Despitia

CAPÍTULO 1

Está lloviendo, el bar está a oscuras, se fue la luz, todo huele a cigarro barato y algo de orina, se supone que este tipo de sitios no son para mujeres; divago, pierdo el tiempo, debería estar investigando, debería. Observo, la gente que pasa caminando apurada para resguardarse de la lluvia, otros no les interesa, espero, tengo que esperar, necesito información, este caso debería haberse cerrado hace tiempo. Esta es la última carta, la quiero, quiero que termine ya, me aburrí de lo mismo, puro crimen pasional, tonterías…Llegó el informante, siempre igual, encorvado, su metro con 87 cm se ve perjudicado, más con su enorme tamaño, fruto de sus entrenamientos pasados como boxeador, una buena carrera, fue un tonto…viste un gorro de lana, barba enormemente crecida, ojos medianos, cafés, una nariz recta acompañada de unos labios algo llenos, una sudadera roja, sucia, sus manos enfundadas en guantes de motociclista, los mismos pantalones cortos de jean  azul oscuro y las misma zapatillas de caña alta, todo un desastre de la moda…sin embargo, un confiable informante de todo…

--Despiadada. —Su voz es suave, no es ronca ni gruesa, es suave, como hablando con un muchacho de 18 años, es gracioso en tremendo hombre. —Llegaste temprano. ¿Sucedió algo?—Lo miro con indiferencia, mis ojos son grandes, ambarinos, una nariz pequeña que va en sintonía con mi rostro ovalado, labios llenos con forma, piel bastante clara, mido un metro con sesenta y un cm, con un cuerpo no tan delgado ni gordo, un desordenado cabello negro ondeado…no se me ve mal, pero tampoco soy una belleza, aunque algunos dicen todo lo contrario.

--Te he repetido un millón de veces que no me digas Despiadada, mi nombre es Despitia. ¿Tantos golpes recibiste en la cabeza Tom que ya no recuerdas ciertas cosas?

--No tengo la culpa que tengas un nombre tan feo y raro.

--No me hagas perder el tiempo, Tommy…

--No me digas Tommy…Ten…--Mis ojos enfocan la fotografía, se ve a la víctima y al sospechoso número 3 sonriendo tensamente, de fondo está el arma homicida y al sospechoso 2 mirando con odio al sospechoso 3. Bingo. —Me levanto del taburete, hago una seña al mesero.

--El señor pagará mi consumo. Hasta otra Tommy. —Tomo mi mochila y salgo colocándome la capucha de larga gabardina que mande a hacer, Tom me mira sin expresión, nos conocemos de mucho tiempo, pero todo es trabajo, él no me pregunta nada, yo tampoco, solo lo estrictamente necesario.



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En el texto hay: locura, mentiras, farsa

Editado: 14.08.2018

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