Destino de Sangre (libro 12. La Boda)

Cap. 58 A escondidas

 

Punta Dorada, agosto 2013

Después que Kelly vio a su hijo, le revisó hasta el último cabello e incluso habló con Camilo, se quedó más tranquila y se dirigió a ver a Damila. Apenas entraron y al ver con quien venía su madre, la chica lanzó un grito jubiloso.

  • ¡Luigi! – exclamó

Giulio y aunque inicialmente se sentía enfermo cada vez que veía a Luigi cerca de Damila, había aprendido por el camino difícil que inmiscuirse en la relación que mantenían ella y su primo era un pésimo asunto así que no lo hacía, pero con el tiempo y algo de ayuda por parte de Luciano que se mantenía al tanto de los avances de Luigi con el tratamiento psiquiátrico, si bien seguía sin gustarle como no le gustaba la cercanía de ninguno de sus congéneres, había terminado por tranquilizarse.

Estuvieron un rato allí y luego Kelly le dijo a Damila que iba a acompañar a Luigi a desayunar, pero una vez hecho eso, Kelly miró a Bianco que lógicamente estaba con ellos.

  • ¿Bianco, hay alguna posibilidad de que yo pueda ver a Alex?
  • Como te dije, él se encuentra en la UCI y no estoy muy seguro de que sea buena idea al menos en este momento

Si Luciano hubiese seguido inconsciente Bianco no habría dicho eso, pero sabiendo que había despertado y que no iba a agradecerle que la llevase para verlo en aquellas condiciones, fue que lo hizo.

  • ¿Qué le sucede hombre? – preguntó Luigi mirándolo muy mal – sin duda ella puede ir a donde quiera, y lo que nadie puede hacer es impedírselo
  • Luigi… – intentó Kelly
  • Vamos – dijo él poniéndose de pie y sujetándola por un brazo

Kelly miró a Bianco apenada, pero él se limitó a guiñarle un ojo para darle a entender que no debía preocuparse. No obstante, y aunque sus compañeros habían escuchado, él les advirtió lo mismo que se dirigían hacia allá.

Dante que había estado bañándose cuando tuvo lugar la reacción de Luciano, al salir y colocarse el DTR, y al escuchar lo que estaba sucediendo, se había dado la mayor de las prisas y de hecho había salido de su habitación incluso antes de colocarse la camisa corriendo por los pasillos con ella en la mano y haciendo que Lía, Aurelia y Francesca con quienes se cruzó por el camino ahogaran una exclamación.

  • Disculpen señoritas, pero no estamos muy acostumbrados a tener damas en este lugar – dijo en tono burlón pero sin detenerse

Ahora y al escuchar que Kelly se dirigía hacia la UCI, se apresuró a participárselo a Ángelo.

  • Señor – dijo y él se giró aunque no dijo nada porque aquel muchachito ya hablaba por todo el mundo – la signora viene en camino
  • ¿Disculpa?
  • Raider acaba de avisar que la signora quiere ver a Lucky y viene hacia acá – informó, pero como Ángelo solo juntó las cejas, agregó – ¿Ordeno que la detengan o…?
  • ¿Qué sucede contigo niño? – preguntó, pero sin esperar respuesta se giró de nuevo y le hizo una seña a Silvano
  • ¿Qué ocurre tío? – preguntó de forma por demás innecesaria porque él también estaba escuchando
  • ¿Hay algún motivo por el que la mia bambina no pueda ver a Luciano?
  • No a menos que decidas preguntárselo a él, en cuyo caso es posible que se niegue
  • ¿Por qué?
  • Vamos tío, no es que esté en las mejores condiciones y si ni siquiera le gusta que tú lo veas así, menos ella
  • ¿Órdenes? – escucharon Silvano y Dante que preguntaba Astor
  • Déjala pasar Racer – dijo Silvano

Como Dante que era a quien por jerarquía le correspondía responder no dijo nada, Astor asumió que estaba de acuerdo y le franqueó la entrada a Kelly. Como la última cosa que quería Luigi era ver a Luciano, si bien estuvo dispuesto a acompañarla, le dijo que la esperaría afuera. Astor ordenó que se le proporcionase el material estéril y luego la condujeron hasta el cubículo.

A Kelly le dolió el corazón al verlo allí, y una imagen del todo inconveniente se presentó con toda claridad en su mente, la de Giancarlo en condiciones parecidas. Como cabría haber esperado, aquello fue un muy mal asunto, porque a la angustia por Luciano vino a sumarse lo anterior, de manera que por una parte Silvano tuvo que aplicarse a tranquilizarla mientras Luciano insultaba en todos los tonos tanto a su personal desde los informáticos hasta a los médicos y ni siquiera Ángelo se salvó, y lo que salvó a Luciano de la ira de éste fue la intervención de Camilo.

  • Ángelo – dijo sujetándolo por un brazo y apartándolo de allí – ese chico no solo acaba de despertar sino que lo hizo después de haber estado inconsciente por un largo tiempo y a raíz de una experiencia muy traumática, así que lo que no podríamos decir es que esté del todo consciente de lo que dice

Justo es decir que posiblemente Camilo en verdad creyese lo que estaba diciendo mientras que Ángelo al igual que los GA que conocían bien al personaje, estaban en total desacuerdo con Camilo; primero porque Luciano había pasado por cosas mucho peores en opinión de todos, segundo porque tenía la formación suficiente como para controlarse en condiciones problemáticas; y tercero porque aquel lindo carácter no era susceptible a ser suprimido cuando consideraba que su ira estaba plenamente justificada. Sin embargo, más en beneficio de Kelly que del infeliz, Ángelo controló el suyo y las cosas no pasaron a mayores.




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