Desde ahora decido yo

Óscar, cancelado

A pesar de no soportar a Iván, debo admitir que la cena fue espectacular, la comida exquisita y la atención maravillosa, no puedo describir lo bien que me sentí.

Pero mi buen humor de la cena se fue a la basura cuando descubrí que mi padre había hecho una entrevista para la revista, que había dicho todas esas cosas.

Iván y yo entramos a casa, prácticamente corriendo y pusimos la entrevista.

Papá no se atrevería a decir nada que nos delataría, pues él es quien más se puede ensuciar con el lodo.

Iván la ve en su celular y yo en el mío. Apenas busco en Google, me aparece como tendencia ¿Qué hiciste ahora, papá?

Comienzo a leer todo lo que dice y mientras más leo, más me convenzo de que debo alejarme de papá. Por mi bien.

Fuertes declaraciones de un padre.

Tengo noticias nuevas, hace unas horas mi equipo y yo llegamos de una entrevista con el magnate de los negocios, el señor James Horan.

Le hicimos un par de preguntas y esto fue lo que nos respondió.

“Señor Horan, es un gusto que nos haya aceptado la entrevista”

Es un gusto para mí estar en su revista

“Bueno, señor Horan. Una fuerte confiable nos contó que el matrimonio de su hija con Iván fue arreglado”

“Creo que deberían despedir a esa fuente confiable, pues, todo es mentira”

“Le aseguro que nuestra fuente nunca se ha equivocado”

“Pues, parece que por primera vez se equivocó, mi hija se casó por amor y todos mis socios son testigos, el día de la propuesta de mano ella estaba radiante”

“Entonces, si los rumores son falsos, ¿Por qué adelantar la boda justo en el momento en que aparece el tío?”

Porque Iván tiene mucho papeleo que hacer y para no atrasar más la boda decidieron hacerla antes de que todo se les venga encima”

“Estas son las preguntas por ahora, muchas gracias otra vez”

“Gracias a ustedes de nuevo”

Ya lo leyeron, Horan asegura que su hija se casó solo por amor. ¿Qué piensan ustedes?

Termino de leer y subo a mi habitación para llamar de inmediato a mi hermana.

No contesta a los primeros tonos y me preocupo, Abi siempre está en el celular.

Luego de unos minutos y no contestar, me doy por vencida y llamo a mamá, no me queda de otra, pero tengo que hacerlo.

Ella si contesta hasta los primeros tonos.

    • Sabía que llamarías — dice al contestar el teléfono.

 

    • ¿Dónde está Abi? — pregunto yo, en cambio.

 

    • Está en casa de su novio, días allá — dice tan tranquila, como si eso no significara nada.

 

    • ¿Papá? — pregunto por el verdadero motivo de mi llamada.

 

    • Está durmiendo — aprieto los puños y miro hacia el techo de mi habitación.

 

    • Mañana a primera hora, dile que quiero hablar con él, agrega que es de carácter urgente.

No le doy tiempo de decir algo más, cuando cuelgo la llamada. No quiero saber de su extraño comportamiento hoy.

Solo quiero saber dónde demonios está Abi, no confío para nada en su noviecito ese, tiene una actitud tan petulante que él mismo hace para caer mal.

Intento llamarla de nuevo, pero no me contesta el celular, en total le hice diez llamadas, puede que parezca intensa, pero no quiero que nada malo le suceda a mi hermana.

Luego de unas cuantas horas, recuerdo que puedo rastrear su celular.

Me golpeo mentalmente por no haber pensado en eso antes, busco mi abrigo, llaves y zapatos, para salir.

Llevo el celular en mano, cuando la luz de la sala se enciende, haciendo que me espante.

    • Vaya, no sabía que íbamos a empezar esto de los amantes tan pronto — dice Iván cruzado de brazos, con un vaso de agua.

 

    • Que gracioso — ruedo los ojos — voy a buscar a mi hermana.

 

    • ¿Te llamó? — pregunta acercándose.

 

    • No, pero sé que está en peligro.

 

    • ¿Cómo?

 

    • No me contesta el teléfono y además mamá me dijo que estaba con su novio.

 

    • ¿No te has preguntado, qué si no te contesta el teléfono es porque son las dos de la mañana? — dice como si fuera obvio.

Es claro que es obvio, pero sé que no es por eso, mi hermana por más cansada que esté, nunca dejaría de contestarme el celular. La conozco.

    • Sé qué crees que estoy loca, pero no es así. Mi hermana no desaparecería sin avisar. Yo me voy en busca de mi hermana.

Tomo mi camino a la puerta cuando Iván me toma por el brazo.

    • No puedes salir sola a esta hora — dice sin verme — te voy a acompañar, espérame aquí.

Sube sin decirme nada más, mientras yo me siento cada vez más inquieta, sin saber qué hacer.

Pero mientras espero a Iván, intento llamar a mi hermana una vez más, pero sucede lo mismo que las otras veces, nada, no hay respuesta de su parte.



#15756 en Novela romántica
#2941 en Joven Adulto

En el texto hay: amor, odio, dolor

Editado: 26.03.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.