te aburrías—dijo elevando sus hombros—
-¿Qué harías si te digiera que me acosté más de una vez con ella?— dije con malicia y cizaña. Ella volvió a su expresión inexpresiva por unos segundos y después sonrió maliciosamente-
-¿Qué harías tú?— dijo sonriendo acercándose lentamente a mí, mi desesperación pudo más que yo y la acerque a mí con fuerza tomándola de la cintura, estoy seguro que causaba que ella tuviera una excitación de solo pensar en lo que haríamos ambos si nos enterábamos de que el otro estuvo más de una vez con alguien, sabía lo que mi aliento en su nunca causaba y lo confirme cuando un pequeño jadeo salió de sus labios—
-¿Qué tal si volvemos a hacer nuestro pequeño juego?— pregunte con malicia ya que ella sabía de qué hablaba y rió—
-Acepto— dijo sin pensarlo y pude ver como la lujuria en sus ojos se extendía por todas sus pupilas logrando que sus hermosos ojos cafés se oscurecieran casi llegando al negro, ella se subió arriba de mí logrando enrollar sus piernas en mi cintura y acerco su boca a mi oreja, mordió el lóbulo de esta y susurro— ¿Quién es la chica que te siguió?— preguntó y yo sonreí tomando su cintura con fuerza con una mano mientras la otra seguía su camino desde la rodilla hasta el culo de mi esposa—
-Solo es una chica curiosa a la que encerré aquí— dije seguro de lo siguiente que preguntaría—
-¿Venganza?— dijo y yo sonreí y apreté más mis dos agarres cuando mi mano que recorría sus muslos llego a su espalda, con la mano que sostenida su cintura apreté su mandibula con poca fuerza jalándolo fuertemente a mi boca procediendo a succionar y lamber sus labios mientras escuchaba como se aceleraba—
-Dijo que no—dije aun en lo mío con indiferencia. Ella negó con la cabeza—
-¿Debería acercarme?— dijo aun en susurros entre nosotros—
-¿Yo debería acercarme?— pregunte con malicia y ella rio—
-Terminará degollada si se atreve a continuar—dijo y yo sonreí con suficiencia, esta era mi esposa y no la cambiaría por nada después de todo ella era la única que lograba que yo sintiera alguna reacción o emoción sentimental—
-Se fue—dije viendo que ya no había rastro de ella por la puerta—
-Ocupo vengarme esta noche— dijo haciendo círculos con su dedos en mi oreja y yo quitando su pelo de su cara con la mano que sostenida su mandibula—