Deslealtad E HipocresÍa

CAPITULO 10: RECUERDOS TRISTES

Nos encontramos ya en abril, el mes de marzo fue relativamente tranquilo, nuestro grupo favorito se concentró cada quien en sus cosas. La segunda semana de abril fue algo emotivo el 10 cumplió un año de muerta la hermana de Fran; Alex, Vale y Chris estaban en la cafetería cuando Max y J.J llegaron.

 

Hola-dijo Max-¿Qué pasa y esas caras?

¿Fran no te lo dijo?-preguntó Alex.

¿Qué?

Hoy cumple un año de muerta Alis-respondió Chris.

¿Es hoy?-preguntó J.J.

Si.

¿Y Fran?-preguntó Max.

No lo sé-respondió Vale-cuando me levanté ya no estaba, de hecho pensé que estaba contigo.

¿Tienen idea de donde podrá estar?-preguntó Max.

¿A dónde fuiste tu cuando tu mamá cumplió un año?-le preguntó Vale.

 

Él y J.J se miraron y dijo:

 

Voy con J.J a buscarla.

¿Seguro que no querrá estar sola?-preguntó Chris-yo hubiese querido estarlo en su lugar.

Pues ella no es como tú-respondió Max-la conozco muy bien y sé que no quiere estar sola.

 

Max y J.J salieron a buscarla y fueron al cementerio.

 

Yo me quedo aquí, ve tú-dijo J.J.

Bueno.

 

Max entró y vio a Fran sentada junto a la tumba de Alis, se le acercó, se sentó junto a ella, agarró su mano y le dio un beso. Su rostro reflejaba el gran dolor que tenía y sobre su rostro bajaban lágrimas, se quedaron unos segundos en silencio y luego Max dijo:

 

Cuando mi madre murió no pude tener mi duelo inmediato ¿Sabes? Tenía que ser fuerte por mi hermana y mi papá, era yo quien tenía que encargarse de muchas cosas así que no podía llorar como quería. Mi verdadero duelo llegó un año después, mi madre cumplía un año de muerta e hice lo mismo que tu fui al cementerio solo y lloré como nunca antes por mi madre. Mi hermana apareció y me dijo que era su turno de ser la fuerte por mi, pensé que quería estar solo pero cuando la vi y abracé me dí cuenta que estaba equivocado, yo no quería estar solo. Tú y yo nos parecemos mucho Fran, estoy seguro que has sido la fuerte en este año por tus padres y tu hermanita pero hoy no tienes que serlo, este es tu momento de ser la débil, este es tu duelo. Fran mírame (eso hizo) hoy es el día en que puedes llorar como lo has querido hacer desde el momento que supiste que tu hermana había muerto.

 

Ella comenzó hacerlo, comenzó a llorar desesperadamente como no lo había hecho durante el funeral o el entierro. Max soltó su mano y colocó su brazo alrededor de ella acercando su cuerpo al de él.

 

Llora todo lo que quieras-le dijo con una voz dulce-yo estoy aquí, siempre estaré aquí.

 

Fran se sentía bien apoyada con Max a su lado abrazándola, no estaba acostumbrada a mostrarse tan sensible con nadie. Quizás ese día de la muerte de Alis muchos la vieron botar algunas lagrimas pero llorar como estaba llorando ahora jamás nadie la había visto así pero con Max era diferente, ella sabía que él la entendía.

A los minutos Fran ya un poco más calmada dijo:

 

Gracias.

 

Él le sonrió y preguntó:

 

¿Por qué no me dijiste que tu hermana cumplía hoy un año?

No lo sé. Discúlpame ¿si?

Descuida.

Pero yo sabía que ibas a encontrarme, solo tú me entenderías. Pensé que quería estar sola hasta que llegué aquí y me dije: “Ojala Max estuviera aquí, acompañándome”, y mira Dios ha sido tan bueno que te envío.

Vale me dijo que te escapaste temprano del apartamento así que me preocupé y vine a hacerte compañía.

 

Entonces ella volvió a agarrar su mano y la sostuvo enlazada con la de ella.

 

¿Te conté la última vez que estuve con mi hermana?

No. ¿Fue un gran día?

Uno de los mejores. Nunca se lo he contado a nadie pero me gustaría contártelo a ti.

Soy todo oído.

Era el día libre de mi hermana, ella tenía un apartamento en la ciudad pero esa noche se había quedado en casa. Yo no quería ir a la universidad así que Alis me dijo que la acompañara al banco y hacer unas diligencias en la ciudad, por supuesto que la acompañé pero a escondidas de mis padres. Entre el banco y las diligencias se nos fue toda la mañana así que decidimos almorzar allí mismo en metrópolis.

 

¿Sabes? si no quieres ser abogada no deberías serlo-me dijo.

Ya hemos hablado mil veces de esto Alis.

Pero no veo que me prestas atención. Tú deberías hacer lo que te guste.

Pero no sé lo que me gusta.

Bueno tómate un tiempo y averígualo.

¿Me estás aconsejando que deje la universidad?-le pregunté-estás loca, mis padres me matarían.




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