-Revisado-
CAPITULO 11
Celos
*Días después*
-Hola— dije sentándome en la mesa de Elsa—
-Hola— dijo Ilena de mala gana—
-¿Qué ocurre?— dije y ella me miro mal—
-Nada, solo se me quito el apetito— dijo empujando el plato de comida-son solo sobras— dijo finalmente—
-Tienes razón, no deberías de comerte las sobras— dije levantándome de mi asiento—
-¿Qué?— dijo Ilena mientras que Elsa me negaba con la cabeza a lo siguiente que diría, solo sonreí y seguí mi camino a mi habitación, pero dos moños negros en la puerta del comedor llamaron mi atención—
-Teniente Samira— dije atrayendo su atención—
-Oh, Aise ¿Qué ocurre?—dijo sonriendo pero no era una sonrisa genuina sino una forzada y desanimada—
-¿Por qué son los moños?— dije y ella agacho su cabeza mientras sus lágrimas caían de sus ojos—
-El oficial Dawson y la teniente Romero murieron en la semana – dijo triste y yo hice una cara de sorpresa—
-¿Cómo? Pero si eran muy jóvenes ¿Cómo es eso posible?—dije fingiendo tristeza mientras algunas lágrimas caían de mis ojos—
-Ellos eran demasiado para este mundo— dijo y yo sonreí—
-Lo eran—dije mientras seguía mi camino a mi habitación cuando la teniente Samira me paro mi caminata—
-¿Tú no alcanzaste a ver quienes salieron esa noche?— dijo desesperada mientras tomaba mi brazo con fuerza—
-¿Qué ocurre aquí?— dijo una voz que me temblaban las piernas de amor por la persona proveniente de esa voz—
-N-nada, solo confirmo algo— dijo la teniente Samira—
-¿Maltratando a una presa?— dijo preguntando el coronel Bright—
-No vi a nadie anoche— dije finalmente y la teniente Samira regreso a su guardia en solo segundos y con tristeza—
-¿Así que tuviste la misma idea que yo?— dijo el coronel Bright susurrándome al oído cuando estábamos lejos de la vista de los guardias y la teniente—
-No sé de qué hablas— dije intentando disimular—
-Supongo que también mataste al preso del piso ocho— dijo viéndome fijamente—
Era cierto y él lo sabía. En la cárcel no ponen moños negros por los presos, dicen que eso haría que muchos se asustaran y se abstienen de eso por lo que no muchos supieron sobre el asesinato del violador del piso ocho-
-¿Disimularas lo que disfrutaste cada segundo?—dijo Mateo y sonreí—
-No estabas ahí, tú no sabes si lo disfruté o no— dije y el solo sonrió—
-Se te olvida que soy tu esposo— dijo tomándome con fuerza de la cintura atrayéndome rápido a él y dejarme un beso corto en mis labios—
-¿Me extrañaste acaso?—dije y él sonrió con suficiencia—
-Ni un poquito— dijo y sonreí, él se alejó y seguí mi camino a mi habitación—
Él sabía lo que estaba cambiando en mí, algo que apenas cuando llegue a mi habitación noté. Podía recordar cuando maté al violador del piso ocho a gran detalle sin ningún fragmento perdido, algo que no me pasaba en absoluto. Yo tenía un “Problema” o más bien una extraña situación en la que yo olvidaba lo que hacía cuando mataba a alguien, todo se volvía blanco y al tiempo regresaba a mis sentidos sin recordar nada de los incidentes excepto cuando ya estaban muertos y yo estaba satisfecha, de eso hablaba Mateo cuando me dijo que no ocupaba forzarme a controlar mi mente. Hubo un tiempo en el que me forzaba a recordar lo que hacía pero por más que lo intentara no podía, pero creo que mi mente esta lista para ser controlada, y yo lista para recibir mi memoria de vuelta.
*Pov Ilena*
-Me puedes explicar ¿Por qué la tratas así?— dijo Rasta viéndome—
-Quiere ligar con mi Coronel— dije—
-No es tu coronel hasta que él lo diga— dijo Elsa comiendo de su plato—
-ES MIO— grite atrayendo la atención de algunos a mi alrededor—
-No me gusta que estés con una obsesión con el— dijo Agatha y yo solo la mire mal—
-Eso no debe de importarles si tengo o no tengo una obsesión por el— dije molesta saliendo del comedor—
-Ilena— escuche a lo lejos a Arthur un gran compañero y solo sonreí a el—
-¿Dónde has estado?— dije sonriéndole—
-Me entere hace algún tiempo que mi cuñada también esta dentó y fui a saludarla, hace un año no la veía ¿Qué tal tú? ¿Qué haces aquí? ¿Regresando?— preguntó—
-Sí, estoy regresando estoy algo cansada— dije pausando— Alto ¿cuñada?— pregunte y el asintió algo penoso—
-Si mi cuñada— dijo feliz—
-¿Te llevas bien con ella?— dije y el asintió—
-Era mi amiga en primaria— dijo feliz—
- ¿Enserio?— dije sorprendida— ¿entonces cómo conoció a tu?… -dije pensando si era su hermano o su hermana, realmente no sabía nada de el—
-Hermano— completó— Siendo sincero solo la conocía de vista en la primaria pero yo me creía su amigo, ella no me hablo hasta secundaria, ya que su vida no fue fácil y bueno yo le contaba muchas cosas de mi cuñada a mi hermano, él es un hombre que nunca sintió curiosidad por nadie pero con ella fue diferente, el sintió curiosidad por ella desde que le conté por primera vez de ella, al punto de que me preguntaba cada vez que regresaba de la escuela por ella, después él tuvo un trabajo en el cual se encontró con ella, no supe hasta tiempo después que el la conoció en circunstancias no muy buenas pero gracias a que ella logro que mi hermano sintiera alguna emoción ahora está viva, el la salvo y la sigue salvando hasta ahora, sin contar que la protege mucho, a veces me da envidia una relación tan única como la de ellos, sin contar que se cuidan y protegen mutuamente, es algo que siempre admirare de ellos dos, son tan diferentes que quedan tan bien, no sé si me entiendas- dijo feliz con un resplandor en sus ojos—
-¿En que trabaja tu hermano?— pregunte—
-Es coronel— dijo y yo pausé la caminata y le sonreí—