Giulio y Damila habían decidido que hablarían con los niños de su nuevo embarazo una vez que ella superase el primer trimestre, pero las cosas no siempre salen como se planean, porque aquel embarazo estaba siendo diferente al primero al menos para Damila, pues en esta ocasión sí estaba presentando todos los síntomas de uno, de modo que las mañanas, por ejemplo, eran una tortura y fue eso lo que los obligó a modificar sus planes. La mañana siguiente al cumpleaños de los gemelos, Piero entró y se quedó a media frase de su saludo mañanero al ver que su madre no estaba en la cama ni frente al espejo terminando de peinarse, así que el niño miró a todos lados y se encaminó hacia el baño debido a que la puerta estaba abierta y había escuchado la voz de Giulio, pero cuando se asomó, sus ojos se abrieron con desmesura al ver a Damila vomitando.
Pero tendría que esperar unos angustiosos minutos antes de que ella estuviese en condiciones de contestarle.
Sin embargo, no alcanzó a expresar su desacuerdo o curiosidad, porque Damila se desmayó.
Afortunadamente Giulio estaba tras ella y pudo sujetarla, y alzándola fue a colocarla en la cama, mientras que Piero corrió hacia la puerta llamando a su GA. Como aquello era tan insólito, todos los que estaban en el pasillo o saliendo de sus habitaciones, corrieron hacia el niño.
Aunque no había gritado, tanto el tono como la expresión de su rostro y su actitud general, era harto conocida por todos y Carmelo fue el primero en reaccionar.
Ángelo, que en aquel momento abandonaba la habitación, juntó las cejas y se encaminó hacia el grupo.
Mientras esto sucedía, Gianpaolo que había estado terminando de vestirse a toda prisa, pues ese día había demorado más en la piscina por hacerle la vida miserable a Aren y a Zahir, casi se rompe una pierna en su precipitación por llegar arriba.
Cuando Ángelo entró a la habitación con Piero, Giulio acariciaba los cabellos de Damila.
Giulio no tuvo ocasión para decir nada, porque en ese momento el desvanecimiento de Damila comenzaba a pasar.
En otro momento Damila se habría limitado a componer expresión de fastidio, pues encontraba aquello muy molesto, pero como también era madre, recordó que Piero había estado allí y la tendencia de éste a alarmarse por cualquier cosa que a ella le sucediese.