Punta Dorada, julio 2013
A Kelly nunca le había gustado la organización de aquel tipo de recepción, y aunque durante mucho tiempo se vio obligada a hacerlo, nunca se sintió especialmente agradecida con que aquello hubiese formado parte importante de su educación. Sin embargo, en la presente ocasión era diferente, pues se trataba de la boda de su hija, y si bien mientras estuvo al lado JC no se preocupó mucho por lo que él hacía o dejaba de hacer, aunque ello no estuviese acorde con lo que ella había organizado, en esta oportunidad puso mucho empeño en que todo saliese según lo pautado, de manera que Ángelo comenzaba a desesperarse, porque si a Kelly no le iban aquellas cosas, a él mucho menos y normalmente se limitaba a asistir y ya, pero ahora había tenido que ir de mesa en mesa compartiendo unos minutos con los invitados.
Como en la cabeza de Ángelo, aquello formaba parte de ese mundo ininteligible y vedado que era manejado exclusivamente por las mujeres, no le quedó más remedio que continuar con aquel odioso tour.
Entre tanto, Damila y Giulio hacían lo propio mientras el resto de los jóvenes se divertía. Silvano dejó a Lía en su mesa después de bailar un par de piezas con ella, y se dirigía hacia la mesa donde estaban Vittoria y Cristian cuando fue detenido.
Aquella voz paralizó momentáneamente a Silvano e hizo que varias cabezas se giraran intentando ubicarlo, al escucharlo a él responder
Para ese momento Yuri ya tenía el buscador abierto esperando un nombre, pero lo que escuchó fue una risa.
Lisandro que era uno de los que mejor conocía a Silvano, abandonó su puesto al lado de Cristian y se movió con rapidez, pues tanto por el tono como por el hecho de que Silvano no hubiese llegado a la obvia conclusión de quién podía ser aquel individuo, solo podía deberse a que estaba furioso y eso podía traducirse en pésimas noticias para el pobre infeliz.
Aunque Silvano estaba consciente de dónde estaba, de no haber sido por la rápida y oportuna intervención de Lisandro, las cosas podrían haberse salido de control, porque aunque Luciano también había identificado el peligro, no llegaba de ninguna manera.
Eran pocas las cosas que a su corta edad, lograban sorprender a Silvano, pero sin duda aquello lo hizo. Sin embargo, su procesador, como llamaba Danila al cerebro de Silvano, inició una veloz búsqueda de lo que sabía del primo de Damila, pues ciertamente ella había hablado mucho de él, y en su caso, a diferencia de Giulio, Silvano sí había prestado la atención debida en aquel sentido o simplemente era más capaz que su primo para almacenar información de aquella especie.