-Revisado-
CAPITULO 21
EL INICIO DE LA VENGANZA DE AISE
*Horas después*
*Aise*
-Vamos- dijo Arthur—
-Que comience la fiesta- dijo Gregory lambiéndose los labios—
-Entrare yo primero— dije y todos asintieron—
-Me siento en una misión de rescate de nuevo— dijo Amanda feliz y voltee a los demás igual de sonrientes dando ánimos—
Empecé a caminar a la celda de la mujer y el hombre cuando de repente escucho lo que dicen
-Debemos matarla— dijo la mujer—
-Si ella habla nos ejecutara—dijo el hombre—
-Maldita sea ¿Por qué no la mataste?— dijo la mujer—
-Creí que lo había hecho—dijo el hombre—
-Pues estabas equivocado, ni siquiera una cicatriz tiene— dijo molesta la mujer—
-Y yo que me quede con esta maldita cicatriz por el maldito policía que entro en aquel entonces—dijo el hombre—
-Mátala tú—dijo la mujer—
-Por favor, ¿no me digas que le tienes miedo de matar a alguien?— dijo el hombre riendo—
-No es miedo, es precaución— dijo la mujer—
-La mataré en cuanto la vea— dijo el hombre—
-Voltéense— dije y ambos se tensaron y se alejaron al verme— ¿Hay una reunión familiar y no me invitan?— dije haciéndome la ofendida—
-¿Q-Que haces aquí?—dijo el hombre mientras yo salía de la celda y el siguiéndome con la mujer tomada del brazo –
-Que romántico—dije viendo sus brazos, Nadie les correría si supieran la verdad ¿no?— dije y ellos solo pasaron saliva en seco— así que…. — dije pero no completé—
-Así que ¿Qué?—dijo la mujer nerviosa—
-Así que me quieren matar—dije y ambos se tensaron y abrieron los ojos como platos—
-Si—dijo el hombre y reí—
-Buenas noches—dije y Amanda y Gregory les pegaron en las nucas para desmayarlos rápidamente—
*Minutos después*
-Como tardan es despertar—dijo Gregory bostezando—
-Están despiertos— dije y ellos los miraron de cerca y suspiraron—
Habíamos traído a esos dos atrás del edificio, es un tipo de patio pero no es usado, tampoco está cerrado, esta oscuro y aunque alguien gritará con todas sus fuerzas nunca lo escucharían, están atados con cadenas demasiado ajustadas, no pueden mover los brazos ni piernas, las cadenas tienen un candado que hace que no se suelte por más que intenten
-¿Cómo sabias?—dijo la mujer abriendo los ojos al igual que el hombre, ambos me voltearon a ver y el hombre se mostró sorprendido—
-Sigues vivía— dijo y yo sonreí—
-Claro que si— dije y ambos se querían soltar de las cadenas pero no podían— recuerdas estas cadenas— dije y él se tensó y me miro—
-¿De qué…?— dijo pero pauso viéndolas— no pueden ser…-dijo interrumpiéndose otra vez—
-Si— pause— Son las mismas cadenas que te ayudaron a matar a Ambra y a Ain, las mismas que usaste para asfixiarme— dije recordando todo con rabia—
-¿De qué hablas? Eso nunca pasó- dijo intentando que Amanda, Arthur y Gregory les creyeran—Esta loca, no le crean, ella…-dijo pero fue interrumpido—
-Que desvergonzado— dijo Gregory—
-¿Acaso me quieren poner en contra de mi cuñada?— dijo Arthur y sonreí viendo como ellos no cayeron en las mentiras del hombre—
-No importa cuánto intentes, ellos no te van a creer— dije yendo por lo que ocuparé— ¿Cuánto pueden soportar una quemadura?—dije viéndolos y ellos se tensaron sonreí y tome un encendedor, a los segundos empezaron a gritar y a retorcerse del dolor que ocasionaba el fuego en ellos, yo sonreía complacida de verlos sufrir y les hice señas a Gregory y a Amanda que echaran agua arriba de ellos para apagarlos, solo quería quemarlos de las piernas por el momento—
-E-ESTAS LOCA—grito la mujer—
-Irónico— dije y ella se tensó— Irónico que diga eso la mujer que mato a sus dos hijos y casi me mata a mí—dije cruzándome de brazos—
-Yo no fui, el que los mató fue tu padre, por favor, déjame ir, te lo suplico, por los buenos momentos, déjame ir— dijo suplicando la mujer, la mire como si me llegara al corazón sus palabras y ella sonrió con suficiencia, me empecé a reír a carcajadas y el temor de sus ojos resplandeció los míos—
-Crees que no te vi detrás de las puertas—dije acercándome a ella y le mostré un arma apuntándole a la cabeza— por eso te arrestaron en la escena del crimen, porque tu también estabas ahí— dije recordando lo que yo había visto—
-ESO ES MENTIRA, YO ESTABA EN LA CARCEL— grito desesperada—
-Habías salido dos días antes— dije y me miraron—
-¿Cómo…?—dijo el hombre—
-Por qué Ambra me dijo que había visto a su madre en sus sueños, dijo que la había visto parada en el marco de la puerta viéndola y ese día te vi ahí, viendo todo con una sonrisa de suficiencia, sin contar que…- dije y el escupí— Tú me escupiste cuando estaba a punto de morir—dije sonriendo—