Desde aquel momento

C12- Me gusta para ti...

Bruno miraba el menú desde hace minutos en silencio, Pablo estaba contrariado por el silencio tan pesado que se había instalado, miró a Isabela que hacia lo mismo.

— Yo creo que pediré la ensalada de la casa, se ve muy rica... — dice Pablo.

— Si, se ve muy rica — contesta Isabela y Bruno la mira sobre el menú.

— Bueno ordenamos ya, llamaré al mesero que no veo por ningún lado — dice Pablo poniéndose de pie y dejándolos solos. Isabela mira de reojo a Bruno sin saber que decir.

— ¿Estuvo todo tranquilo en la oficina? — pregunta Bruno.

— Si señor Bruno, solo quedaron pendientes algunas cosas por checar que mañana mismo dejaré lista de los papeles que me entregó, no estaban las personas encargadas de agendar las citas — dice algo rápido.

— Por favor no me digas señor, prefiero que me digas Bruno... — dice él con calma.

— Pero...

— Sé que soy por así decirlo tu jefe también, pero hay formalismos que no me gustan mucho aunque tenga la cara de estricto y autoritario — dice sonriendo al final, Isabela sonríe al escucharlo.

— No tiene...

— No intentes negarlo, sé que mi rostro no es muy amigable, tiendo a ser un poco mal encarado.

— Un poco... — dice ella mirándolo de reojo.

— Bastante, pero no soy un ogro como ese canalla me describe — dice burlándose de su amigo.

— Cuando nos conocimos...

— Fui un total imbécil, lo fui, pero no por ti, ni por la situación... eran otras cosas Isabela, me disculpo por mi actitud de ese día — dice tomando un poco de agua.

— No, sé que para usted debió de ser un poco incómodo enterarse de que una simple secretaria estaba enamorada de su hermano — dice sin mirarlo.

— No lo vuelvas a decir... — dice mirándola duramente, Isabela lo ve confundida — No vuelvas a decir que eres una simple secretaria, en el poco tiempo que tengo de conocerte me he dado cuenta de lo capaz y entregadas que eres a tu trabajo, por lo tanto el título de simple secretaria definitivamente no va contigo.

Isabela lo mira directamente a los ojos después de la manera que le ha hablado, Pablo se acercaba, pero se frenó ante el momento en que los dos compartían una mirada en silencio, disimulo un poco y esperó, observo que Bruno alejo su mirada primero, festejo como si acabara de ver un partido y su equipo anotó un gol. Salió de su escondite y se acercó a ellos.

— Me permití ordenar por los tres algo que me gusto del menú, así que espero que lo disfruten — dice recalcando la última palabra. Isabela se sonroja y se disculpa para ir al tocador.

— Puedes dejar de demostrar que estás disfrutando esto — dice Bruno

— No.

— Eres un cínico — dice entre dientes Bruno.

— Soy un estratega — alza su copa

— ¿Qué hiciste para que ella esté aquí y no con Braulio?

— Yo, nada, fue el destino...

— Sabes que no te puedo creer, pero prefiero no saber que hiciste — dice acomodando su cabello.

— Isabela es encantadora, linda, dulce, amable, respetuosa, bonita...

— ¿A qué viene eso?

— Braulio no merece que alguien así se enamore de él — dice haciendo una mueca.

— No puedes entrometerte, no eres nadie para elegir de quien debe enamorarse la gente y sobre todo... lo que paso entre tú y mi hermano está en el pasado, deberías perdonarlo en algún momento de tu vida.

— Lo perdoné hace mucho tiempo Bruno, simplemente es que ella me gusta para ti — dice acomodándose en su silla triunfante.

— Pero te recuerdo que no es decisión tuya.

— Lo sé...

— No te creo — dice sin mirarlo, Isabela se deja ver y ambos cambian la conversación.

— El restaurante es muy bonito no crees Isa — dice Pablo cuando ella toma asiento.

— La verdad lo es, nunca había venido... esta parte tiene un ambiente muy agradable...

La platica continuo hasta que la cena fue servida, Pablo es muy buen conversador por lo tanto Bruno solo siguió las líneas de la conversación e Isabela hizo lo mismo, poco a poco se relajaban y como si fueran amigos de tiempo intercambiaban anécdotas.

— Este troglodita y yo somos amigos desde la infancia — dice Pablo. Bruno solo le mira y rueda los ojos en desaprobación.

— De niños fuimos vecinos, aunque no era mi amigo... era amigo de Braulio — contesta haciendo que Pablo se mueva molesto y bufe. El celular de Bruno suena así que se disculpa para atener la llamada.

— Sin comentarios...— dice Pablo al aire.

— Perdón, pero he notado que no te gusta toparte con el señor Braulio, bueno es muy obvio tu desagrado — dice Isabela.

— Se nota, es la idea — dice riendo, nota que Isabela se le queda viendo sin entenderle — Isabela, como dice Bruno... yo era más amigo de Braulio que de él, eso fue hasta el primer año de preparatoria creo... bueno, yo soy gay, creo que es algo obvio — dice sonriendo e Isabela sonríe también — Paso lo que pasa siempre, me enamore de mi mejor amigo...




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