Destino de Sangre (libro 12. La Boda)

Cap. 26 Celebración

 

Punta Dorada, julio 2013

Los GA habían seguido con atención lo sucedido, aunque sin dejar la vigilancia que les había sido asignada, y todos se habían preocupado cuando habían visto a los dos individuos considerados los más peligrosos del programa, moverse hacia el lugar de los hechos. En el caso de Luciano, porque sabiendo lo furioso que estaba, apostaban poco por la cabeza de Montiel si a aquel sujeto se le ocurría decir la más mínima cosa que él pudiese considerar ofensiva en contra de Kelly, y cabía destacar, que para Luciano eso podía ser cualquier cosa que fuese desde mirarla mal hasta respirar muy cerca de ella. Y en el de Silvano, porque estaba más o menos en las mismas condiciones con respecto a Damila, de manera que con sigilo, los más veloces, es decir, Dante y Paulo, se habían movido en su dirección. Pero hubo aun otro individuo que lo hizo, Albano. En el caso de Albano, y aunque nadie pensó en él, alguien debió hacerlo, porque el gemelo había desarrollado un enorme apego a su tía bambina, y aparte de lo anterior, no había que olvidar que era un Genovesse y uno muy peligroso.

Los chicos se tranquilizaron cuando vieron que ni Luciano ni Silvano habían perdido los estribos y solo se habían limitado a atacar a Montiel con sus peligrosas lenguas, de manera que Dante siguió hablando de uno de sus temas recurrentes con respecto al parecido de la mini AG con Ángelo mientras que Paulo alababa el mordaz discurso de la signora.

  • Puede ser muy dulce y simpática hasta con nosotros que no lo merecemos, pero obviamente es tan peligrosa e hiriente con la lengua como el sujeto que tiene por marido – estaba diciendo el chico
  • Quizá tú no merezcas ser bien tratado, Dark, pero sin duda yo sí – decía Dante
  • En mi opinión ambos deberían ser encerrados y además cortarles la lengua para tranquilidad de la humanidad – opinó Bianco

Mientras eso sucedía, Albano había abandonado el salón y cuando Carmelo dejó a los Montiel al pie de las escaleras, él los siguió cerrándoles el paso cuando llegaban a su vehículo.

  • ¿Y ahora qué? – preguntó Montiel
  • Sabiendo lo que sé de ustedes, no me extraña que tengan un concepto tan particular de la familia, pero como me interesa el mío y no el tuyo, y como sé que no dejarás de fastidiar, esto – y en ese momento clavó su puñal en el costado del sujeto – es una muestra gratis de lo que le sucede a quienes no saben respetar a los que evidentemente son superiores a ellos

La mujer tenía aspecto de ir a perder el conocimiento y fue incapaz ni siquiera de gritar, mientras que los GA habían enmudecido en cuanto escucharon la voz de Albano, y tanto Luciano como Arezio corrieron hacia el aparcamiento mientras el primero preguntaba con urgencia la ubicación del automóvil de los Montiel. Naturalmente, Carmelo que era el que estaba más cerca e incluso antes de recibir la orden de Luciano, había emprendido la carrera de vuelta, pero fue inútil, porque no llegaría a tiempo de impedir lo que todos estaban seguros que iba a hacer Albano, de modo que, aunque le gritó una advertencia, vio con impotencia como Albano ignoraba tanto el grito como la perentoria orden de Luciano.

  • No des un paso más, Ghost – le advirtió

Todos los que los conocían, sabían que los gemelos eran peligrosos, pero daban por sentado que Arezio era el inmanejable en cuanto a agresividad, sin embargo, en ese momento algunos recordaron las palabras de Danila en oportunidad de una de las últimas reestructuraciones, cuando dijo que Albano estaba en la misma clasificación de Piero, Silvano, Carmelo, Bianco, Paulo, Nico, Yuri, Damian, Valentino y el mismo Luciano, es decir, que tenía serios conflictos con la autoridad y era algo que el entrenamiento no había podido modificar del todo, así que era muy difícil que hiciese algo que no quisiera o no entendiera, mientras que siempre haría lo que le pareciese más oportuno sin importar las consecuencias, algo que había demostrado ya en una oportunidad anterior cuando decidió seguir a Ángelo aun por encima de las órdenes de Luciano, y luego había pasado casi tres meses castigado, y acababa de demostrarlo de nuevo al atacar de aquella manera fría y precisa al padre de JC.

  • ¿Puede conducir? – le preguntó con igual frialdad a la mujer – Porque dudo que este infeliz esté en condiciones de hacerlo y debe ir a una clínica o va a desangrarse, aunque no muy pronto

Para ese momento ya Luciano, Arezio y Silvano habían llegado, pero fue Silvano quien detuvo la caída de la mujer.

  • Para haberse pasado media vida fastidiando a tía bambina, no me parece especialmente fuerte – dijo Albano mirándola con desprecio

Luciano mandó a venir a un grupo de BA para que se encargase de llevar al matrimonio a la clínica.

  • Ya sabes a dónde ir y a quien buscar, pero, además, encárgate de que entiendan que por su propio bien no deben hablar con nadie ni hacer nada estúpido – le advirtió al líder del grupo
  • Sí señor – contestó él
  • Flyer – dijo Luciano mientras Silvano y Carmelo ayudaban a subir a los Montiel al vehículo y el primero indicaba a otro BA cómo sostener al herido
  • Solo dime cuánto y ahorrémonos el aburrido e inútil sermón, porque tú y yo sabemos que aparte de que ese cretino se lo merecía, nadie que fastidie a mi familia puede salir indemne
  • Quince a partir de mañana – le dijo Luciano con resignación
  • Bien – contestó Albano encendiendo un cigarrillo mientras caminaba de vuelta al salón




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