Destino de Sangre (libro 11. Sicaria)

Cap. 3 Aquel año

 

Punta Dorada, mayo-diciembre  2012

La familia pudo abandonar las instalaciones del GA un par de días después de la reunión sostenida con los Rossi. Guido había autorizado el traslado de toda su familia a Punta Dorada, pero lógicamente algunos de ellos tenían que ir a El Valle para poner en orden los asuntos pendientes antes de poder trasladarse en forma definitiva, pero los niños se quedaron y no podían estar más felices.

Los Argento si bien no desestimaron un futuro traslado, al menos de momento prefirieron regresar a El Valle, las excepciones fueron Romano y Camelia, pero si bien Romano no tuvo problemas, Camelia sí, porque se suponía que ella contraería matrimonio en diciembre, así que no fue escuchada. Lo sorprendente de esto fue que quien montó en cólera fue Kelly, y el primer sorprendido fue Luciano que era quien estaba con ella cuando recibió la llamada de Camelia.

  • Ika, tenía entendido que no querías a ningún Argento aquí
  • No digas tonterías, Alex, esta pobre chica será obligada a casarse con un individuo al que no quiere y al que prácticamente ni conoce  --  dijo con indignación

Aunque Luciano estaba positivamente seguro que Kelly le había dicho aquello Ángelo no siendo ella, también lo estaba en el sentido de que aún así, era posible que no tuviese motivos para sentir simpatía por aquellas personas. Sin emabrgo, un segundo después se dijo que era un imbécil, pues él sabía que ella no era así y de ningún modo habría hecho responsables a todos los miembros de una familia por el comportamiento de uno de ellos. Y por otra parte, aquella indignación que estaba mostrando, aparte de corresponderse con sus ideas con relación al comportamiento que observaban aquellas familias con respecto a sus mujeres, era posible que también se debiese a que Camelia Argento se había ganado su simpatía a raíz del trato cotidiano durante los tres meses que se vieron obligados a permanecer en las instalaciones del GA, pero fuera como fuere, ahora Kelly estaba indignadísima e igual Ángelo sería quien pagase la  vajilla rota.

Apenas habían regresado a casa, Kelly comenzó a preparar la boda de Cristian y Vittoria, y aunque inicialmente Henrieta no mostró mucho entusiasmo, en breve Kelly le contagió el suyo y comenzó a participar de mejor ánimo. Sin embargo, una semana después de haber vuelto a Aravera, Kelly entró cual vendaval en el despacho de Ángelo.

  • Abogado  --  dijo caminando hacia el escritorio y Antonio que ya estaba acostumbrado a aquellas intempestivas irrupciones, sonrió con disimulo y disculpándose abandonó el lugar
  • Succede bambina?  --  preguntó Ángelo con resignación
  • ¿Tienes idea del trabajo que supone la organización de una boda?

En principio no había razones para que él la tuviese, pero siendo que se había involucrado de muy distintas maneras en la propia, era justo decir que tenía alguna, pero aún así decidió ser cauto con la respuesta.

  • En realidad no mucha, pero…
  • Bien, eso lo entiendo y espero que tú entiendas que necesito ayuda

Aquello lo entendía mucho menos, porque aparte de que en realidad ella no necesitaba agitarse tanto y podía disponer de un ejército de personas para que hiciesen lo que ella ordenase, en verdad no se quería ni imaginar a qué venía todo aquello, y solo esperaba que su mujer fuese misericordiosa y no pretendiese involucrarlo a él.

  • Nena…

No obstante, del mismo modo inopinado como había entrado, Kelly había vuelto a salir dejando a Ángelo con la desagradable sensación de haberse perdido de algo, cuestión por demás problemática, porque si se suponía que debía haber entendido que debía realizar alguna actividad que evidentemente se le había escapado, eso iba a costarle muy caro más adelante.

Sin embargo, los temores de Ángelo no tenían sustento y los planes de Kelly iban en otra dirección, para la que se agenció la ayuda de Nino, pues un par de días más tarde, arribaba de nuevo Camelia. Ángelo fue el primer sorprendido con aquello, pero luego se enteraría que Kelly le había pedido a Nino que hablase con su abuelo para que autorizase el regreso de la chica, con el pretexto de que Kelly necesitaba ayuda con los preparativos de la boda. Por supuesto Nino esgrimió con sutileza, pero con indiscutible éxito, que sería un muy mal asunto disgustar a su tía y actual señora Del Piero, ya que por extensión esto equivaldría a disgustar a Ángelo, de modo que Mariano autorizó sin más trámite el traslado de su nieta, pues si por cualquier motivo no se hubiese mostrado muy convencido con lo dicho por Nino, él tenía buena memoria, y no había olvidado que Ángelo le permitía a su esposa muchas cosas para ellos impensables, y si la signora requería la presencia de su nieta por el motivo que fuera, no sería él quien se arriesgase a incurrir en la ira de aquella mujer, que aparte de haber demostrado con el asunto de Rosella, lo peligrosa que podía resultar, Ángelo lo era mucho más.

La boda de Cristian y Vittoria se efectuó a finales del mes de mayo, y aunque habitualmente los Rossi eran más bien discretos a la hora de celebrar sus enlaces matrimoniales, Kelly no escatimó en detalles y Vittoria tuvo no solo la boda de sus sueños, sino con el chico de los mismos, con lo que Ángelo y Kelly pasaron a ser los dioses indiscutidos en el panteón personal de Vittoria, y fueron además los padrinos de la mencionada boda.




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