En evidencia
Las expresiones de la sala, son de asombro, incredulidad y terror al menos para Fabricio y Saul que no se les paso por la mente la más mínima posibilidad de que Sofia pudiera estar despierta y se hiciera presente en esa reunión, podían ver como todos sus esfuerzos se desboronaban súbitamente.
Por su parte Maximiliano estaba en otro mundo en la mañana cuando salió del hospital Sofia aún seguía inconsciente, pero ahora escuchaba su vos al otro lado de la línea y lo que su corazón sentía era simplemente inexplicable, pero por fuera debía seguir mostrando su expresión inalterable de esa manera nadie sospecharía lo que en realidad estaba pasando.
- Sofia, ¿eres tú? – Pregunta lentamente Fabricio intentando descifrar si es que lo estaban engañando.
- Por tu tono, cualquiera podría pensar que no querías escucharme querido tío. – Suena en todo el salón la voz calmada y un tanto débil pero segura de Sofia, quien desde el otro lado de la línea esta recostada en su camilla de hospital con apenes una hora de haber despertado, con un cuello ortopédico y un cabestrillo en su brazo dejando ver así las secuelas del accidente, pero sin que las personas al otro lado de la línea lo sepan, por lo que los presentes deducen que efectivamente como se había dicho en la comunicación oficial, ambos estaban fuera de peligro y recuperándose, claro ninguno de ellos nunca sabrá que hasta hace un rato ella todavía estaba en coma.
- Para nada mi niña. – Finge Fabricio. – Es solo que estaba tan preocupado por ti y como no me habían dejado verte, solo quería cerciorarme de que eras tu y que efectivamente estas bien. – Explica con un leve temblor en sus palabras. – No sabes lo feliz que me hace saber que estas fuera de peligro. – Agrega intentando mostrar una sonrisa.
- Sofia, sabemos que no es momento para molestarte, solo queríamos confirmar algunas cosas. – Interviene Antonio, con lo que Saul siente como un sudor frio se apodera de su frente.
- Señor Antonio, me alegra mucho oírlo. – Dice Sofia en voz baja. – Pero en este momento acabo de salir de algunos exámenes y no me siento bien, como saben mi esposo es mi representante legal en la empresa así que lo que el deicida tiene mi aprobación. – Declara Sofia intentando hablar lo más claro posible, pero tampoco puede hacerlo mucho pues acaba de despertar y no se siente del todo bien aún.
- Claro, claro. – Sonríe el hombre. – Te dejamos recuperarte, esperamos verte pronto mi niña.
- Muchas gracias, igualmente. – Se despide Sofia. – Cariño. – Dice dirigiéndose a Maximiliano. – Por favor termina pronto. – Solicita y cuelga, haciendo que la sonrisa en el rostro de Maximiliano sea gigantesca y su todo su cuerpo vibre al son de su corazón que solo puede pensar en ver a su bella esposa despierta nuevamente.
- Señores, como vieron mi esposa me necesita. – Anuncia Maximiliano. – Así que terminemos con eso. – Añade mirando fijamente a Fabricio. – Voto en contra y solicito una auditoria a la administración, así como un cambio de director general y presidente interino.
- No puedes. – Refuta Fabricio.
- Yo estoy de acuerdo. – Apoya Antonio, ya vio suficiente de las verdaderas intenciones de Fabricio y su ahijado en contra de Sofia, además llegar a algo tan bajo como mentir de esa manera le parecía absurdo.
- ¿Qué? – Cuestiono Fabricio completamente incrédulo ante la situación, todo se había girado en su contra en un segundo y ya no sabía qué hacer. – No hay nadie que conozca mejor la empresa y está más capacitado que yo, esto es irracional. – Refuta completamente fuera de sí.
- Bueno en algo tiene mucha razón, nadie puede estar más capacitado para robar dinero de la empresa y aprovechar sus contactos para sus negocios sucios. – Declara Valentina entrando a la reunión.
- ¿Quién te dio permiso de estar aquí? – Grita Fabricio completamente fuera de sí. – Esto es una reunión de accionistas, tú no tienes permitido intervenir. – Explota.
- Bueno represento los intereses de Sofia Villareal y Maximiliano Montenegro, además aquí tengo las pruebas de los desfalcos a la empresa y las transacciones sospechosas por parte suya y del director Saul Ibáñez. – Anuncia Valentina con una sonrisa triunfal. Desde lo sucedido con los materiales, habían iniciado una sigilosa investigación sobre cada una de las transacciones de la compañía, mientras Fabricio y Saul estaban ocupados intentando hacerse al poder ninguno se percató de que antes de que el esposo de Lina la empleada que había ayudado en aquel entonces a Fabricio con el tema de los contratos, el saco toda la información que Sofia le solicito dando así con que pudieron rastrear los movimientos dirigidos a cuentas de Fabricio en el exterior.
- Esto es ridículo. – Expone Fabricio. – No creerán lo que dice esta niña, ¿verdad? – Cuestiona sus socios, pero es obvio que la duda se refleja en sus rostros.
- No tienen que creer lo que digo. – Sonríe con fingida inocencia Valentina. – Solo deben ver las pruebas. – Les pasa las carpetas donde está todo.
Las caras eran un poema al ver la información que Valentina les había entregado, mientras que tanto ella como Maximiliano sonreían triunfantes no había nada que pudieran hacer, las pruebas eran claras.
- Te estabas tardando. – Le susurra Maximiliano cuando Valentina se acerca.
- Claro yo, también es mi culpa que ustedes se accidentaran y a mí me tocara correr buscando la información para poder rastrear los fondos. – Refuta indignada. – Agradece más bien. – Reclama.
- Gracias. – Sonríe Maximiliano, haciendo que Valentina finja un escalofrió.
- Mejor vuelve a ser tú, que miedo. – Ríen juntos.