Cap. 02 Cotidiano
Punta Dorada, julio 2019
Ángelo estaba de un humor catastrófico, porque después de las fiestas de navidad y año nuevo, Kelly parecía sumamente atareada otra vez y ahora con la boda de Enrico, algo que naturalmente Ángelo no podía entender, pues si con dificultad había hecho el intento en los casos de Nino y Giulio que no tenían una madre y con el segundo también por el hecho de que se casaba con Damila, no había forma de que lo entendiese en las presentes circunstancias en la que ambos contrayentes tenían a sus progenitoras y a decir verdad a toda una enorme familia. A pesar de lo anterior, Kelly estaba igual de involucrada en el asunto y Ángelo deseando que llegase el día de la condenada boda para recuperar a su mujer.
Por otra parte y en medio de todo aquello, los gemelitos se encaminaban hacia su quinto cumpleaños y como de costumbre Giulio parecía decidido a tirar la casa en su empeño por proporcionarle a sus hijos el mejor cumpleaños de sus vidas, algo esto último que había venido repitiendo en los cuatro precedentes. Apenas unas semanas atrás quien había estado de cumpleaños había sido Giuliano, y como Giulio se comportaba del mismo modo con aquel niño que como lo hacía con los gemelos, el alboroto había sido igual, porque esperar que Fredo actuase de forma diferente o que llamase al orden a Giulio, era además de iluso, estúpido, ya que Fredo parecía un infante más.
No obstante, como a aquella familia si había algo que no les faltaba eran problemas, uno de éstos se presentaría pero de la mano de alguien que no lo era, y un par de semanas antes del cumpleaños de los gemelos.
Como ya los niños de la última generación estaban más grandecitos, se les permitía quedarse hasta un poco más tarde jugando en el salón después de lo que eufemísticamente, en opinión de Ángelo, llamaban cena. Sin embargo, ese tiempo no era muy largo y pronto comenzaron a empujarlos hacia sus habitaciones.
No pudo concluir, pues la inmisericorde carcajada de Kelly se lo impediría.
Dicho esto se había puesto de pie dejando a Ángelo con un sinfín de cosas por decir y que no podría expresar de manera inmediata, porque sabía no solo a dónde se dirigía ella, sino que el trámite de dar las buenas noches a los niños, ahora demoraba muchísimo debido a la indecente cantidad de éstos que había en casa.
Después que Kelly había pasado por las habitaciones de todos, se detuvo un momento en la de Luigi como hacia siempre.
Luigi se giró y volvió a concentrarse en los planos que tenía sobre la mesa de trabajo que hacía mucho había hecho llevar a su habitación. Sin embargo, un momento después sintió que Kelly deslizaba los dedos por sus cabellos.
La risa de Kelly obedecía a que aquel chico, que ya no lo era, lo que sí era sin duda, era enormemente parecido a Ángelo, porque aunque no se quejaba con tanto escándalo o dramatismo como el tío, lo hacía, pero también era uno de los que en conveniente silencio, llenaba a los tres niños de regalos, pero curiosamente era el único con el que Damila no se peleaba por eso, y aunque este recalcitrante individuo, también fingía convincentemente que no le interesaban los niños, ciertamente le importaban y ellos lo adoraban, aunque nadie se explicaba cómo era posible, y en el caso de Pierangeli, tenía furiosos pleitos con cualquiera que dijese la más mínima cosa que ella considerase mala de su tío Gigi. Como Kelly sabía bien todo lo anterior, no dijo nada más sino que le dio un beso en la cabeza y se marchó aun riendo.