Papá está a punto de hacer una entrevista para un canal muy famoso, lo que sale de este se hace tendencia.
Yo sé que mi padre no es tonto y va a contar cualquier cosa que lo pueda perjudicar a él y a su amada empresa, pero no puedo evitar ponerme nerviosa.
Lo que paso hace unos minutos, la boda y ahora esto me está haciendo muy mal a mi salud mental.
Tal vez deba agendar otra cita con mi psicóloga.
Me quedo viendo la televisión pendiente de todo lo que dice papá, aunque la verdad es que a mí no me afecta en nada lo que diga.
La única vez que escuche que le hablo a alguien así, fue a un chico en específico, esa vez igualmente me sorprendí, pero no dije nada.
Noto como papá lucha por mantener su sonrisa y mira a mamá de reojo, mientras esta solo se limita a ver sus uñas.
La presentadora, que conozco como Amber, sonríe con un poco de incomodidad, pero aun así se mantiene profesional.
Lo que dijo sobre que Iván es caballeroso y amable es cierto, pero eso de que me ama ni el mismo se lo cree por la sonrisa que lanzo al final.
Se nota que practico un montón sus mentiras, puntos para él.
O solo te ayuda él. Pienso.
Veo claramente como papá se tensa y mamá también, hasta yo lo hago. Al parecer no soy la única en notarlo, porque la entrevistadora sonríe.
El programa anuncia un corte y yo me levanto para prepararme algo ligero y rápido para cenar, esto es tan emocionante.
Se nota que mamá ya conocía a la entrevistadora de antes, la pregunta es ¿De dónde?
Rápidamente, preparo un emparedado y me siento de nuevo, con una manta y una lata de refresco, cuando anuncian que volvieron de comerciales.
La entrevista sigue sin más complicaciones, mamá se mantiene callada y Amber le lanza un par de miradas y una sonrisa triunfadora.
No tengo idea de lo que sucedió cuando hicieron el corte, pero se nota que fue algo malo como para que mamá bajara la guardia.
¿Qué carajos? ¿Acaso todo el mundo sabía acerca de esta entrevista y nadie hizo él amague de contarme algo? Me siento traicionada.
La entrevistadora le hace un par de preguntas a Iván, ríen, hacen broma, papá también lo hace, mamá se mantiene en un rincón del sillón, con la mirada gacha.
Me siento tan imponente en estos momentos, mientras yo estoy aquí sentada sin poder hacer nada, ella se está sintiendo de alguna manera humillada, por un hombre que en todo lo que va de entrevista, no le ha dedicado una mirada que no sea de desaprobación.
Aprieto la manta de mis piernas con mis manos hechas puño, mis dientes se aprietan, hasta que algo sucede y me deja sorprendida.
Iván le da una mirada a mamá y luego a Amber, con una sonrisita egocéntrica le hace una pregunta que me deja el doble de sorprendida.
Vaya, eso sí que no lo esperaba.