Cap. 28 Pasan los días

Punta Dorada, enero 2013

Desde el fallido golpe de estado del año anterior, las cosas no habían terminado de arreglarse, y durante los primeros días del año en curso comenzaron a circular nuevos rumores acerca de la extraña enfermedad que aquejaba al primer mandatario y de la que sabían más bien poco desde el año anterior. Inicialmente, los voceros del gobierno habían informado a la opinión pública que el presiente había sufrido una infección que se había agravado con la noticia de la muerte del ministro de Relaciones Interiores, que había sido su amigo personal. No obstante, en el transcurso del año se supo que había abandonado el país en varias oportunidades, y no por compromisos políticos como se había dado a conocer, sino por  problemas de salud, aunque nunca hubo un pronunciamiento oficial al respecto, pero las escasas apariciones públicas del señor presidente, dieron fuerza a las noticias extra oficiales que circulaban y que se habían hecho más insistentes durante la primera semana del año.

• ¿Alguna novedad? – preguntó Ángelo al entrar al estudio y ver a su visitante
• No con relación a nuestro huésped – dijo Luciano en tono neutro – pero sí con respecto a nuestro ilustre primer mandatario – agregó y Ángelo elevó la mirada

Aunque las cosas para ellos no estaban tan mal y habían logrado vadear con éxito el tumultuoso período post-golpista, Ángelo sabía que Luciano seguía trabajando en el asunto, y aunque justo en ese momento era lo que menos le interesaba, igual se aprestó a escuchar.

• Le queda poco, pero una vez que él desaparezca, el sucesor no será mucho mejor y con seguridad bastante peor
• ¿Quién? – preguntó
• El sobrino
• ¿Es broma?
• No

Ángelo pensó que en verdad aquella gente estaba muy mal de la cabeza si pensaban apoyar esa alternativa, porque aquel individuo ciertamente, y si el actual había llevado el país al desastre, el hipotético sucesor sepultaría al país en el más absoluto caos.

• ¿Y qué sucede con los de oposición?
• Vamos AG, sabes que están más divididos que un rompecabezas desarmado, y de momento no hay forma que se pongan de acuerdo, de manera que ninguno logrará reunir la suficiente cantidad de votos en contra del candidato oficialista.
• ¿Qué dicen nuestros analistas?
• En principio nos afectará poco, pues este sujeto no tiene ni la más peregrina idea acerca de cómo hacerse cargo de la conducción de un país, ni de nada en realidad, pero Domingo Allegri es otro asunto, y aunque tampoco la tiene, es peligroso en otros aspectos.
• Pronóstico
• Le tomará a lo sumo dos o tres años hundir al país, Allegri aprovechará ese tiempo para asegurar su futuro ya sabes cómo, y después cuando las autoridades internacionales comiencen a presionar, huirá dejándole todo el desastre al heredero, que cuando se vea solo ante un país devastado, seguirá sin tener idea de qué hacer, y puede, o bien pegarse un tiro, o huir si consigue quien le preste auxilio, eso suponiendo que la arpía con la que se casó no lo degüelle primero.

Aquel frío y conciso análisis afectó poco a Ángelo, él, y aunque había nacido en aquel país, no lo consideraba el suyo de ninguna manera y no sentía ni apego ni afecto por el mismo ni por sus habitantes, a quienes consideraba del todo ineptos para escoger a sus gobernantes, de modo que se centró en lo que en realidad le importaba, que era en cuánto y cómo iba a afectar a los intereses de la familia aquel desastre.

• Como te dije, intentará emprenderla en nuestra contra y principalmente en la tuya, como cabeza del consorcio, pero no tiene ninguna oportunidad, y aunque eso lo sabe Allegri, a él no le interesa ayudarlo, pues estará muy ocupado salvaguardando y trabajando en sus propios intereses. Sin embargo, no creo que debamos preocuparnos mucho, porque si se pone intenso, nos encargaremos de que enfile sus baterías hacia otro objetivo, a menos que desees hacer otra cosa – puntualizó
• Según lo que acabas de exponer, no hay mucho que se pueda hacer
• No, no hay en realidad nadie en capacidad de hacer frente a esto, al menos de momento, quizá más adelante y cuando entiendan la magnitud del desastre, se pongan a trabajar juntos, pero justo ahora con la crisis financiera por la fuga de capitales, el enorme hueco fiscal que ellos mismos han ocasionado, y la brutal cantidad de jóvenes talentos que han emigrado, no hay nada qué hacer.
• Bien, entonces dejemos que las cosas sigan su curso y dediquémonos a proteger bien el consorcio para tener la menor cantidad posible de inconvenientes en ese aspecto.

Luciano se mostró de acuerdo, pero antes de marcharse, Ángelo lo detuvo, y él sabía por qué aun antes de que lo dijese.

• No – le dijo antes de escuchar la pregunta – Estoy haciendo todo cuanto está a mi alcance, AG, pero esta clase de organización no es fácil de rastrear, y aunque las posibilidades son pocas, no voy a renunciar

Él asintió y lo dejó marchar, pero, aunque sabía que en verdad Luciano estaba haciendo no solo lo que estaba a su alcance, sino mucho más, aquella sería una espada de Damocles suspendida sobre sus cabezas y no sabían por cuánto tiempo.