Desde aquel momento

C15-Hombre equivocado...

Isabela abría los ojos por tercera vez en un intento de despertar, la luz de la ventana era cegadora y acostumbrarse a ella no estaba siéndole fácil, recordaba haber perdido el control de su cuerpo y caer al suelo, pero el dolor en su frente cabeza y frente no era nada agradable.

— No deberías forzarte Isa — escucha la voz de Chía, su amiga al ver que la luz le incomoda cierra la cortina inmediatamente, había llegado apenas unos minutos, se topó con una de las enfermeras que le dijo que ella estaba sola.

— ¿Don-de es-estoy? — preguntó Isabela con mucha dificultad la garganta le calaba y la sentía seca.

— En el hospital ayer te desmayaste y te golpeaste la cabeza al caer, si no fuera por las chismosas de recepción no me hubiera enterado las encontré en la mañana cuchicheando, ayer estuve todo el día fuera de la oficina... — dice ayudándola a acomodarse en la cama, inclina un poco la cama para que se siente y le acerca un poco de agua. Isabela toma un trago.

— Todo me da vueltas — dice aún con los ojos cerrados.

— Es normal, te sedaron un poco para poder cocerte la herida y hacerte un estudio — dice mirándola preocupada.

— Tan grave estuvo... — dice llevándose la mano a la frente.

— Te diste un señor golpe, ¿Qué fue lo que paso? — dice deteniendo que se toque la herida.

— Entre a la oficina de Braulio, me dijo que tenía que acompañarlo a un viaje... que reservara unos pasajes de avión y perdí el control comencé a hiperventilar...

— Tu miedo a volar, pensé que ya lo tenías dominado, tienes que ir con alguien ese miedo a las alturas ahora si te provoco que te hicieras daño — dice preocupada, sabía y entendía la situación de Isabela, pero no creyó que fuera tan grave.

— Pues lo he hecho un poco, puedo trabajar en un quinto piso — dice bromeando Isa.

— Si, pero tenía que subir contigo todos los días hasta que pudiste sola o te recuerdo que me hacías llegar a las 7:30 para tomarlos el tiempo del mundo para subir — dice cruzándose de brazos, fue la peor época de su vida, Xiomara jamás ha sido de las que se despiertan temprano.

— Y te estaré agradecida toda la vida — dice sonriendo.

— Ay Isa, me preocupe, realmente corrí cuando me entere ¿Quién te cuido en la noche? — dice acomodando su almohada.

— Yo... — la voz de Pablo desde la puerta hizo que ambas mujeres voltearan hacia él.

— Pablo — dice Isabela y sonríe de verle.

— Hola, buenos días, que bueno que estas despierta, fui por un café — entra a la habitación, Xiomara le ve sin entender lo que pasa.

— Que educación mía, mucho gusto soy Pablo compañero de Isabela en el quinto piso — dice extendiendo su mano para saludarla.

— Hola, si te he visto pasar, yo soy Xiomara trabajo en el piso de diseño y soy la mejor amiga de esta pelirroja — dice con alegría, Pablo la saluda y se queda ido un momento la reconoce de las fotos y siente un pinchazo en el pecho.

— Te quedaste toda la noche aquí — dice sorprendida Isabela.

— Sí, tuve que correr a Bruno ya muy noche porque no se iba — dice sentándose un poco en la cama, Xiomara les miraba interactuar.

— Bruno... él ¿Estuvo aquí? — dice algo nerviosa, Xiomara se da cuenta de la actitud de su mejor amiga.

— Si, se preocupó mucho, se preocupó por ti Isa — dice palmeando su mano. El celular de Pablo comienza a sonar deja de lado su vaso de café y sale de la habitación.

— Isabela Manzur ¿Qué no me has dicho? — exige Xiomara cuando las dejas solas.

— ¿Qué? De que...

— Del Bruno que él está hablando es Bruno Campos, hermano gemelo idéntico de Braulio Campos tu jefe amor platico, tu amor imposible, tu amor de tantos años... — dice sentándose frente a ella.

— Si-si — dice con duda, reconoce la mirada que le está dando su mejor amiga y no es nada bueno.

— De que me perdí — dice cruzándose de brazos.

— De nada, el señor Bruno es una excelente ser humano, amable, un caballero — dice nerviosa.

— A ver... me estás hablando del mismo hombre al que por error te le declaraste, el mismo hombre que según tú te miró de una manera ruda y que habíamos llegado al punto donde él era el hermano gemelo malo, todo eso donde quedo... — dice mirándola acusadoramente.

— Tú fuiste la que dijiste que él era el gemelo malo. Han pasado cosas... él no es como creíamos — dice moviendo sus hombros.

— Oh por dios, yo conozco esa mirada Isabela... te gusta el hermano gemelo de tu jefe — dice llevándose las manos al rostro.

— ¡No!... no, bueno, no lo sé... me pasan cosas que no puedo explicar cuando él está cerca de mí, estoy confundida — dice con mucho nerviosismo y dudas.

— Isabela... si te das cuenta de que te declaraste, bueno que él sabe que tú estás enamorada de su hermano.

— Lo sé, no sigas Chía por favor, yo no sé qué me pasa, además Braulio últimamente ha cambiado mucho.

— Define mucho... — dice Xiomara.




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