Cap. 3 Detalles

Punta Dorada, julio 2013

Desde hacía aproximadamente un mes, Ángelo había estado trabajando casi tanto como antes debido a la poca concentración de Giulio, de manera que después de la cena y de compartir un rato con la familia, él se fue de nuevo al estudio mientras Kelly acompañaba a los niños a sus habitaciones. Aunque Ángelo siempre había estado al tanto de las innumerables actividades del Consorcio, el área de proyectos no era una de sus preferidas, pero siendo que Giulio seguía expandiendo las operaciones, tuvo que ponerse rápidamente al día con aquello. No obstante, aquella noche se dedicaría a revisar los informes finales con relación al nuevo Mall cuya inauguración tendría lugar un par de días antes del recital de Damila. A pesar de que el mismo había sido idea de Giulio, como casi todo en Punta Dorada, Luigi se había hecho cargo del proyecto cuando este iba más o menos por la mitad, pues Nino había notado que no avanzaba a la velocidad que esperaban, pero una vez que Luigi se había puesto al frente, las cosas marcharon a satisfacción de los chicos. Luigi había sugerido el cambio de nombre por uno que tuviese que ver con la región, pues pensaba que de esa manera los habitantes lo sentirían más suyo; Giulio aceptó la idea y así fue como todo el proyecto, tanto el habitacional como el del centro comercial, recibió el nombre Zafiro. La razón para que Luigi se decidiese por ese nombre, era que aquella era una región minera rica en yacimientos de bauxita, rutilo y hematita que es donde comúnmente se encuentra el zafiro, así que en cuanto se dio inicio a la publicidad, quedó demostrado lo acertado de aquella iniciativa, pues la población solo hablaba de aquello, y tanto las emisoras de radio como la prensa local reseñaban el interés de todos. Tanto Mazariello como Antonio, le habían dicho a Ángelo que Luigi había puesto a trabajar a todo el mundo a marchas forzadas, pues aunque Giulio había dicho que quería aquello finalizado a más tardar para navidad, Luigi opinaba que el mejor momento para la inauguración era el actual, debido a la proximidad de las vacaciones, ya que aparte de los muchos visitantes que inundarían la ciudad, tendrían a un alto porcentaje de la población juvenil paseándose por el Mall a toda hora del día.

Ángelo terminó de revisar unos contratos pendientes con algunas franquicias, leyó el informe relacionado con la nueva compañía de seguridad propiedad del Consorcio y que sería la encargada de la misma en el Mall, y apagó el ordenador, se  frotó las sienes en un gesto de cansancio y se puso de pie pensando que lo demás tendría que esperar al día siguiente o Kelly se molestaría mucho si continuaba allí. Sin embargo, cuando miró la hora, emitió una grosera maldición, pues ya pasaban de las dos de la madrugada, así que aunque ya no valía la pena apurarse, enfiló hacia las escaleras con mucha prisa, pero estaba a punto de abrir la puerta de su habitación cuando vio a Giulio salir de la suya y correr hacia la de Damila.

Más temprano, Giulio había sufrido uno de sus ya muy comunes ataques de ira, solo que en esta ocasión no tenía nada que ver con los planes para la boda, sino con otro asunto. Cuando las chicas de la academia habían audicionado para la adjudicación de roles en la obra de ese año, Camila aun no le había anunciado a Vladislav que sería el coreógrafo, de modo que, aunque escuchó las opiniones del chico, fue básicamente ella quien tomó las decisiones con relación al reparto. No obstante, cuando Karina se enteró que Damila había conseguido los dos papeles estelares, montó en cólera y se fue derecha a insultar a Vladislav, pues en su opinión aquello era su culpa.

Karina era una joven que habiendo sido una destacada alumna de la academia, desde hacía tres o cuatro años se ocupaba de impartir las clases a las niñas que se iniciaban, pero seguía formando parte del cuerpo de baile oficial y era la novia de Vladislav, o al menos lo era la mayor parte del tiempo, aunque la mayoría de sus compañeras pensaba que en realidad solo le amargaba la existencia al chico. Los otros miembros del cuerpo de baile masculino, y aunque normalmente no se metían en esos asuntos y menos con Vladislav que tenía un carácter horroroso, igual siempre habían sostenido que le iría mejor con Damila, y de hecho lo seguirían pensando hasta que se enteraron que la chica se casaría en breve. El asunto fue que Karina, que no era ajena a la opinión general, decidió que Vladislav era el responsable de su desgracia, ya que ella quería el papel de Odile, de modo que la emprendió en su contra acusándolo públicamente de haberla hecho a un lado en beneficio de Damila.

Si bien era cierto que Vladislav no era del tipo simpático, sin duda tenía una enorme paciencia, porque se aguantó con estoicismo el chaparrón, pero a la luz de lo que sucedería unos días más tarde, todos pensaron que tal vez habría sido mejor que le dijese unas cuantas cosas a la bruja aquella. Karina había pasado las últimas semanas de un humor criminal y haciéndole la vida miserable a todo el mundo, pero esa tarde había decidido derramar su veneno sobre Damila y delante de las personas más inadecuadas del mundo, pues fue a la salida del ensayo y cuando Damila y Francesca se despedían de Vladislav.

• Debí imaginarlo – dijo acercándose cual convoy a toda marcha cuando Vladislav le daba un beso de despedida a Damila – De esto se trata ¿no? – preguntó
• Karina…
• Eres un imbécil, Vladislav, es posible que esta zorra se meta en tu cama, pero sabemos que aspira a mucho más de lo que tú podrás darle nunca

Aquella fue una pésima idea por donde quiera que se la viese, porque en primer, lugar Damila que no tenía ni había tenido nunca la paciencia de Vladislav, le acomodó una sonora bofetada a Karina, pero cuando esta intentó devolvérsela, quien se atravesó en su camino fue Francesca recibiéndola por Damila, que en cualquier caso había sido velozmente apartada por Gianpaolo.

• Acabas de cometer tu tercer error, Karina. El primero fue insultar a Mila, el segundo intentar agredirla, y el tercero  golpearme a mí – le dijo Francesca