CAPITULO 19

-Revisado-

CAPITULO 19

LA VENGANZA DE MATEO

*Una hora después*

-Ven- dijo Mateo tomándome de la mano y meterme en aquella habitación donde Ilena fue torturada—

-¿Qué hacemos…?—mis palabras quedaron en el aire cuando vi al teniente Saros en la silla en la que había dejado atada a Ilena  unas horas antes, El teniente sonrió al verme—

-Maldita perra— dijo el teniente Saros al verme y Mateo le dio un puñetazo— Veo que engatusaste a mi amigo—

-Cierra la boca— dijo Mateo enojado saltando la vena de su cuello-¿Quieres hacer los honores?—dijo Mateo entregándome otro encendedor de metal en la mano sin que Saros se diera cuenta, y yo asentí, voltee a Saros y veía como le faltaban los diez dedos de sus manos, sin contar los dientes que había regados por todo el suelo, sus hematomas en el rostro, las manos, los brazos, todo en él tenía golpes, cortaduras y quemaduras. Una perna había sido arrancada completamente y su abdomen tenía hoyos y vi el arma, un pica hielos se posaba al lado. Mateo tomó a Saros de un brazo y abrió la compuerta y así tirándolo dentro de esa habitación junto con su pierna—

-Mierda, que horrible huele— dijo Saros para después vomitar, Mateó lo veía con furia y solo le tiro gasolina encima sin importarle que él estuviera vomitando ni nada, él estaba furioso y yo solo lo miraba atentó—

-Hazlo— dijo y sin pensarlo prendí el encendedor y lo deje caer de mis manos, vi como el ardía y solo podía pensar “Arde en el infierno maldito imbécil”— Aise... - dijo Mateo cerrando la compuerta y tomo mi rostro con sus manos— si alguien te vuelve a tocar un solo pelo lo voy a matar sin siquiera tener piedad, inclusive que sea mi hermano o mi padre, me importa un carajo, los matare y hare sufrir el doble— dijo y asentí , él es mi lugar seguro—

*Minutos después *

-Es hora de dejarles ver quién eres— dijo Amanda emocionada—

-Quiero ver esto en primera fila—dijo Marcus—

-Yo igual— dijo Arthur—

-Alto, ¿Esa no son Elsa y Rasta?— dijo Amanda y yo voltee por instinto—

-Creo que si ¿por qué?— dije—

-Ellas deberían de estar fuera de este lugar hace una hora— dijo Amanda y la mire extrañada—

-¿De qué hablas?— dije y todos la miraron—

-Ellas hicieron un trato con Gregory de salir de aquí— dijo Amanda, voltee y vi como Elsa y Rasta me miraban, Rasta le dijo algo a Elsa en secreto y después suspiro para caminar a mi lado—

-Aise…-dijo pero no termino—

-Comprendo—dije y ella levantó  la mirada—

-Lo siento— dijo volviendo a bajarla y yo sonreí—

-Tranquila, ya era hora – dije y ella sonrió triste y me abrazo—

-No te olvides de mí— dijo y yo solo la abrace de vuelta—

-Vive una vida limpia ¿entendiste?, sino yo misma regresare— dije y ella se alejó sonriéndome dándose la vuelta para irse  junto con Rasta—

-¿Me explican que ocurrió?— dijo Arthur—

-Lo haría pero no entendí— dijo Amanda—

-Miren es simple…-dijo Gregory pero un golpe de Amanda en la nuca lo hizo callar—

-No mientas, si nosotros no sabemos tu menos—dijo riéndose y todos reímos—

-Acaso…-dijo Gregory—

-Sí, eso insinuó— dijo Amanda—

-¿Así es como tratas a tu esposo?— dijo Gregory indignado al punto de llorar—

-Ya, ya— dijo Amanda acariciándole la cabeza a Gregory—

-La verdad es que no sabía—dijo honesto Gregory—

-Elsa va a dejar el negocio— dije y ellos se sorprendieron—

-¿Por la chica?— dijo Mateo y yo asentí—

-Era un poco obvio que a Rasta no le gustaba en absoluto esta vida, a muchos no le gustaría la verdad, pero a Elsa le fue difícil, empezó apartando todo lo malo a su paso para mantenerla feliz, ella quiere lo mejor para ella, Elsa fue una buena compañera durante estos años, me alegro que encontrara a alguien que la hiciera feliz y que le ayudara a salir adelante sin tener que dañarse de nuevo— dije sonriendo—

-¿Eso quiere decir que Elsa dejara todo atrás?—dijo Amanda y yo asentí—

-Ojala pueda dejar todo atrás, ella merece ser feliz, después de todo ella dio su máximo siempre, y lo mejor es que hace tiempo dejo de consumir cocaína gracias a esa chica— dije sonriendo, recordando como ella llego a trabajar con nosotros ayudándonos estando con las personas que traficaban drogas para llegar a los traficantes de órganos entre otras cosas, su trabajo era puro y después de todo lo que pasó ella al fin estaba empezando a ser feliz—

-¿Enserio?—dijo Arthur y yo asentí—

-Eso es un gran logro para alguien que lleva 14 años consumiéndola—dijo Gregory y yo asentí—

-Y se ve que fue difícil, ella vivió toda su vida rodeada de sustancias siendo obligada o por voluntad propia, después de ella haber sido obligadas a ingerir sustancias se volvió una adicción y me alegro que lo haya dejado, dejo todo para mantenerla feliz—dijo Amanda—

-¿Creen que ella lo dejara para siempre?— dijo Arthur—

-Sera difícil pero si ella continua así posiblemente si—dije alegre por ella—

-Perdón por romper la alegría pero tengo algo que decir – dijo Gregory y yo le preste atención a lo que diría—

-Dilo— dijo Amanda—

-Todo está listo para Mañana—dijo Gregory viéndonos a todos y todos asentimos—

-Perdón por interrumpir pero ahí están—dijo Amanda viendo a quienes estábamos buscando—

-¿Estas lista?— dijo y yo asentí—

-Espera…- dije y mire como la mujer subía a las celdas—

-¿Qué ocurre?—dijo Amanda—

-Ella va arriba— dije y me empecé a alejar escaleras arriba siguiéndola, ella se metió en su celda y cuando se metió recorrí la cortina hasta dejarme ver sin que ella me viera y mientras ella miraba a la pared la veía atentamente, ahora tenía el pelo con canas, tiene más peso del que tenía y sigue teniendo de una estatura mayor que la mía, ella se ve feliz cada que la veo con el hombre, ¿Cómo es posible que vivan tan pacíficos después de lo que hicieron?, ellos solo fueron aquellos que me llevaron a mi perdición y yo haré lo mismo con ellos, me subestimaron demasiado y me trataron como querían, ahora es hora de que yo los trate peor, sentirán dolor, terror y desearan retroceder el tiempo en el que todo lo dominaban ellos, pero ahora me toca dejar en alto mi venganza, que todo error se paga con una consecuencia, que vivir será un privilegio y que una muerte rápida sería un regalo, es hora de que paguen por lo que han hecho y es hora de que sepan que sigo aquí—Bienvenida Madre— dije y vi como la mujer se tensó, giro rápidamente y el miedo en su cara se hizo presente—