Cap. 40 Siete
Punta Dorada, octubre 2018
Francesco nunca había participado en lo que llamaban un 7. Sin embargo, lo poco que sabía no incluía que el nombre indicaba la duración máxima del ejercicio, algo que quien se lo informaría sería Aren. El segundo día y al caer la noche, Andrik decidió detenerse de nuevo.
- Necesitamos descansar – dijo – Candy y yo haremos la primera guardia. Solo podrán dormir dos horas – les dijo
Aunque Franco estaba cansado pues llevaba más de treinta y seis horas despierto, decir que tenía sueño sería inexacto, pero aun así decidió tenderse un rato e intentar descansar. Pensó en que algo debían estar haciendo mal si aún no tenían señales de los fugitivos, pero no sabiendo qué podía ser eso, cerró los ojos y un momento después se había dormido. No obstante, le parecía que acababa de hacerlo cuando escuchó que lo llamaban.
Se incorporó con rapidez y caminó con los otros hacia donde debían ubicarse.
- Galileo, no creo que vengan en esa dirección – dijo Aren
- ¿Cómo podríamos estar seguros de eso? Lucky, Ícaro y Clyde son pilotos ¿no?
- Claro, pero están huyendo, genio
- Tenemos compañía – dijo Franco y los otros suspendieron su discusión
Franco les señaló hacia un punto en la oscuridad, pero ellos no vieron nada. Aun así, Franco les indicó silencio y un momento después vieron los ojos ambarinos. Siendo que estaban en una selva tropical, sabían que podían encontrarse con ciertas especies poco amistosas. Franco jaló el gatillo y los chicos encendieron las potentes linternas. La idea no era matar a los habitantes naturales de aquel lugar, pero debían convencerlos de la inconveniencia de molestarlos, pero suponiendo que se mostrasen recalcitrantes y los chicos juzgasen que estaban en verdaderos aprietos, entonces estaban autorizados a matarlos. No obstante, el disparo efectuado por Franco, y aunque debió molestar mucho al visitante, no estaba destinado a matarlo y solo le dejaría un bonito manchón, pero el animal huyó tanto por eso como por las potentes luces que lo encandilaron.
- ¿Qué demonios era eso?
- Un gato muy grande o un tigre muy pequeño – dijo Franco con tranquilidad – pero no va a molestarnos más
- ¿Cómo lo sabes? – preguntó Zahir
- Vamos hombre ¿Qué sucedió con tus clases de historia natural?
- Olvídalo, cualquier cosa que no esté convenientemente lejos de la tierra, no contará con su atención – le dijo Aren
- Los felinos al igual que la mayoría de los predadores nocturnos, son nictálopes, de modo que la luz fuerte los deja brevemente ciegos. Por lo anterior, tanto el disparo como lo otro, lo convenció de que es mal negocio acercarse por aquí
Un rato después y cuando Aren y Zahir habían dejado de discutir, Aren miró a Franco.
- ¿Qué? – le preguntó el chico
- ¿Puedo preguntarte algo?
- Evidentemente puedes, pues acabas de hacerlo – dijo en tono burlón
- ¿Por qué estás aquí?
- Porque nos tocó esta guardia
- No me refiero aquí en este momento, sino en el programa
- Porque es lo que quiero hacer
- ¿Pero por qué? Es decir, nosotros no teníamos casi ninguna otra alternativa, pero tú, bueno… tienes una familia y todas las oportunidades del mundo
- Precisamente por ellos – pero como los chicos lo miraron con extrañeza, Franco decidió que o no habían sido adecuadamente informados o tenían procesos mentales lentos – Supongo que tienen claro dónde estamos, y por ese mismo camino por qué o más bien para qué ¿no es así?
- Claro, nos entrenamos para ser agentes Alfa calificados y poder formar parte del ejército privado de los Del Piero-Genovesse – recitó Zahir como algo que había aprendido de memoria
- Bien, ustedes están porque no tenían más alternativa como acaba de decir Liberty, aunque imagino que los beneficios económicos y la oportunidad de estudiar, también influyeron en su decisión pues también estoy al tanto de que no obligan a nadie. Pero yo estoy aquí porque soy un Rossi, y como todos los que lo somos, tenemos como primer objetivo en la vida proteger a los Del Piero y a los Genovesse. Es verdad que tengo todo lo que dijiste, pero también tengo una causa que anula cualquier otro asunto
- Entonces, no es una especie de… capricho
- ¿Quién vendría aquí por capricho?
- Bueno…no sé
- Eso lo estás diciendo, pero no lo piensas tú sino Candy ¿no?
- No es una mala persona – intervino Zahir – es solo que… bueno, es algo difícil, a veces – dijo con cierta vacilación – Él nació a principios de julio, de manera que la luna ejerce una fuerte influencia sobre él
Franco lo miró y no sabía si reír o darle un buen golpe en la cabeza, pero Aren le evitó tomar una decisión.
- No seas necio, Galileo – le dijo – Candy no es como es por las fases lunares, simplemente es desagradable porque le gusta ser así