Punta Dorada, octubre 2013
Una vez resuelto el asunto Tornattore, Luciano lo había dejado en manos de Dante y no volvió a interesarse por eso hasta que Dante le avisó que el sujeto estaba más muerto que vivo.
Aquello era cierto, pues si bien habían descubierto que aquel no era el nombre real del sujeto que había estado saliendo con Rosella, lo que no habían podido averiguar todavía era cuál le habían asignado sus progenitores al nacer, porque el individuo parecía haber tenido muchos nombres en su vida, y aunque Luciano apostaba por el de Pietro Decia y nadie sabía por qué, los demás seguían llamándolo Brunelli.
Enviar a Dante con cualquier mensaje para Ángelo, era casi lo mismo que enviarle un sobre-bomba, de manera que antes de que abandonase el lugar, Luciano le dijo que mejor enviase a Astor y el chico sonrió pero no protestó.
La idea había sido acertada, porque después que Astor rindió su informe, planteó el asunto de Favio, y como ciertamente Ángelo estaba al tanto de lo que los Tornattore le habían hecho a su familia, si bien asintió, no por eso dejaría de estar presente al momento de la ejecución.
Aunque a Alessandro no le gustaban aquellos espectáculos, nunca había dejado de acompañar a Ángelo, y en aquella ocasión pensó que no estando Luciano de por medio, tal vez el sujeto no estuviese en tan malas condiciones, pero comprobaría lo ilusa que había sido esta idea. Ángelo bajó hasta el calabozo donde lo tenían y miró con desprecio lo que quedaba de Genaro. No era que a él le gustase mucho más lo que había tenido que ver en anteriores ocasiones, pero en esta en particular, no había lugar para la conmiseración, pues aquel sujeto había contribuido al secuestro de Damila y era algo que Ángelo no podría perdonar jamás, de modo que se acercó a él y Dante le sujetó el cabello para levantarle la cabeza.
Dicho esto le hizo un gesto de asentimiento a Dante que a su vez se lo hizo a Favio que fue a ocupar su lugar.
Sin agregar nada más y siendo que llevaba más de quince días viendo morir a aquel desgraciado, se limitó a cortar su garganta y después miró a Ángelo.
Después de eso, Favio subió a su habitación, se dio un baño y pidió permiso para ausentarse un par de horas, Dante se lo concedió y el chico se fue derecho al cementerio.
Aunque él sabía que aquello no iba a devolverle a sus parientes, ni a restituirle los años de soledad, había trabajado en forma incansable y el esfuerzo de la mitad de su vida hoy había llegado a su fin, pero si bien no tenía motivos para sentirse feliz, al menos su conciencia estaba en paz.
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Una vez resuelto aquello, Luciano se había dedicado con ahínco a su rehabilitación. Normalmente las sesiones de rehabilitación se dan una vez al día, pero tanto él como Gianpaolo eran tercos en grado de exageración y tenían una doble sesión diaria, de manera que aquel esfuerzo rendiría sus frutos en un relativamente corto tiempo. El mayor temor de Gianpaolo había sido que las múltiples heridas recibidas le dejasen alguna secuela que lo inhabilitase para seguir desempeñándose como un Alfa activo, pero tanto Camilo como Emilio le aseguraron que no sería así, de modo que por eso se había dedicado con tanto ahínco en la rehabilitación.
Dante por su parte y si bien estaba satisfecho con los informes de Camilo con relación a la recuperación de Luciano, con lo que no lo estaba era con la negativa de Luciano a que se hiciese nada con Ettore y con Vince. A pesar de que llevaba años trabajando con Luciano y se jactaba de saber hasta lo que pensaba, en aquella ocasión no tenía idea de qué sería eso y lógicamente para alguien que lo que más atesora es la información, esta situación lo tenía enfermo.
Y en el caso de los prisioneros la situación era más crítica. Vince estaba convencido de que iba a morir y no había lugar para la duda, pero aquella demora lo estaba enloqueciendo. La única persona a la que había visto en el tiempo que llevaba allí encerrado, había sido al médico que habían enviado para atender sus heridas, pero según el individuo, aquello no obedecía a humanidad, sino a que querían que estuviese plenamente consciente para enfrentar lo que se le venía.
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Editado: 26.06.2022