Destino de Sangre (libro 13. Última Generación)

Cap. 37 Otra noticia inesperada

 

Punta Dorada, febrero-abril 2014

Eran alrededor de las tres de la mañana cuando Luciano se sentó, recostó la cabeza de la pared y cerró los ojos, aunque estaba muy lejos del sueño y lo que estaba haciendo era un repaso mental de los hechos.

Nino estaba bien y había recuperado el conocimiento muy poco después de llegar a la clínica. Por supuesto lo primero que preguntó fue por su esposa,  Albano le dijo que habían tenido que darle un sedante y que Arezio estaba con ella; Luciano había pasado un momento a verlo y después de asegurarle que todos estaban bien, se había ido a donde tenían a Giulio, porque había escuchado que estaba apaleando a Fredo. Una vez que resolvió eso, fue con él hasta donde tenían a Damila. Ni con la mejor buena voluntad Luciano podía estar en varios lugares al mismo tiempo, de manera que había escuchado la discusión entre Silvano y Emilio, pero concluyó que nada sucedería pues Astor, Gianpaolo y Carmelo estaban allí.

La discusión entre aquellos dos se había originado porque Silvano no quería que nadie tocase a Damila, y eso incluía a Emilio. Este naturalmente no iba a quedarse tranquilo, pero la oportuna intervención de Carmelo lo salvó de terminar en una cama.

  • Escucha doc, este sujeto sabe lo suficiente como para hacerse cargo
  • ¿Acaso es médico? – preguntó Emilio por pura fórmula, porque conocía bien a Silvano desde el día de la boda
  • No, pero por si no lo has notado y sabemos que no es así, lo que sí es – puntualizó Carmelo –  es un Del Piero y asumo que tienes claro el mal asunto que es atravesarse en el camino de uno
  • Damila puede necesitar…
  • Lo que sea que la señora Del Piero necesite, él podrá establecerlo con la misma precisión que tú, así que gracias, pero ve a ocuparte de cualquier otro suponiendo que quieras seguir entero – y dejándose de delicadezas, lo sacó del cubículo

Silvano se había olvidado de Emilio una vez que Carmelo lo había sacado de su línea visual, ocupándose a continuación de examinarle hasta el último cabello a Damila, de modo que cuando llegó la obstetra que había sido llamada de emergencia, no tuvo en realidad nada qué hacer más que recomendar dejarla dormir, pues como había dicho Silvano, ni Damila ni el bebé habían sufrido ningún daño.

Kelly y Ángelo estaban bien, pero ella estaba muy nerviosa y hasta que la doctora no salió y dijo que Damila y el bebé estaban bien, no se permitió tranquilizarse, pero enseguida comenzó a llorar en forma incontrolada, de modo que Luigi que ya había llegado junto con su padre, llamó a Samuel, algo esto último que le sentó como una patada en el estómago a Ángelo, pero entre Marino, Albano y el mismo Luigi, le hicieron entender que Samuel solo hacía su trabajo.

Después que Luciano vio que Samuel estaba logrando tranquilizar a Kelly, se fue a ver a Francesca. Las cosas allí y si bien estaban controladas, quien no lo estaba para nada era Vladislav, y de hecho, Marco Aurelio estaba a punto de sacudirlo, de manera que Luciano lo sujetó por un brazo y lo apartó de allí para luego acomodarle las ideas a su modo.

Una vez que estuvo al tanto de las situaciones de cada uno de los miembros de la familia, se fue a ver cómo estaban los dos BA que habían resultado heridos.

  • Uno resultó con quemaduras serias en brazos y piernas, era el que se encontraba más cerca de la primera explosión – le informó Bruno – Y el otro solo se fracturó el brazo y se dislocó el hombro al ser lanzado hacia atrás y chocar en forma violenta contra las barandas

Luciano entró un momento a verlos y abandonó la habitación. Y así había llegado hasta el momento presente en el que después de hacer este repaso, recordó los minutos que habían pasado en el agua y volvió a preguntarse por qué Kelly había reaccionado tan mal ante la perspectiva de lanzarse al agua. Durante el tiempo que estuvieron allí, ella mantuvo la cabeza escondida en el hombro de Luciano, y aunque él intentó hablarle para tranquilizarla, ella no dijo ni media palabra; y cuando Bianco se ofreció a ayudar en previsión de que  Luciano pudiese sufrir un calambre, pues ya llevaba mucho tiempo sosteniéndola, ella se aferró con más fuerza haciendo que Luciano declinase la ayuda de Bianco. Luciano tomó nota mental de comentar aquello con Samuel y pasó a otro asunto. ¿Qué había sucedido en realidad? Había sido sencillo determinar que aquel no era un ataque de sus enemigos habituales, porque no los atacaron solo a ellos, ahora venía determinar de dónde procedía entonces.

Como ya se ha dicho, el trabajo de los informáticos no se limitaba a seguirle la pista a los Madonia, sino que tenían que estar debidamente informados de casi cualquier cosa, de manera que apenas se había suscitado el ataque y en cuanto Romeo informó que Silvano le había volado la cabeza a alguien y que el ataque no estaba dirigido a la familia, ellos comenzaron un trabajo que solo ellos sabían en qué consistía, pero para cuando Luciano abrió los ojos y los fijó en Dante que era quien había permanecido atento a que saliese de su habitual estado de ausencia, ya tenían una respuesta.

  • Informe preliminar – dijo en forma innecesaria
  • Se trató de un ataque terrorista – contestó Dante
  • ¿Disculpa? – dijo Luciano con una clarísima nota no solo de incredulidad, sino de deseos de acomodarle un puñetazo por decir estupideces
  • Es un grupo extremista de la ultra izquierda, ya sabes, uno de los muchos a los que el gobierno ha armado tan irresponsablemente. De manera que el ataque no estaba dirigido específicamente a la familia, sino que ésta estaba en el lugar y en el momento equivocados. Ícaro y Montesco fueron los primeros en ver que los inocentes niños que andaban sobre las motos de agua, no eran tales – y en ese momento Luciano recordó que Romeo efectivamente había advertido que no era uno solo – así que Ícaro le voló la cabeza al primero, y si no lo hizo con ningún otro, fue porque… – en este punto se detuvo y los que estaban allí sabían bien por qué, pero en cuanto Luciano lo miró de su particular manera, continuó – Porque se fue hacia donde había que efectuar la extracción de la mini AG. Montesco se ocupó de un par más, Danger de otro y no sabemos bien cómo o en qué momento Ghost despachó a otro, pues no he visto las grabaciones de las MC. Hellish, y aunque se suponía debía ayudar con la extracción, también tuvo ocasión para hacer puntería al igual que Nico, de modo que solo tenemos a dos que no están tan mal, y Montesco está seguro que eran diez, así que perdimos a uno.




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