Xiomara esperaba desesperada a Isabela en el restaurante donde siempre iban a comer cuando deseaban salir de la oficina y volver rápido, la pelirroja le dijo que llegaría en diez minutos y ya estaba cerca de los quince, llevaba ya dos sodas de golpe sin darse cuenta, cuando ve a su amiga entrar alza la mano agitándola rápido haciendo que la vea.
— Perdóname Chía, el señor Bruno está trabajando con su asistente y tuve que pasarle una información — dice sentados frente a su amiga.
— ¿Asistente?...
— Si, un muchacho no sé cómo describirlo, pero es encantador — dice Isabela sonriendo.
— Ahhh — Xiomara solo hace un sonido.
— Bueno que ordenaremos, tengo mucha hambre... además que tengo algo que contarte — dice Isa mirando el menú.
— Yo... yo también tengo algo que contarte — dice con duda — Pero tú dime primero — cambia su actitud cuando Isa alza la vista al escucharla. El mesero llega y toma su orden.
—Ayer en el bar me encontré con Braulio y él fue sumamente lindo conmigo... de una manera que nunca había sido, no sé cómo describirlo, pero me miraba diferente, no como me ve dentro de la empresa — dice animada después que el mesero se retira. Xiomara puede ver el rostro iluminado de su mejor amiga y esa mirada que solo hace cuando habla de él, le platico todo lo de su celular destruido, ahora entiende por qué nunca le atendió las llamadas y mensajes — Además que... él y yo...
— ¡¿se besaron?! — preguntó interrumpiéndola.
— Su celular sonó y el momento se esfumó, pero lo sentí tan cerca de mí... — habló conmovida.
— Entonces él siente algo por ti, vez te lo dije — contestó sin el mismo ánimo con el cual siempre le decía.
— No lo sé, pude confundirme — y ahí iba de nuevo a menospreciarse piensa Xiomara al escucharla.
— Basta, si ya tuviste un acercamiento así solo se tiene que repetir y tú tienes que empezar a hacer algo, primero arreglarte más, tienes que conquistarlo y segundo debes decírselo — dice seria, Xiomara cree conveniente que ella le diga lo que siente para así bloquear cualquier acercamiento de él, si sabe que son mejores amigas esa sería la excusa perfecta para detener lo que sea que él esté pretendiendo.
— Pero... no sé cómo hacer eso, yo no sé cómo conquistar a un hombre — dice desanimada.
— Yo te ayudaré, tú puedes conquistar a quien quieras amiga y si él es el amor de tu vida creo que mereces luchar por ello y no debes perder más el tiempo, ya son más de tres años perdida en ese amor — dice tomando la mano de su mejor amiga.
— Gracias, Chía eres la mejor — dice respondiéndole el gesto — Perdón hemos estado platicando de mí y tú dijiste que tienes algo que decirme.
— Sí... — Xiomara piensa si es el momento correcto después de escucharla, que le diría, amiga Braulio intentó besarme... sus pensamientos remontaban uno sobre otro sin saber que decirle, no creía conveniente decir eso y romperle las ilusiones que ahora miraba en ella — Pero se me ha olvidado, no lo recuerdo... debe de ser alguna tontería mía ya sabes— dice riéndose falsamente.
— Segura...
— Te digo que es una tontería porque no me acuerdo... ¡ay no! — dice llevándose las manos al rostro, alcanza a ver a Braulio que se dirige hacia el restaurante — Tengo que ir al baño — Xiomara se pone de pie y sale corriendo sin esperar que Isa diga algo.
Isabela se queda pensando en la actitud de su amiga, pero no le da importancia Xiomara llega a ser un poco o muy loca, entre despistada y argüendera, el mesero llega con sus pedidos haciéndola ponerle atención y dejar la actitud de su mejor amiga.
— ¿Isabela? — dice Braulio acercándose cuando la nota en medio del lugar.
— Señor Braulio — dice poniéndose de pie.
— Isabela en que quedamos, nada de señor por favor — él le señala que se siente, ella apenada por su actitud comienza a ponerse roja y él sonríe por eso.
— Lo siento...
— ¿Estás sola? — comenta sentándose a su lado.
— No, con mi amiga Chía — dice sonriendo.
— Ah muy bien, yo solo pase por algo rápido para llevar y me iré a la oficina ¿Está Bruno ahí?
— Sí, está con su asistente — dice tomando un poco de su bebida.
— ¿Asistente? — pregunta él contrariado.
— El señor Pablo Ortiz — Isabela nota como el rostro de Braulio cambia.
— Bueno, iré entonces a checar unas cosas, deje pagado mi pedido, puedes por favor recogerlo y llevarlo a mi oficina cuando termines de comer... — dice él entregándole el recibo
— Si claro que si — tomo el recibo de sus manos y él le besa en la mejilla como despedida.
Xiomara observaba todo desde donde permanecía escondida, tenía que hacer algo, si Isabela y él están acercándose tanto no tardara en darse cuenta de que son amigas y no puede permitir que exista algún malentendido. Tal vez él no dirá nada de esa situación, tal vez como dijo Isabela se están acercándose tanto que esa noche de ellos pasaría solo como un incidente nada más y él e Isabela serán felices. Su cabeza estaba a punto de dar vueltas sin parar de tanto pensar, cuando ve que él se termina de salir se acerca a la mesa.