Destino de Sangre (libro 14. Familia)

Cap. 38 Indicaciones

 

Modena, septiembre 2018

Luciano despertó y afortunadamente quien estaba con él era Dante, quien por cierto, había tenido algunos problemas para que lo dejasen colocarle las esposas a Luciano, pero bien fuese porque el personal pensó que si quien había pedido que recibieran a aquellas personas era un alto funcionario del gobierno italiano, era muy posible que aquel fuese un sujeto peligroso, o simplemente se hartaron de escucharlo.

  • Bienvenido – dijo cuándo Luciano dejó de forcejear
  • Reporte – dijo después de un momento y cerrando los ojos, lo que el indicó a Dante que debía tener un terrible dolor de cabeza

Dante inició el mismo comenzando por los menos graves, pero cuando llegó a Valentino, Luciano abrió los ojos de golpe e intentó incorporarse.

  • ¡Quítame esto! – le dijo
  • Bien, pero no podrás verlo de momento pues…
  • Solo quítame las malditas esposas – repitió pues Dante se estaba demorando adrede
  • Y por último estás tú – continuó mientras las abría – el disparo que te alcanzó, entró y salió sin interesar al hueso, algo afortunado si me preguntas, porque te hicieron las piernas polvo hace relativamente poco

A Luciano también le había alegrado aquello, porque no había olvidado el enorme esfuerzo que le costó el recuperar su movilidad al cien por ciento. Se incorporó y como comprobó que su estabilidad era buena, iba a pedir su ropa cuando Dante se la alcanzó. Sentía la molestia de la herida, pero no era nada del otro mundo, mientras que la cabeza lo estaba matando.

  • ¿Los detenidos? – preguntó
  • Albano y Arezio los están trasladando a Punta Dorada
  • ¿Dónde estamos? – preguntó al ver unas indicaciones pegadas en la puerta de la habitación

Dante lo miró con cierta duda, porque había sido él mismo quien le indicase hacia donde debían dirigirse y lo que iban a decir.

  • ¿Qué? – preguntó
  • A ver, esa novia virtual que tienes – comenzó ganándose una mirada hostil de Luciano – ya sabes, Hanna – aclaró en forma innecesaria pues no podía estarse refiriendo a nada más – y según lo que me dijiste, se encargó de abrirnos las puertas del hospital universitario de Zürich, y pues… aquí estamos – concluyó

Luciano se tomó unos momentos para poner sus ideas, y sobre todo, sus recuerdos en orden, pero los mismos lo llevaron de nuevo a la imagen de Valentino y abrió la puerta.

  • ¡Monsieur! – exclamó una enfermera
  • Excusez-moi, mademoiselle – dijo de forma distraída y pasando por un lado
  • ¡Attendre! [1] – lo llamó la chica

Sin embargo, Luciano no le prestó atención como Dante sabía que no lo haría, de manera que él se hizo cargo de la joven mientras Luciano caminaba hacia donde había visto a Fabiano.

  • ¿Lucky? ¿Ya puedes…?
  • Evidentemente puedo – lo interrumpió él – ¿Dónde están los demás?
  • Racer recuperándose, y en este momento están revisándole los oídos de nuevo, porque aún no escucha casi nada. Sushi despertó hace un momento, pero el médico decidió ponerlo a dormir de nuevo, pues en su opinión el dolor debía estarlo matando y en cualquier caso tampoco podía escucharnos. Danger fue pasado hace un momento a observación y todavía no hemos podido verlo. Y los demás… algunos están comiendo, pero…
  • ¿Pero?
  • Bueno, no vayas salir corriendo tú también ¿bueno?
  • Geist…
  • Bien, hablé con Giulio y me dijo que Piera había sufrido un shock anafiláctico – le dijo y vio que los ojos de Luciano se dilataban, así que agregó con rapidez – pero Kiwi actuó extraordinariamente rápido y aparte de trasladarla en forma inmediata a nuestra unidad médica, le aplicó epinefrina mientras iban en camino, y según Javier, con quien hablé después de hacerlo con el bambino, eso fue lo que le salvó la vida, pues fue un shock extremadamente violento
  • ¿Qué lo causó? – preguntó ya que eso le parecía de vital importancia
  • Javier determinó que nuestra nena es alérgica a las almendras, pues lo que estaba comiendo era…
  • Amaretti – completó Luciano que conocía el gusto de la niña por aquellas galletas
  • Exacto, pero como te dije ya está bien y a esta hora ya debe estar en casa – dijo mirando el reloj – Sin embargo…
  • No me lo digas, Ícaro salió en carrera
  • No solo él, Dark también y ya hablé con Ice para que una vez que vea a Piera, lo lleven aunque sea a la fuerza a la unidad médica, ya que dudo que recuerde que su ojo necesita tratamiento – Luciano asintió y comenzó a alejarse, pero Fabiano lo detuvo – Lucky, llama al bambino

Él asintió, pero primero quería ver a Valentino. Si bien no estaban en su país ni en su clínica, casi todas tenían una distribución similar, de manera que en cuanto se informó de dónde estaban los quirófanos, se fue derecho hacia donde supuso acertadamente estaba el área de observación. En cuanto entró lo golpeó el frío y maldijo por enésima vez que aquellos lugares tuviesen aquellas temperaturas. Se acercó a donde estaba Valentino, y aunque estaba dormido, él se dedicó a hacer una evaluación visual. Estaba muy pálido y pensó que era normal por la pérdida de sangre; tenía un vendaje en el brazo izquierdo y supuso que eso no iba a ponerlo muy contento, ya que el chico era zurdo al igual que Paulo, Albano y dejó de contar, pues tenían a varios. Levantó un poco la sábana que lo cubría y vio otro vendaje a la altura de la cadera. Comprobó su pulso y era normal, de manera que solo restaba esperar a que recuperase el conocimiento, pero comenzó a planear la salida de allí, ya que no podían quedarse debido a que tenían trabajo qué hacer.

  • Hanna – dijo
  • Me alegra escucharte, Lucky – contestó y como ya él se había cansado de decirle que era un maldito programa y que no podía experimentar ningún sentimiento, ignoró el comentario
  • Necesito un avión-ambulancia
  • Iniciando búsqueda para reservar el servicio – escuchó – La compañía…
  • No me interesan los detalles, solo verifica que tenga un buen servicio y contrátalo para… dentro de tres horas. También necesito que arregles que nuestra salida pueda efectuarse sin necesidad de derribar medio hospital
  • Disculpa Lucky, pero piensas…
  • Solo ocúpate de que las altas estén listas para el momento en el que llegue el personal de traslado
  • En proceso
  • ¡Ah! Otra cosa importante es que no quiero pilotos, asegúrate de que la contratación sea únicamente de la nave
  • Copiado – escuchó junto con una risita que se le antojaba muy antipática




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