El Valle, diciembre 2011
Si bien Ángelo había escuchado con atención el relato de Luciano en todas sus partes, como en esta ocasión no hubo material gráfico, y aunque Luciano había mencionado que bastaba ver al niño para saber que era un Del Piero, por algún motivo Ángelo se lo había imaginado como otro pequeño Giulio, de manera que al verlo, su corazón pareció detenerse y fue lanzado sin consideración alguna a su infancia y al primer día que había visto a Gianni, pues aquel caballerito era una copia casi exacta de su hermano. Era verdad que los gemelos también lo habían sido, pero tal vez por el hecho de haberlos visto día a día, y aunque era consciente del parecido, no lo había registrado como en este momento al encontrarse de improviso con un Gianni en miniatura.
Kelly que se había asomado por un lado, también ahogó una exclamación, porque, aunque ella no había conocido al Gianni niño, era evidente para ella que así debió haber sido, de modo que los ojos se le llenaron de lágrimas en forma automática. Como ninguno de los dos parecía poder moverse, Luciano los apartó y entró.
Luciano hizo una silenciosa pregunta a Giove que le hizo un gesto con la cabeza, así que Luciano volvió a mirar al pequeño.
El niño que se encontraba encaramado en una silla al lado de la cama, se inclinó para darle un beso en la frente a su madre y luego se dispuso a bajar.
Kelly había sujetado a Ángelo haciéndolo salir y luego empujándolo hacia un sillón, pero él aun parecía ausente y en realidad lo estaba, pues seguía clavado en el recuerdo de la imagen de su hermano a los seis años. Cuando Alessandro vio al chico que venía de la mano de Luciano, tuvo la misma sensación que Ángelo, solo que él no la expresó en voz alta.
El niño asintió, pero sin darle tiempo a Luciano a explicarle nada más, corrió hacia donde estaban Ángelo y Kelly, con lo que quedaba demostrado que independientemente de quién fuese su padre, era tan inquieto como cualquiera de los dos hipotéticos progenitores. No obstante, disminuyó la carrera al acercarse y llegó con algo más de mesura, pero sorprendió lo mismo a Ángelo.
Kelly lo miró muy mal, pues le parecía que podía haber sido algo más delicado, pero en realidad no podía, pues aparte de que la repentina aparición de aquella personita frente a él lo había sacado de los recuerdos con la misma violencia que lo había enviado a ellos, también estaba preguntándose, por qué todos los chicos le adjudicaban una paternidad de la que ciertamente era incapaz. No obstante, pronto a Kelly y a todos a decir verdad, les quedaría claro que el jovencito aquel no parecía especialmente susceptible.
Ni con la mejor buena voluntad, y no la tenía, Kelly habría podido evitar reír, algo que pareció una reacción en cadena, pues tanto Luciano como Alessandro y el maligno Dante, lo estaban haciendo también mientras que Piero y Aurelio se las veían negras para no hacerlo.
Pero no tuvo mucha ocasión para pensar en ello, porque el niño se colgó a su cuello y cuando se separó arrugó el entrecejo, gesto éste que les era común a todos los Del Piero.
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Editado: 27.03.2022