Descontrol - Recuerdos del pasado-

CAPITULO 7

-Revisado-

CAPITULO 7

EL CUERPO

Aise Rouse Winslet

La teniente Romero murió por ahí de la 1 a 3 de la mañana después de que  ella se desmayara ya que solo le disparé una vez en el hombro, La razón de su muerte fue minutos después del disparo cuando aún seguía viva, agarre su credencial y abrí las puertas de todos los del piso 7 con antecedentes psicóticos y caníbales, al principio muchos fueron como buitres a quererme matar a mí pero el color carmesí que tanto extrañaban estaba en el piso, era perfecto, porque 1 tendría huellas de todos, 2 la muerte terminaría en un suicidio ya que esta el registro de que abrió la puerta de los presos con su llave, 3 no hay cámaras de seguridad por la privacidad de los pacientes aunque lo que es realmente, es que no quieren que haya registro de los medicamentos utilizados para controlarlos, todos empezaron a tocar el cuerpo y yo subí a limpiar el arma con las cosas que me dio mi coronel Bright y después la tire en el charco de sangre ya que no tardaban en llegar los oficiales y enfermeros que aún quedaban en el hospital de junto del hospital psiquiátrico, estoy segura que para el día de mañana no tendrá siquiera los ojos.

*Horas después*

-¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH¡— varias personas gritaron y yo me levante de mala manera, baje al piso de los de uniforme  gris y después en las escaleras entre al piso de los de gris y los negros, ahí estaba, la teniente Romero, varios oficiales corrieron a donde fue el grito y todos los expectantes solo veíamos la réplica de la teniente solo que esta estaba muerta, tenía partes de su piel comida, como los ojos y partes de distintos lugares al punto de verse hasta el hueso—

-Agh asco—pauso— ¿teniente Romero?— dijo un oficial llegando a la escena—

-Nadie toque el cuerpo— dijo el oficial y un señor de traje gris atemorizado habló—

-¿Q-q-quien se atrevería a t-tanto?— dijo el señor tartamudeando y todos los de rojo lo fulminamos con los ojos—

-Que buen actor, como si no estuvieras aquí por matar y violar a 20 mujeres, maldito matador de mujeres— dijo Amanda enojada, ella es una chica del noveno piso, chica con pelo castaño lacio y ojos azules, sentenciada a estar aquí por matar a 42 personas y poner a 3 en coma y la más cercana a ser como una amiga. Había un requisito que muchos no saben, para entrar al piso nueve ocupas no sentir arrepentimiento de lo que hiciste, es una razón por la que el piso nueve es distinto—

-Hablo la psicópata,  ganas de violarte no me faltan— dijo el chico con traje gris lamiéndose los labios viendo a mi amiga de pies a cabeza el mismo chico que al  principio tartamudeo, yo voltee a él y me acerque lentamente—

-Le tocas un solo pelo a alguna chica dentro de aquí y no dudare en cortarte los dedos uno por uno, sin contar que me asegurare que tu pequeño y casi microscópico pene sea descuartizado y después se lo daré a los del piso 7, así que mejor te callas— dije—

-Uy que miedo, no me dan miedo tus amenazas al fin y al cabo eres otra psicópata— dijo y ahí me enoje y voltee a todos los de rojo, ellos sonrieron, sabían que pasaría pero solo me contuve y antes de ir a mi lugar y hable—

-Qué suerte, que al fin y al cabo soy una psicópata más, un consejo, no adelantes tu condena de muerte—dije sonriendo sin pensarlo y con unas ganas inmensas de estrellarlo contra la pared repetidas veces hasta que se desangrara y muriera—

-No toquen el cuerpo de la teniente—dijo un oficial logrando llamar nuestra atención y yo yendo al lugar en donde estaba inicialmente—

-Como si quisiéramos- dijo un chico con el traje rojo llamado Kein-

-¿Me la puedo comer? aún está fresca- dijo un señor atrás de una de las puertas de metal de seguridad del piso 7—

-Te va a doler el estómago— dije sin pensar y todos sonrieron—

-¿Quién salió anoche?— preguntó una oficial y todos nos quedamos en silencio— bien entonces veremos las cámaras de seguridad—dijo confiada y yo sonreí—

-Nooooooooo— grito la teniente Samira yendo al lado de la teniente Romero, viendo todo eso me dio sueño y decidí ir a mi habitación a descansar, tanto drama me dolía la cabeza y no me iba muy bien las hipocresías, al fin y al cabo ¿no fue ella quien la dejo sola esa noche sin importarle que le tocara turno sola?—

*Minutos después*

-Despierta—dijo Gregory—

-No —dije aun dormida y me levante de golpe— ¿Qué carajos haces en mi celda?— dije enojada—

-Tranquila sabes que tú y yo tenemos un acuerdo y no por mi calentura lo pondré en riesgo, no contigo— dijo y yo asentí—Vine a decirte que hay menos seguridad de la que había antes, algo esta extraño, presiento que tienen un plan ten cuidado— dijo y yo asentí—

-Me quede dormida desde hace un rato, no me he dado cuenta—dije sincera y el solo sonrió—

-Saldrás— dijo afirmando Gregory y lo mire intrigada— te estas aburriendo así que supongo que saldrás en cuanto te aburra más este lugar— dijo y yo sonreí—

-Posiblemente pero no aun, aún tengo algo que arreglar— dije y el solo asintió resignándose a  tener más información –

-Baja a comer no has estado comiendo bien estos días por eso estas débil— dijo y yo reí y asentí con la cabeza y él se marchó—

Me pare de la cama y baje a comer, todos estaban comiendo  en el comedor y salieron algunos del piso nueve, aunque los oficiales nos den la comida en las celdas por precaución de que no les hagamos nada a los demás presos, algunos tienen libertad absoluta en la que podemos salir de la celda cuando se nos da la gana-  Cuando llegue al comedor, pude ver a la chica que nos estaba espiando a mi coronel Bright y a mí, pero ¿Quién eres? Y ¿Cómo conociste a mi esposo?



#3927 en Thriller
#10320 en Otros

En el texto hay: familia, obsesion, obsecion peligroso

Editado: 08.01.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.