Punta Dorada, julio 2013
Los GA habían seguido con atención lo sucedido, aunque sin dejar la vigilancia que les había sido asignada, y todos se habían preocupado cuando habían visto a los dos individuos considerados los más peligrosos del programa, moverse hacia el lugar de los hechos. En el caso de Luciano, porque sabiendo lo furioso que estaba, apostaban poco por la cabeza de Montiel si a aquel sujeto se le ocurría decir la más mínima cosa que él pudiese considerar ofensiva en contra de Kelly, y cabía destacar, que para Luciano eso podía ser cualquier cosa que fuese desde mirarla mal hasta respirar muy cerca de ella. Y en el de Silvano, porque estaba más o menos en las mismas condiciones con respecto a Damila, de manera que con sigilo, los más veloces, es decir, Dante y Paulo, se habían movido en su dirección. Pero hubo aun otro individuo que lo hizo, Albano. En el caso de Albano, y aunque nadie pensó en él, alguien debió hacerlo, porque el gemelo había desarrollado un enorme apego a su tía bambina, y aparte de lo anterior, no había que olvidar que era un Genovesse y uno muy peligroso.
Los chicos se tranquilizaron cuando vieron que ni Luciano ni Silvano habían perdido los estribos y solo se habían limitado a atacar a Montiel con sus peligrosas lenguas, de manera que Dante siguió hablando de uno de sus temas recurrentes con respecto al parecido de la mini AG con Ángelo mientras que Paulo alababa el mordaz discurso de la signora.
Mientras eso sucedía, Albano había abandonado el salón y cuando Carmelo dejó a los Montiel al pie de las escaleras, él los siguió cerrándoles el paso cuando llegaban a su vehículo.
La mujer tenía aspecto de ir a perder el conocimiento y fue incapaz ni siquiera de gritar, mientras que los GA habían enmudecido en cuanto escucharon la voz de Albano, y tanto Luciano como Arezio corrieron hacia el aparcamiento mientras el primero preguntaba con urgencia la ubicación del automóvil de los Montiel. Naturalmente, Carmelo que era el que estaba más cerca e incluso antes de recibir la orden de Luciano, había emprendido la carrera de vuelta, pero fue inútil, porque no llegaría a tiempo de impedir lo que todos estaban seguros que iba a hacer Albano, de modo que, aunque le gritó una advertencia, vio con impotencia como Albano ignoraba tanto el grito como la perentoria orden de Luciano.
Todos los que los conocían, sabían que los gemelos eran peligrosos, pero daban por sentado que Arezio era el inmanejable en cuanto a agresividad, sin embargo, en ese momento algunos recordaron las palabras de Danila en oportunidad de una de las últimas reestructuraciones, cuando dijo que Albano estaba en la misma clasificación de Piero, Silvano, Carmelo, Bianco, Paulo, Nico, Yuri, Damian, Valentino y el mismo Luciano, es decir, que tenía serios conflictos con la autoridad y era algo que el entrenamiento no había podido modificar del todo, así que era muy difícil que hiciese algo que no quisiera o no entendiera, mientras que siempre haría lo que le pareciese más oportuno sin importar las consecuencias, algo que había demostrado ya en una oportunidad anterior cuando decidió seguir a Ángelo aun por encima de las órdenes de Luciano, y luego había pasado casi tres meses castigado, y acababa de demostrarlo de nuevo al atacar de aquella manera fría y precisa al padre de JC.
Para ese momento ya Luciano, Arezio y Silvano habían llegado, pero fue Silvano quien detuvo la caída de la mujer.
Luciano mandó a venir a un grupo de BA para que se encargase de llevar al matrimonio a la clínica.