Punta Dorada, abril 2013
Como Kelly no estaba muy segura de qué esperar, en cuanto Giulio había comenzado a hablar, había mirado a Luciano y a Iván, de manera que el primero se había acercado con cautela situándose un poco por detrás de Ángelo mientras que Iván y Sara se habían movido hacia Francisco Javier. Francisco tenía aspecto de haber sido golpeado en pleno estómago, y en el caso de Ángelo, y aunque esperaban que de un momento a otro comenzase a gritar incoherencias, simplemente había dejado caer su copa y parecía que él mismo iba a seguirla, de modo que tanto Luciano como Kelly lo sujetaron.
La mayoría de los jóvenes estaba felicitando a la pareja mientras que los más chicos tenían cara de disgusto.
Federico que no entendía nada, solo intentó unirse a los que tenían mayor alboroto, de modo que Arezio lo alzó, y aunque el niño no sabía por qué todos parecían tan contentos, él también comenzó a aplaudir.
Luigi que hasta hacía unos segundos había estado más contento de lo que lo había estado nunca, perdió algo de esa dicha, porque si bien admiraba la profesionalidad de Giulio y su dedicación al trabajo y al Consorcio, seguía pensando que haría sufrir a Damila.
Otro que no tenía el mejor de los aspectos era Silvano, pero logró disimularlo con muchísimo más éxito que Francisco por ejemplo, y después de beberse de un solo trago lo que tenía en el vaso, se acercó a la pareja para felicitarlos.
Finalmente Francisco había logrado que sus pies le obedeciesen acercándose a ellos y felicitándolos no tan efusivamente como los demás, pero considerando la situación, Iván se dio por satisfecho.
Luciano y Kelly habían conducido a Ángelo hasta una silla, y como seguía perdido, Luciano fue por algo de beber y se colocó en la mano. Kelly arrugó el ceño al ver que, aunque no parecía capaz de hablar, sí lo fue de llevarse el vaso a los labios.
Independientemente de lo que Ángelo quisiese decirle o hacerle, tuvo que olvidarse de ello, porque los chicos se acercaban.
Damila prestó escasa atención a sus palabras y a continuación se lanzó en sus brazos. Giulio respiró aliviado y fue cuando Luciano pudo felicitarlo, pero solo como él podía hacerlo.
Luciano le alborotó el cabello a Damila y se excusó alejándose.
Él y Silvano llegaron casi al mismo tiempo y escucharon los insultos de Nicola, pero en cuanto éste los vio, hizo silencio y dejó de forcejear con su GA.
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Editado: 24.04.2022