Destino de Sangre (libro 12. La Boda)

Cap. 32 Terror

 

Punta Dorada, julio 2013

Kelly había alcanzado a Sara y estaba ordenando al BA que la soltase, pero como él tenía órdenes específicas, no se estaba mostrando muy colaborador.

  • Escucha muchachito, o la sueltas o tendrás que golpearme a mí – le dijo

Aunque naturalmente él sabía quién era ella, también pensó que ella podía amenazar todo lo que quisiera, pero que estaba muy lejos de poder colocarse en una situación en la que él tuviese que agredirla, sin embargo, no conocía bien a Kelly y Bianco no alcanzó a advertirle nada, de manera que lo próximo que el BA sintió fue un doloroso golpe en su entrepierna, aunque aun así no soltó a Sara, pero como había aflojado un poco la presión, ella aprovechó eso para empujarlo y correr hacia donde había visto caer a su marido.

  • La próxima vez te sugiero obedecerme – le dijo Kelly al BA, y después de eso corrió tras Sara
  • Señor… – intentó quizá disculparse el BA mirando a Bianco, pero él no estaba como para eso
  • Si puedes caminar, andando – fue todo lo que le dijo Bianco mientras se iba tras Kelly

Como para ese momento ya la situación era muy comprometida, en cuanto Bianco la alcanzó, sujetó su cintura y casi la alzó hasta que llegaron donde estaba Iván. Varios BA habían rodeado al grupo en un intento por protegerlos de los disparos, pero al reconocer a quienes intentaban abrirse paso, se apartaron un poco para dejarlos ingresar al círculo. Sara emitió un grito de angustia y Kelly sintió que se le paralizaba el corazón al ver a su hijo tirado en el piso y a Giulio todo manchado de sangre, ya que de forma instintiva había colocado las manos sobre la herida de su cuñado.

  • Vamos, hermano – le estaba diciendo Luciano que también estaba allí – tienes que salir de aquí
  • No puedo dejarlo así, Mila va a enloquecer y…
  • ¡Bambino! – exclamó Luciano sujetándolo por los hombros – Nos encargaremos de él, aquí no podemos hacer nada y hay que trasladarlo a una clínica

Finalmente Giulio pareció entender, pero cuando se levantó y Luciano le indicó a un BA que se encargase de llevarlo hasta el otro punto de extracción, fue cuando Giulio notó el otro desastre al ver a Melisa peleándose con quienes intentaban apartarla de Fredo.

  • Tranquilo – le dijo Luciano al ver su expresión – Va a estar bien y solo…
  • No si no lo sacan de aquí ya – lo interrumpió Giulio

Luciano había notado tanto el cambio de expresión como de actitud, así que lo soltó y Giulio se inclinó sobre Melisa sujetándola por un brazo.

  • Vamos Melisa, deja que se lo lleven para que puedan atenderlo
  • Pero…
  • Sin peros – la cortó él
  • Solo quiero… ir con él – suplicó ella
  • De acuerdo – dijo Luciano haciéndoles una seña a los BA
  • ¡Oh por Dios! – escucharon y se giraron para encontrarse con Ángelo que había logrado llegar hasta ellos también

Ángelo estaba dividido entre el alivio de haber encontrado a Kelly bien y la angustia al ver el estado de Iván, y esta no mejoró al notar que los BA alzaban a Fredo.

  • Vamos, AG – dijo Luciano – tengo que sacarlos de aquí

Kelly se había abrazado a Ángelo, y aunque él no la estaba mirando, sabía que lloraba, de manera que como de costumbre, la ira vino en su auxilio camuflando al menos momentáneamente el dolor. Sin embargo, cuando iba a decir quién sabía qué a Luciano, éste se giró posiblemente para que Ángelo no viese su expresión, pues sus ojos parecían enormes canicas azules por lo que estaba escuchando.

  • Lucky, Pool está gravemente herido y pide verte con urgencia – le estaba diciendo Mauro
  • Ubicación – dijo él que intentaba localizarlo con la mirada

Mauro se la dio y él corrió en aquella dirección, dejando a Ángelo más angustiado si es que esto era posible, pues no era natural que Luciano actuase de aquella manera.

  • Señor – lo detuvo Piero cuando él se disponía a seguirlo – tenemos que sacarlos de aquí – agregó mirando en forma ostensible a Kelly

Ángelo lo dudó solo un par de segundos, porque aunque algo le decía que había sucedido algo grave, su prioridad era poner a salvo a su mujer, así que decidió seguir las instrucciones de Piero. Con ayuda de Bianco y Alessandro lograron llegar al otro punto de extracción no sin dificultades, pues si bien los GA hacían los mayores esfuerzos por tener cuidado al disparar, no sucedía lo mismo con quienes los estaban atacando y el espectáculo resultaba aterrador, de manera que Ángelo había sujetado la cabeza de Kelly pegándola a él tanto para protegerla como para evitar que mirase a su alrededor.

Cuando llegaron a donde se dirigían, vieron que ya estaban allí algunos de los miembros de la familia, pero tenían dos situaciones problemáticas. Por una parte, Nino con ayuda de su padre intentaba calmar a Ana que tenía un ataque histérico, y por la otra, Marino y Alfredo se esforzaban por hacer reaccionar a Enzo que parecía en estado de shock, pues Camelia sangraba y la tenían en una silla mientras Angélica le susurraba palabras tranquilizadoras.

  • ¿Qué…? – estaba diciendo Ángelo cuando Kelly apretó su brazo y él se giró a mirarla
  • No puede ser – dijo ella
  • Bambina…
  • No es tiempo aun – agregó y fue cuando Ángelo entendió




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