Cap. 56 Turner
Punta Dorada, diciembre 2014
El último y más problemático asunto relacionado con los gemelos y considerando la situación, vino dado a raíz de la serie de estudios que había ordenado Silvano. Poco antes de navidad, los reunió a todos en el salón y para sorpresa de algunos, los Molinaro se presentaron junto con él. Aunque desde que se trasladaran a Punta Dorada, eran visitantes frecuentes ya que Ángelo insistía en que fuesen a comer en casa los domingos, verlos un día diferente despertó la aprensión de Ángelo, pero como Silvano era dolorosamente directo, se fue derecho al asunto.
- Giulio, CC – dijo mirándolos a ellos en primer término – aunque no se los dije, ordené una serie de estudios genéticos a los gemelos, y el mismo arrojó un pequeño problema – dijo acentuando la magnitud del mismo, pero con resultados contrarios, porque Angélica comenzó a llorar de inmediato, Damila tenía expresión de espanto y Giulio se había puesto de pie y lo miraba como si fuese la cosa más horrorosa que hubiese visto en su vida
- Define pequeño – dijo Ángelo con algo más de ecuanimidad, aunque estaba muy lejos de sentirla
- Los embarazos gemelares y si bien no necesariamente deben tener problemas, pueden presentarse algunos. Durante el tuyo – dijo mirando a Damila – le pregunté varias veces a la obstetra si eran gemelos fraternos o idénticos y lo hice por varias razones, entre ellas, que los gemelos idénticos comparten la totalidad de su ADN y pueden desarrollar las mismas condiciones; además, puede suceder que uno reciba más aporte de sangre que el otro desarrollándose más que su hermano; pero, aunque no pensé en ello porque no esperaba que fuesen de distinto sexo, esto hizo que se presentase otro asunto
- ¿Qué asunto? – preguntó Nino
- Pierangeli sufre algo llamado Síndrome de Turner
Ninguno salvo aquellos que habían estudiado o estudiaban medicina, sabían qué era aquello, pero los que sí, compusieron expresión de horror y como era a ellos a quienes Kelly estaba mirando, sintió que algo muy frío recorría su espalda.
- Pero… no tiene las características usuales – dijo Marcelino
- ¿Qué demonios es eso, Carlo Silvano? – dijo Ángelo, pero él estaba muy ocupado intentando que Damila se tranquilizase mientras Luciano y Fredo lo hacían con Giulio
- Si me permiten – dijo Camilo y Ángelo asintió, pero Alessandro intervino con rapidez
- Es mejor que se lo hagas sencillo, Camilo – le advirtió conociendo la complejidad del asunto, la poca paciencia de Ángelo con la terminología médica y su escasa comprensión de la misma
- De manera sencilla, el Síndrome de Turner es la carencia de un cromosoma X – pero como con aquello les decía más bien poco y no entendían nada, decidió agregar – Los seres humanos tenemos 46 cromosomas, dos de los cuales determinan el sexo. Las niñas normalmente tienen dos cromosomas X, pero cuando sufren el síndrome, solo tienen uno o pueden tener dos, pero uno de ellos incompleto.
- ¿Qué tan grave puede ser esto? – preguntó Francesca que era una de las pocas Rossi más acostumbrada a intervenir en las conversaciones
- En el caso de Pierangeli no tiene que serlo mucho y nos ocuparemos de que reciba el mejor tratamiento – dijo Emilio – Ya Silvano y yo nos encargamos de contactar con el mejor especialista en el área y la verá en enero
- ¿En enero? – exclamó Giulio y miró a Luciano – Lo quiero aquí mañana mismo
- Giulio, es un individuo… – intentó Emilio
- ¡No me importa dónde o qué esté haciendo! – vociferó él
- Tranquilo bambino, está hecho – dijo Luciano como de costumbre
- Marcelino dijo que no presentaba los síntomas – dijo Kelly – ¿A qué se refería exactamente?
- Visibles, piel del cuello arrugada y con unos pliegues en el mismo, y escasa estatura. Orgánicas, pueden sufrir diabetes, cataratas, problemas renales…
- ¡CC! – exclamó Silvano pues Damila parecía a punto de caer
Giulio corrió hacia ella, pero Silvano ya la había hecho sentar y estaba tomando su pulso.
- No te preocupes, bebé, vamos a ocuparnos de que nuestra hija esté bien ¿de acuerdo?
Luciano pensó en algo que había leído en algún momento y que había considerado cursi, pero que sin duda se cumplía con todas sus letras en Giulio, y era que el amor que sentía por Damila lo hacía olvidarse de él mismo en cualquier circunstancia y en lo único que pensaba era en su bienestar y felicidad.
- CC, lo que estaba diciendo Emilio son las características comunes asociadas al síndrome, pero no se cumplen todas en Pierangeli y es algo que te puedo asegurar, pues hemos estado atentos al funcionamiento de todos sus órganos
- Pero entonces…
- Hasta ahora, lo único que presentó fue un ligero edema en los piececitos, pero se le pasó. Lo otro que seguramente presentará es que su crecimiento se ralentizará cuando llegue a la pubertad, pero vamos a ocuparnos de eso también
Aunque Ángelo había estado escuchando atentamente y planeando las posibles acciones a seguir, no había dejado de notar que su mujer, y si bien no se había desvanecido como Damila, sí estaba sentada en la orilla del mueble, tenía las manos entrelazadas pero no en estado de quietud y recordó con claridad algo que le dijo Gianni una vez.
- Claro que estoy preocupado, mírala
- Yo no veo nada por lo que haya que preocuparse a menos que me digas que trae una carga de C-4 atada a la cintura
- No seas necio, Ángelo Genovesse, mira sus manos, parece que fuese a deshacérselas
- ¿Y eso qué? Tú mismo me dijiste que es ansiosa y…
- Sí, pero cuando hace eso es porque por algún motivo se siente miserable
- Gianni…
- Créeme, eso no es bueno, porque pueden suceder dos cosas, que alguna de las “otras” tome el control y se ponga a hacer disparates del tipo de tirar la casa para “remodelarla,” o que atente contra sí misma